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Arquitectura

Sara Browne: "Nos pone muy contentos dar a conocer a Alberto Cruz en mayor profundidad"

noviembre 9, 2022

Por primera vez se exhibe fuera de Chile una exposición del cofundador de la Escuela de Arquitectura UCV. Es en Londres y reúne pinturas, dibujos y cuadernos. "Son sus observaciones íntimas, una especie de diarios de vida", dice su nieta y directora de la Fundación Alberto Cruz Covarrubias.

Sara Browne: "Nos pone muy contentos dar a conocer a Alberto Cruz en mayor profundidad"

Sara Browne, directora ejecutiva de la Fundación Alberto Cruz Covarrubias.

Tenía 96 años de edad, y todos los miércoles viajaba desde Santiago para dictar el curso Taller de América en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso. Alberto Cruz Covarrubias (1917-2013) fue una figura fundamental de la arquitectura en Chile y su legado va mucho más allá de cualquier edificación y de la influencia que pudo ejercer en todas las generaciones de profesionales que se han formado en esa entidad académica que él refundó en 1952, junto con personalidades como el arquitecto Miguel Eyquem y el poeta Godofredo Iommi.

El legado de Alberto Cruz es fundamental porque implica otra forma de entender la arquitectura misma. La observación se hizo sinónimo de investigación y el territorio, procedencia y destino.

Esta herencia tiene un íntimo correlato en los miles de cuadernos que dejó el arquitecto, y también en sus dibujos y pinturas, acervo que custodia la Fundación Alberto Cruz. La entidad inaugura el 10 de noviembre una inédita exposición en Londres, que se exhibirá durante un mes. Es la primera que se hace en el extranjero.

La muestra se titula “Alberto Cruz. Observación, acto y forma” se presenta en The AA Gallery, que es un espacio de la Architectural Association School of Architecture. Se programaron visitas guiadas y charlas, y también una actividad en Hooke Park, bosque ubicado a dos horas de Londres, la cual será transmitida en streaming.

Alberto Cruz Covarrubias. Foto: Archivo Histórico José Vial Armstrong |Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV.

La exposición fue financiada por un Fondart 2019 del Ministerio de las
Culturas, las Artes y el Patrimonio y reúne cuatro pinturas al óleo de 1955, dieciocho dibujos a lápiz en técnica mixta -lápiz pasta, tinta y plumón- de la serie San Francisco de 1970 y ocho dibujos en técnica mixta en anverso y reverso de la serie Reversibles de 1954.

Radio Beethoven ha conversado al respecto de esta muestra y del legado del Premio Nacional de Arquitectura 1975 con su nieta, Sara Browne, quien es directora ejecutiva de la Fundación Alberto Cruz.

¿Cómo nació la idea de sacar adelante esta exposición y de que se hiciera en Londres?

«Esta idea ya lleva muchos años gestándose, porque tuvimos la pandemia entre medio. Nació en 2018, después de la exposición que hicimos por primera vez y que en el Museo de Artes Visuales. Ahí quedamos muy entusiasmados y teníamos un contacto en Londres con una galerista en un primer momento, entonces empezamos a gestionar la idea de hacer el proyecto. Postulé a un Fondart y resultó».

Esa primera exposición que menciona en Mavi UC se tituló «El cuerpo del arquitecto no es el de un solo hombre» y fue curada por María Berrios (ver nota y video aquí).

Obra de Alberto Cruz Covarrubias.

«Finalmente no se pudo hacer en esa galería, vino la pandemia y quedó en stand by, pero seguimos trabajando. Ahí me contacté con Francisco Adriazola, que es el curador de la exposición. También es arquitecto y había hecho un máster en un programa que es en Hooke Park y que es parte de la Architectural Association School of Architecture. En el fondo, él nos ayudó a gestionar la exposición allá y fue maravilloso porque por Zoom les mostramos la obra que teníamos y la idea de la exposición que queríamos armar; se entusiasmaron al tiro y empezamos a trabajar en conjunto con ellos. Consideraron que iba a ser un aporte para sus estudiantes», indica Sara Browne. 

En esta exposición se reúnen pinturas, dibujos y cuadernos de manera que uno puede ver obra gráfica y adentrarse en el mundo creativo y los conceptos de la arquitectura que tenía Alberto Cruz Covarrubias, por ejemplo, respecto de la observación, pero también habrá textos, y eso le da otra dimensión más ¿no?

«Claro. Es una exposición de artes visuales, porque como tú bien dices, hay óleos, hay pintura y hay cuadernos. Es especialmente de artes visuales. Los textos que se exponen no van a estar traducidos, sino en español. Esos textos siempre están acompañados de dibujos en sus cuadernos porque corresponden a las observaciones que son lo fundamental de esta metodología que se empezó a desarrollar en la Escuela de arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso. Entonces este acercamiento es a través de las artes visuales. La idea es que los que vean la exposición se sientan interpelados a decir ‘¿por qué estoy viendo una obra visual de un arquitecto», porque no hay planos, ni maquetas, así que el tema es cómo entramos a la arquitectura dentro de esta otra disciplina y, sobre todo, como decías tú, de la observación. Hay varios cuadernos y también obras. Por ejemplo, la serie San Francisco contiene fragmentos del poema Amereida y de otro poema de Godofredo Iommi que se llama La guerra Santa, y que indirectamente te llevan a la Ciudad Abierta y a esta metodología para esta nueva forma de entender y enseñar la arquitectura».

Obra de Alberto Cruz Covarrubias.

Me parece que debemos destacar que es fundamental aproximarse a la concepción de la arquitectura de Alberto Cruz porque la refundación de la Escuela de Arquitectura de la UCV, el impacto que tiene hasta el día de hoy la Ciudad Abierta de Ritoque, la importancia de las travesías tienen que ver con conceptos que marcan profundamente a la arquitectura chilena.

«Sí. Desde mi punto de vista, creo que aquí el gran aporte, el gran legado de la Escuela de Arquitectura de Valparaíso por medio de Alberto Cruz y Godofredo Iommi y todo el grupo que refundó esa escuela fue por una parte la multidisciplinariedad que en los años 50 no era tan lógica como es hoy día. Hoy no entendemos no trabajar con otras disciplinas y con otros oficios, pero en esa época no era tan así. O sea, había diálogos entre distintas disciplinas, pero no dentro de una carrera universitaria. Y lo otro es que también por primera vez los alumnos y las alumnas salen a las calles, a conocer la ciudad, porque la observación era salir a la ciudad y detenerse en las cosas y de ello tener una interpretación. No sólo mirar, sino que preguntarse ‘¿qué es lo que esto significa en el lugar donde está?’ eso después se traduce en las travesías, reconociendo que nuestra identidad está en Latinoamérica, es decir, hacerse cargo de la herencia europea, pero desde la perspectiva americana. Eso se traduce en las travesías, en la Ciudad Abierta y claro, tiene un impacto súper profundo no sólo en la manera de entender y enseñar la arquitectura, sino también en la propia vida universitaria».

Pieza de la serie San Francisco, de Alberto Cruz Covarrubias.

¿Qué representa para ustedes, como fundación, inaugurar la primera exposición de Alberto Cruz en el extranjero?

«Como fundación estamos muy contentos de dar este paso. Estamos emocionados y expectantes porque lo que se conoce de la obra de Alberto Cruz, como bien tú decías, es la Ciudad Abierta, y se conoce en un nicho de especialistas, pero nos pone muy contentos la idea de poder dar a conocer a Alberto Cruz en mayor profundidad. Ver qué reacciones puede haber con respecto a eso es muy satisfactorio».

Alberto Cruz Covarrubias. Foto: Archivo Histórico José Vial Armstrong |Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV.

Entiendo que usted es pariente de Alberto Cruz.

«Claro, Alberto Cruz es mi abuelo. Además de ser un abuelo amoroso, cariñoso y cercano, trabajé con él organizando lo que hoy día es el archivo, que antes eran sus cuadernos y estaban en su escritorio. En el fondo, formaban parte de su intimidad. Cinco años antes de su muerte, más o menos, me puse a trabajar con él haciendo el inventario de esta obra que tenía en secreto, porque todos veían que tenía muchos cuadernos y que estaba permanentemente dibujando y escribiendo, pero nadie sabía qué contenían estos cuadernos. En el fondo son sus observaciones íntimas, se podría decir que son una especie de diarios de vida. Entonces yo trabajé con mi abuelo haciendo este inventario porque nos dijo ‘ésta es mi obra y yo no quiero que se divida’; el primer paso para que esto no se dividiera, era poder tener un inventario de todo lo que había. Fue algo muy bonito».

Y usted, ¿estudió arquitectura también?

«No. Yo estudié historia y gestión del patrimonio. Estudié historia, terminé la carrera y me dediqué harto tiempo a a la investigación. Ahí empezó mi acercamiento con los archivos, que siempre me han encantado, pero tampoco soy archivera, es de puro amor nomás».

Por Romina de la Sotta Donoso | 09-11-2022.

Los créditos para los retratos de mi abuelo son: .Las obras son de la Fundación.

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