Tras cuatro años, el Festival Internacional de Música Antigua (FIMA) de la Universidad de Santiago de Chile retorna a la presencialidad, y con una programación tan atractiva como ha sido su tradición desde que la Usach retomó en 2014 este evento emblemático, dándole una segunda vida a esta iniciativa que comenzó a germinar a fines de los años 70.

La décimosexta versión del FIMA se realizará a aforo completo en el Teatro Aula Magna Usach (Víctor Jara 3659), desde el lunes 25 de abril al lunes 2 de mayo. El acceso es liberado y las inscripciones se realizan aquí. Se programaron seis conciertos y una reveladora conferencia sobre una zarzuela barroca que será justamente rescatada en este festival, por conjuntos estables de la Usach, a más de 320 años de su creación, en lo que será su estreno en tiempos modernos, y gracias a que en nuestra capital el musicólogo Alejandro Vera encontró una de las tres partituras que existen en el mundo.

La cartelera de este año tendrá foco en los intérpretes nacionales y marcará el debut de una nueva orquesta barroca nacida en el seno del Instituto de Música UC. Asimismo, se contará con una instrumentista chilena que es miembro de la Accademia Bizantina y con un proyecto de colaboración entre un exponente de la música popular y especialistas en la interpretación históricamente informada.

Radio Beethoven conversó al respecto con Rodrigo Díaz, director artístico del FIMA, integrante de Syntagma Musicum y director del Coro Madrigalista de la Usach.

«La próxima versión del Festival Internacional de Música Antigua de la Universidad de Santiago de Chile nos trae múltiples novedades: conferencias, estrenos absolutos de obras, el lanzamiento de un disco y también el debut de nuevas agrupaciones dedicadas al género. El musicólogo Alejandro Vera, la violinista Ana Liz Ojeda, el tenor Rodrigo del Pozo, el cantautor Nano Stern y agrupaciones como La Consonancia, los Ministriles del Huelén, la Orquesta Barroca Oriente, el Coro Usach, el Coro Madrigalista y Syntagma Musicum de la Usach, nos entregarán en una semana una muestra del acontecer de la música antigua en Chile, con repertorios tan variados que van desde la música renacentista del siglo XVI hasta el barroco tardío del siglo XVIII», adelanta Rodrigo Díaz.

Hablemos sobre las mayores novedades de la décimosexta edición del FIMA.

«Hay varias novedades. Hay una conferencia, un lanzamiento de un disco con una obra que no se había editado hasta ahora y el estreno de esa misma obra en vivo; la zarzuela barroca Destinos vencen finezas. También tenemos algunos conjuntos que hacen su debut, como la Orquesta Barroca Oriente, que son profesores de la Universidad Católica, y habrá una colaboración artística entre el cantautor Nano Stern y el grupo La Consonancia; estará Ana Liz Ojeda, que es una extraordinaria violinista, miembro estable de la Accademia Bizantina y que por primera vez nos visita al festival. Actuará un conjunto de ministriles chileno que es el primero del país y también actuará el tenor Rodrigo del Pozo, que es uno de los tenores más importantes en el área de la música antigua, tanto en Chile como a nivel internacional».

Conversemos primero sobre la zarzuela Destinos vencen finezas, de Juan de Navas. Entiendo que el musicólogo Alejandro Vera, profesor del Instituto de Música UC, encontró la partitura en la Biblioteca Nacional. Hablemos de ese descubrimiento y también del valor musical de esta obra, además del hito histórico que representa el estreno en tiempos modernos.

«Éste será justamente el estreno en tiempos modernos de esta zarzuela que se publicó en Madrid en 1699. La editó la imprenta de música de José Torres, que era una una de las más importantes, y se estrenó en su época en el Palacio Real, para celebrar el cumpleaños de Carlos II. Esta obra de alguna manera llegó a Chile. Según Alejandro Vera, el mismo Juan de Navas, dice en su testamento que la envió y que le dieron unos dineros de las Indias, es decir, de América. Entonces él piensa que ese dinero que se le pagó a Juan de Navas debe corresponder a esta edición que se encontró en Chile. Su música es muy linda, con varios coros, con solos muy lindos y con una instrumentación bastante interesante para la España Barroca de esa época, ya que es una pequeña orquesta que tiene oboes barrocos, un consort de oboes, fagot y un clarín, y que también tiene una viola d’amore. Al parecer eran algunos gustos que tenía la reina, porque estos instrumentos que no eran muy utilizados en España se incorporan en esta partitura». 

El interés de escuchar ahora Destinos vencen finezas, ¿radica más en el interés de poder oír una obra de Juan de Navas, por la importancia que tuvo este compositor español, o más bien radica en que es una obra que no se ha presentado antes en Chile?

«Bueno, es una obra que al parecer no se ha presentado en ninguna parte del mundo. He estado buscando referencias de otro estreno en tiempos modernos, y no se ha presentado en ninguna otra parte del mundo. Además, la grabación que hicimos para el disco también es la primera que se hace. La importancia está en que es una obra que se encontró acá en Chile, creo que sólo existen otras dos ediciones, una en Madrid y otra en Dijon. Es una música que corresponde al estilo español, pero también con cierta influencia del estilo italiano, por la instrumentación, y un poco de influencia francesa también, por la utilización de los oboes. La importancia está en rescatar un patrimonio que es primera vez que se hace y que es también de una calidad bastante buena, musicalmente hablando». 

Este estreno será a las 19:30 horas del lunes 25 de abril, justo después de al conferencia al respecto de Alejandro Vera, que partirá a las 18.00 horas. Entiendo que estrenarán esta zarzuela Syntagma Musicum y el Coro Madrigalista de la Usach, más invitados, con la codirección de Franco Bonino y usted, y que contará con régie, ¿no?

«Claro, tendrá una puesta en escena del regisseur Gonzalo Cuadra, quien está haciendo un trabajo con los cantantes del Coro Madrigalista, que son nueve cantantes que cantan como coro pero también como solistas, porque hay personajes».

La música de Destinos vencen finezas es de Juan de Navas, español, y el libreto es de Lorenzo de las Llamosas, peruano. En mi muy escaso conocimiento respecto de las zarzuelas, creo que suelen tener un carácter cómico. ¿Es el caso también de esta zarzuela barroca?

«En esta época, la zarzuela estaba más emparentada con el teatro español, entonces muchas veces los cantantes eran los mismos actores o actrices. No eran cantantes profesionales. Sin embargo, está bastante bien escrita para cantantes de muy buen nivel. Tiene partes que son textos hablados, y hay partes que son cantadas; vamos a interpretar todo lo que fue grabado para el disco, que es la parte cantada. Es decir, la parte musical, y como parte de la régie que está haciendo Gonzalo Cuadra, va a haber una narración que hilará estas escenas musicales».

El disco Destinos vencen finezas, que por sí mismo es un hito editorial, es publicado por Aula Records, el sello de la Universidad de Santiago de Chile. Cuenta con arte de Francisco Meneses y se podrá adquirir en el mismo concierto del estreno, el lunes 25 de abril. Ver nota al respecto aquí.

Nuevas agrupaciones de hoy comprometidas con la música temprana

El Festival Internacional de Música Antigua (FIMA) de la Universidad de Santiago de Chile es el evento fundamental en nuestro país en estos repertorios. Sus raíces se hunden a fines de los años 70, cuando surge la Sociedad Chilena de Música Antigua y muy en particular, con la fundación en 1978 de Syntagma Musicum, conjunto que se integró a la Usach en los años 80.

Con el impulso de Arturo Junge y a través de una alianza de la Usach, la Liga Chileno-Alemana y la embajada de Alemania en Chile, ya en 1993 se realizó la primera edición de este Festival de Música Antigua, que se efectuó en forma estable hasta 2004.

En 2014, la Universidad de Santiago retomó el FIMA y lo ha venido haciendo todos los años con una pausa obligada entre 2019 y 2020, debido al estallido social y la pandemia. Ahora, tras una edición virtual el año pasado, el Festival Internacional de Música Antigua de la Usach vuelve a recibir público presencial con una propuesta curatorial de excelencia, como ha sido su sello.

El encuentro ha sido escenario de los más destacados solistas y conjuntos chilenos de este ámbito de la música, articulándolos, además, con invitados de primerísima línea a nivel mundial. Por ejemplo, el laudista estadounidense Hopkinson Smith, y los también laudistas Joachim Held de Alemania y Jan Cizman, de la República Checa, así como el clavecinista holandés Léon Berber, el cornettista español José Antonio Martínez y el director argentino Juan Manuel Quintana.

Lo mismo ha sucedido, en estos casi 20 años de la nueva vida del FIMA: ya en 2014 trajeron a Musica Fiorita (Suiza) y Forme Antiqva (España), para seguir después con invitados tan estelares como los Ministriles de Marsias y Musica Alchemica, de España, y el debut en nuestro país de ArteMandoline, de Italia y de la orquesta barroca francesa Les Passions. Se han sumado, entre otros, el Conjunto de Música Antigua de la Universidad Católica del Perú y el Coro de Cámara de la Universidad Adam Mickiewicz de Poznań (Polonia).

La excelencia artística vuelve ahora a ser la tónica, con un foco nacional que tiene, además, un acento en la actividad que desarrollan fuertemente algunas universidades de nuestro país.

El martes 26 de abril, Ministriles del Huelén, que integran Patricio Cano (bajón), Paula Perales (bajoncillo), David Pérez (chirimía) y Franco Bonino (cornetto), junto a Juan Orellana (percusión), abordarán repertorio hispanoamericano de los siglos XVI y XVII. Actuarán con nueve integrantes del Coro Sinfónico Usach, que dirige Andrés Bahamondes. «Éste es el primer grupo chileno de ministriles», destaca Rodrigo Díaz.

Cuesta imaginarse la combinación sonora de vientos coloniales y voces, tengo la sensación de que esa memoria sonora se perdió, si es que la tuvimos en nuestro país. ¿Qué nos puede decir al respecto?

«Estos conjuntos se llamaban consort de alta cappella porque se reunían para tocar en las catedrales. Hay mucha iconografía de estos consort haciendo música con con coro, y el cornetto se relaciona mucho con la música vocal. Aunque también podían hacer cosas al aire libre, se agrupaban siempre en las iglesias, en las catedrales, tanto españolas como acá en América. Esta sonoridad estaba muy viva en el siglo XVI, es decir, en la Colonia, y se siguió utilizando inclusive en el siglo XVII».

El miércoles 27 de abril, debutará en el FIMA la violinista chilena Ana Liz Ojeda, quien desde 2007 es parte de la Accademia Bizantina. Junto con Oriana Silva, la concertino de la Orquesta Usach y académica del Instiuto de Música UC, en violín, con Sebastián Mercado en violonchelo y Jaime Carter en clave y órgano, abordarán obras de Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi. «Ana Liz Ojeda quiso conformar un concierto con más músicos de acá para tener más posibilidades de repertorio», señala el director artístico del FIMA.

El viernes 29 de abril, se escuchará el resultado de una colaboración artística entre Nano Stern y La Consonancia. Actuarán en formato de quinteto, con la dirección del guitarrista y tiorbista Cristian Gutiérrez, e interpretarán obras de Barbara Strozzi, Girolamo Frescobaldi y Claudio Monteverdi. La Consonancia es integrado por docentes de la carrera de Interpretación en Música Antigua de la Universidad Alberto Hurtado, carrera que Cristián Gutiérrez dirige.

¿Será el debut de La Consonancia en el festival? ¿Cómo funciona la fusión entre estos especialistas en interpretación histórica y Nano Stern?

«Sí, es primera vez que actúan como grupo en el festival. Ahora, cada uno de los músicos de La Consonancia tiene harta experiencia: Luciano Taullis, Raúl Orellana, el mismo director, que es Cristián Gutiérrez y Antonia Sánchez, que es oboe barroco. Me enteré hace varios meses que Cristián Gutiérrez tenía una un proyecto con Nano Stern y hace tiempo que nosotros pensábamos también tener una un espacio de este tipo en el festival, un poco para captar nuevas audiencias, a través de esta alianza entre lo popular y la música antigua, que se da en otras partes también, porque es interesante ver qué pasa. Nano Stern es un tremendo músico, es cantautor y toca también un instrumento tradicional sueco que se llama nyckelharpa. Además de cantar, él va a tocar con el conjunto. Yo no sé cómo suena, pero como todos son grandes músicos, estoy seguro de que va ser muy bonito».

El quinto concierto programado en la décimosexta edición del FIMA se realizará el sábado 30 de abril y también seremos testigos de una nueva alianza musical. El tenor y profesor del Instituto de Música UC Rodrigo del Pozo, actuará con el guitarrista y tiorbista Rodrigo Díaz. Interpretarán obras de fines del siglo XVII, de Bellerofonte Castaldi, Sigismondo d’India y Francesco Corbetta.

¿Han actuado ambos juntos y éste será un reencuentro, o será la primera vez que usted y Rodrigo del Pozo actúen como dúo?

«Solos no hemos hecho nunca un concierto como dúo. Sí hemos hecho cosas con otras agrupaciones, con Les Carillons, por ejemplo, y con el coro hicimos cosas de Monteverdi. Alguna vez fuimos al Festival de Chiquitos.. Pero hace tiempo que no trabajábamos juntos; es primera vez que hacemos dúo de canto y tiorba y guitarra».

En ese viaje al Festival de Chiquitos que menciona el tiorbista, de hecho, estrenaron Las vísperas solemnes de San Juan Bautista de Roque Ceruti, en 2010.

«Tú sabes que Rodrigo del Pozo estudió guitarra en Chile y después se fue a estudiar laúd a Inglaterra. Ahora, él va a tocar también una guitarra renacentista. O sea, va a ser instrumentista y cantante también», revela Rodrigo Díaz. De esta manera, explica, se combinará en algunos momentos tiorba y guitarra de cuatro órdenes, instrumento de origen renacentista cuyo uso se extendió incluso al Barroco, y en otros momentos, la guitarra barroca y la guitarra de Del Pozo.

El cierre del XVI Festival Internacional de Música Antigua de la Usach será el lunes 2 de mayo, con el debut de la Orquesta Barroca Oriente, ensamble que lidera el violinista Gonzalo Beltrán, académico del Instituto de Música UC, y que nació justamente en ese instituto. Se consagrarán al Barroco tardío, con Johann Sebastian Bach, Pietro Locatelli y Antonio Vivaldi, y estrenarán en Chile el Concierto en Sol menor para clave, cuerdas y bajo continuo de Wilhelmine von Bayreuth.

Resulta particularmente atractivo que sigan surgiendo nuevos conjuntos en este ámbito, que en Chile haya una nueva orquesta barroca.

«La idea del festival este año es darle el espacio a los conjuntos chilenos y que se den a conocer. En algún momento se contactaron conmigo de este conjunto para ver la posibilidad de tocar, porque querían hacer su debut, y qué mejor que un festival de música antigua. Son todos músicos ya bastante consagrados a nivel nacional y con un repertorio muy interesante, con el estreno incluso de un concierto para clavecín. La Orquesta Barroca Oriente es una orquesta de cuerdas, con instrumentos que son copias históricas. Es interesante escuchar una nueva propuesta artística y de gente que tiene experiencia en este género».

Antes de la pandemia, ¿con qué periodicidad estaban realizando el festival?

«Hasta 2018 lo estábamos haciendo anual, todos los años. Pero vino el estallido social y tuvimos que suspenderlo en 2019, porque lo íbamos a hacer en noviembre. ¡Incluso venía Jordi Savall! Luego intentamos hacerlo en abril, y vino la pandemia, Con todo esto de la pandemia, hicimos la siguiente versión, en enero de 2021, como un festival online; grabado, con conjuntos chilenos e internacionales. Y este año nos atrevimos a hacerlo presencial pensando que iba a mejorar la situación, y afortunadamente pudimos hacerlo. Pero no nos atrevimos a traer muchos invitados internacionales, salvo Ana Liz Ojeda, que es chilena y vive en Italia. No nos atrevimos porque era poco práctico; debemos organizar esto con mucha anticipación, y si falla por aforos, por brotes de pandemia, sería muy complicado».

¿Qué aforo tendrán en el Teatro Aula Magna para este festival?

«Para este festival no hay limitaciones de aforo, sí se requiere el uso de mascarilla y el pase de movilidad».

Entonces se podrá inscribir bastante gente. El acceso es liberado, así que los recursos no son una limitante. Y ustedes tienen más de 500 butacas, además de la mejor acústica natural de Santiago, según los especialistas.

«Sí, se puede inscribir harta gente, Y la gente que no se inscriba, la gente más adulta, que no tiene internet o mucha experiencia en esto, igual puede llegar, obviamente teniendo el pase de movilidad y podrá ingresar. Nuestras puertas están abiertas para todas las generaciones. Claro que es más fácil y más rápido a través del formulario».

En esta edición del festival se hace evidente un cruce entre distintos mundos académicos e intérpretes, varios son profesores universitarios. Es interesante esta colaboración entre instituciones que tienen un foco similar, en ofrecer música de manera gratuita y hacer investigación, como la Universidad Católica y la Usach.

«Creo que el festival va en esa línea a futuro; en crear ciertas alianzas institucionales. No sólo está la Universidad Católica, también está la Alberto Hurtado, y la misma Universidad de Santiago. Otros años hemos hecho cosas con la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad de Valparaíso, la Universidad Viña del Mar, la Universidad Austral… Queremos crear esas redes entre académicos y músicos de todas estas instituciones que como tú bien dices son las que están más preocupadas del acontecer cultural y dar cultura gratuita, además de incentivar los movimientos artísticos como éste. Es la línea que nosotros hemos querido seguir y obviamente este año se da con mayor fuera por la situación de la pandemia, porque siempre al menos la mitad de los conjuntos invitados al festival han sido nacionales».

Me parece que hay otra cosa en común entre la UC y la Usach. Ambas entregan gratuitamente conciertos a la ciudadanía, y son las únicas que no suspendieron esa entrega ante las restricciones sanitarias de la pandemia. Las dos se reconvirtieron y mantuvieron su actividad constante, sin brechas temporales. El Instituto de Música UC transmitió en streaming, primero registros, y luego conciertos nuevos sin público, en vivo. En Extensión de la Usach le dieron una vuelta de tuerca a la situación y crearon un programa de televisión que es estupendo, con grabaciones de todos sus músicos, con entrevistas y con una edición de primer nivel: Conciertos Usach, que siguen desarrollando ahora. Creo que es una fortaleza ese compromiso con las audiencias y es también entender que se trata de una misión.

«Sí. La situación de la pandemia obligó a reinventarse. La Católica tiene una actividad académica también, pero nosotros no enseñamos música. Entonces teníamos que darle actividad a los elencos. Andrés Zúñiga (director del Departamento de Extensión Usach) tiene mucho que ver con el área audiovisual y por suerte creó estos programas que fueron muy bien recibidos. En situación de pandemia absoluta, había momentos en que estábamos en Fase 2 e igual grabábamos. Hicimos actividades como pudimos».

¿Le gustaría invitar a los auditores de Radio Beethoven al Festival Internacional de Música Antigua de la Usach?

«Invito a todos los auditores de Radio Beethoven a participar en este gran evento y vivir la maravillosa experiencia de escuchar los sonidos del pasado, conociendo la más amplia gama de instrumentos históricos de los siglos XVI al XVIII y a los mejores músicos y especialistas dedicados al género, en un repertorio exquisito que pueden escuchar en una de las mejores salas acústicas de Santiago, como es el Aula Magna de la Universidad de Santiago de Chile».

Por Romina de la Sotta Donoso | 23-04-2022.