Reportaje: Bibioteca del Congreso celebra 40 años de la última visita de Claudio Arrau a Chile
mayo 9, 2024
El célebre artista no sólo dio conciertos en su última visita a nuestro país, sino que tuvo encuentros con quienes eran entonces jóvenes estudiantes y hoy son destacados intérpretes. Esa experiencia que marcó sus vidas será ahora compartida con el público en un ciclo de recitales y conversatorio que organizan Diego Matte, director de la Biblioteca del Congreso Nacional. Aquí, el abogado entrega más detalles del evento, al igual que el pianista Luis Alberto Latorre.
photo_cameraClaudio Arrau en Chile, en 1984. Foto: Arrauhouse.org.
La Biblioteca del Congreso Nacional fue la primera institución que recordó, efectivamente, que en este mes de mayo se cumplirían 40 años desde la última visita a Chile del célebre pianista Claudio Arrau. Su director, Diego Matte, diseñó junto al pianista Luis Alberto Latorre un ciclo de conciertos y conversatorio justamente para celebrar el profundo impacto que causó en nuestro país esa visita.
El abogado y el profesor del Instituto de Música UC ya habían trabajado colaborativamente mientras Diego Matte fue director, entre 2015 y julio del año pasado, del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, entidad que administra la Orquesta Sinfónica de Chile, cuyo solista en piano es Luis Alberto Latorre. Ambos, por ejemplo, crearon el Ciclo de Piano del CEAC, cuya séptima edición se iniciará en junio.
A diez años de asumir la dirección de la Biblioteca del Congreso Nacional, Diego Matte lidera ahora esta nueva iniciativa que viene no sólo a rendir homenaje a uno de los más célebres pianistas de todos los tiempos, sino también a recordar el rol cultural que dos poderes del Estado jugaron en el inicio de la carrera del mundialmente reconocido Claudio Arrau.
El foco estará en lo que representó esa visita para los jóvenes estudiantes de piano que entonces tocaron para el célebre artista, entonces de 81 años de edad, en una clase magistral que fue también una conferencia y un encuentro con el mundo pianístico local. Fueron tres; el mayor no superaba los 25 años y el menor tenía 17. Ahora, dos de ellos compartirán con el amplio público dos dimensiones de esa experiencia. Hablarán de ello en un conversatorio y, además, ofrecerán recitales, exhibiendo así, el calibre interpretativo que ostentan el día de hoy, 40 años después de un encuentro que marcó sus vidas.
Este ciclo de recitales y conversatorio se iniciará el 13 de mayo y serán tres sesiones, siempre a las 17 horas del día lunes, en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional en Santiago (Catedral 1158). Las inscripciones son gratuitas y se realizan en bcn.cl.
El 13 de mayo, Edith Fischer, quien estudió con Claudio Arrau en Nueva York, ofrecerá un recital de 30 minutos y a continuación participará en un conversatorio sobre el impacto de la visita del célebre artista a Chile en 1984, junto con los pianistas Felipe Browne y Luis Alberto Latorre, quienes participaron como estudiantes en la clase encuentro que el maestro Arrau lideró en ese año. También participará el director Juan Pablo Izquierdo, quien condujo el concierto que ofreció Claudio Arrau junto a la Filarmónica de Santiago en la Catedral hace 40 años. El 20 de mayo actuará Felipe Browne y el 27 de mayo, Luis Alberto Latorre.
Radio Beethoven conversó al respecto con Diego Matte y Luis Alberto Latorre.
Diego Matte, director de la Biblioteca del Congreso Nacional, antes dirigió el CEAC de la Universidad de Chile (2015-2023) y el Museo Histórico Nacional (2011-2014).
¿Le gustaría comentar cuál es el estrecho vínculo que une a Claudio Arrau, y lo que él representa, con el Congreso y también, por extensión, con la Biblioteca del Congreso?
«Efectivamente, la Biblioteca del Congreso y también el Congreso Nacional, tienen un vínculo histórico muy especial porque fue don Pedro Montt, el Presidente de Chile quien invitó a Claudio Arrau a dar un concierto en el Palacio de La Moneda a Claudio, cuando una familiar de la madre de Arrua le escribió para contarle de este prodigio. Y fue el Presiente Montt que quien pidió al Congreso Nacional la aprobación de una beca especial para que fuera a aprender a Alemania con Martin Krause que era uno de los discípulos directos de la línea de Beethoven. Y Pedro Montt fue también el fundador de la Biblioteca del Congreso, en 1883. El hecho de que haya sido el Congreso Nacional el que haya dado el apoyo para esta beca fue muy importante y decisivo. Lo que se puede leer de la historia es que había cierto escepticismo frente a que un niño de seis años tuviera este nivel de talento. Y Claudio Arrau, de hecho, dio un concierto para los parlamentarios acá en el edificio para convencerlos definitivamente, y el Congreso volvió a renovar la beca dos años después. Por eso hay un vínculo especial con el apoyo que se dio a un artista de esta categoría, y eso se siente».
¿Cuán importante es para la Biblioteca del Congreso mantener viva la memoria de una figura artística tan importante como Claudio Arrau, y su vínculo con la sociedad chilena, a través de los testimonios de pianistas chilenos que hoy son consagrados y que conocieron a Arrau siendo aún muy jóvenes estudiantes?
«Creo que para el país es muy importante conocer estos hitos, estas historias detrás de los apoyos que en algún momento nuestro país daba a artistas emergentes, sobre todo un niño prodigo de seis años, para llegar a un nivel de excelencia como el que tuvo Arrau, con el impacto mundial, internacional, y la enorme influencia que ha tenido en nuestro país, porque en Chile existe una tradición de excelentes pianistas que hoy día se ve reflejada en maestros como Luis Alberto Latorre, Gustavo Miranda, Alfredo Perl, Roberto Bravo, Mahani Teave y muchos más. Que algunos fueron alumnos, como la misma Edith Fischer, y en el caso de Luis Alberto Latorre y Felipe Browne, pudieron compartir esas experiencias en su visita. Eso obviamente significó para ellos un momento muy inspirador, que les confirmó su vocación, con un Claudio Arrau que era muy receptivo y muy generoso con su tiempo. Eso yo creo que marcó un hito para ellos, para convencerse definitivamente de su compromiso con el desarrollo de la música. Esos hitos son importantes para que las nuevas generaciones también conozcan la historia, conozcan la trayectoria de estos artistas y que asimismo los pueda inspirar y puedan entender que con el talento, pero también con el apoyo de ciertas instituciones, de ciertos personajes que tienen la capacidad de reconocer el talento, se han podido lograr grandes cosas en nuestro país».
¿Como director de la Biblioteca del Congreso Nacional, qué les diría a los auditores de Radio Beethoven, como invitación a este ciclo?
«Quisiera invitar a todos los auditores de la Radio Beethoven a que nos acompañen en este ciclo de tres conciertos y un conversatorio inicial, en la Biblioteca del Congreso Nacional, es decir, en el Salón de Honor del edificio del Ex Congreso. Estaremos junto al presidente del Senado, el senador José García Ruminot, los maestros Juan Pablo Izquierdo, Edith Fischer, Luis Alberto Latorre y Felipe Browne, con quienes vamos a recordar y conmemorar la última visita de Claudio Arrau a nuestro país, en la cual dio dos magníficos conciertos en el Teatro Municipal y en la Catedral de Santiago, así como un sinnúmero de actividades educativas, formativas, y de encuentros con artistas y con gestores, en Santiago y en regiones también. Los invitamos a todos, inscríbanse gratuitamente en bcn.cl, aquí los estaremos esperando para recordar al gran e inigualable maestro Claudio Arrau».
En la recordada última visita de Claudio Arrau a Chile, Luis Alberto Latorre estaba terminando la carrera de interpretación en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Estaba preparando, recuerda, su examen de titulo. Fue uno de los tres estudiantes elegidos para participar en la clase-encuentro que dio el célebre artista en mayo de 1984, junto con Felipe Browne, que estudiaba en el Instituto de Música UC, y Luz Manríquez, alumna de Elena Weiss en la Escuela Moderna de Música.
«Fue su última visita a Chile, porque murió en 1991. Cuando vino, él tenía 81 años, es increíble. La idea de este ciclo surge en conversaciones con Diego Matte, hablamos sobre lo importante que fue la clase-encuentro que hizo lo que era el Salón Filarmónico en esa época y que ahora es la Sala Claudio Arrau, en el segundo piso del Teatro Municipal de Santiago. Entonces se nos ocurrió que estos pianistas diéramos un recital, rememorando que en esa época éramos alumnos. Conversé con Luz Manríquez pero está en Estados Unidos, le es muy difícil venir y está en una labor muy camerística, no está haciendo recitales», detalla Luis Alberto Latorre.
«Y se nos ocurrió invitar también a una persona que está en estrecha relación con la pedagogía de Arrau que es Edith Fischer, porque fue de sus alumnas más cercanas, así como Roberto Bravo también. E invitamos a Juan Pablo Izquierdo porque dirigió a la Filarmónica en el Teatro Municipal con Arrau, en el primer concierto que se hizo en ese momento en Chile. Izquierdo tuvo la oportunidad no sólo de conocerlo, sino que de compartir y ensayar con él, entonces la experiencia de Izquierdo con Arrau fue muy grande. El otro director que trabajó entonces con él y con la Sinfónica de Chile fue Víctor Tevah, que está fallecido», agrega el académico UC.
Claudio Arrau volvió a Chile el 10 de mayo de 1984 y estuvo quince días en el país. En el Teatro Municipal, interpretó el Primer Concierto de Brahms, y en la Catedral, con Juan Pablo Izquierdo, el Concierto Emperador de Beethoven. Ambos fueron transmitidos por Televisión Nacional.
Latorre y Browne profundizarán en el conversatorio sobre cómo fue esa clase.encuentro, qué les dijo el maestro Arrau y en las repercusiones en sus vidas, hasta el día de hoy, de ese diálogo.
«Nosotros tocamos y él hizo comentarios pedagógicos muy importantes. Yo toqué la Sonata Op. 5 de Brahms, el primer movimiento nomás, Felipe si no me equivoco tocó un Preludio de Debussy», apunta Latorre.
Hacía 17 años que no estaba en Chile. «Él había dicho que por ningún motivo venía hasta que no hubiera democracia. En 1983 le dieron el Premio Nacional de Arte, y Mario Baeza, que fue el que más insistió en que viniera, hizo una verdadera cruzada. Se hizo una pianotón de 24 horas, día y noche, donde tocamos en lo que era el Paseo Huérfanos en esa época, básicamente rogándole a Arrau que viniera», revela Latorre.
¿Hicieron esa pianotón para que él supiera que la habían hecho?
«Claro, queríamos que viniera a tocar a Chile y que conociera a las nuevas generaciones. Y, de hecho, él viene por eso, más que nada, para conocer a las nuevas generaciones y tocarle al público chileno. Arrau había venido muchas veces, Tocaba en teatros como el Caupolicán en esa época, y siempre estaba repleto de gente, por supuesto. Hacía conciertos educativos. Y siempre hablaba de Chile. Bueno, está enterrado en Chile, podría estar enterrado donde hubiera querido, pero finalmente era muy sencillo. Esto de la dictadura fue una cuestión muy terrible para él, entonces no quería venir, pero finalmente vino y así lo conocimos. Yo por ejemplo, no lo habría conocido, porque él murió en 1991, o sea, hubiera sido muy difícil que hubiera alcanzado a venir justo en 1990».
Apareció, por cierto, en la campaña del No, de 1988. «Creo en la democracia»; decía. Internacionalmente reconocido como un demócrata, en los años 80, Claudio Arrau ya era considerado uno de los grandes pianistas del siglo XX, a nivel mundial. Y 1982 había sido declarado como «El año de Claudio Arrau», con una serie de homenajes en vida. Se celebró su cumpleaños, en febrero, en el Lincoln Center de Nueva York, y Philips lanzó una colección de 58 discos completamente dedicado a las grabaciones del pianista chillanejo. Asimismo, una serie de piezas de Chopin grabadas por Claudio Arrau fueron elegidas para el primer disco de compacto que se vendió a público, también en 1982, por Polygram. Él fue el músico elegido para ese primer histórico volumen que inauguraba un nuevo formato después del vinilo y del caseette. No otro.
Mario Baeza, figura fundamental de la música coral chilena, lo postuló al Premio Nacional de Artes Musicales y se reunieron 5 mil firmas de apoyo, entre ciudadanos, artistas e intelectuales. El galardón fue dirimido en agosto de 1983.
«Claudio Arrau era una figura fundamental en nuestras vidas. O sea, yo crecí con los discos de Arrau, fue muy emocionante verlo ahí en la clase-encuentro», confiesa Luis Alberto Latorre.
«Estaba lleno. Yo era un atado de nervios porque, para empezar, estaban todos los profesores de la Católica, todos los profesores de la Chile, todos los profesores de todas las instituciones de piano de este país, desde otras regiones también. Era como un examen y en las fotos se ven muchos cabros chicos que ahora son pianistas, estaban todos nuestros compañeros, estaba la prensa, estaban los canales de televisión. Fue una cuestión terrible. Cuando vino Arrau, el suceso fue impresionante. Lo entrevistan y lo muestran desde que se baja del avión en el aeropuerto antiguo de Pudahuel y lo recibe un grupo de niños que cantan. El concierto de la Catedral para mí es el mejor concierto, con el Cuarto y el Quinto conciertos de Beethoven y con Víctor Tevah. Fue, increíble. Después hizo recitales de piano y fue a Chillán, y allá estuvo en la Escuela de Chillán, en varias partes», detalla.
¿Por qué fue impactante la visita de Arrau para el mundo pianístico chileno?
«Para empezar, para todo el mundo pianístico, Claudio Arrau era una figura clave desde nuestros inicios, en las clases, en el estudio. Por lo tanto, cuando llega Claudio Arrau a Chile ya es una figura no sólo mundialmente conocida, sino que una tremenda figura en nuestra formación pianística. Lo que sucedió en su visita a Chile fue muy importante porque él no sólo dio recitales y tocó, sino que además tuvo la gentileza de encontrarse con algunos de nosotros, entre ellos yo, que tuve el privilegio de conocerlo. Incluso tocamos música y él nos comentó, nos habló de música, nos habló de técnica, de piano, etcétera. Eso nos marcó profundamente, en cuanto a la relajación, en cuanto a cómo abordar una obra de mejor manera. Hay dos cosas importantes, una es lo que representa la figura de Arrau y la emoción que significaba para nosotros tenerlo ahí en vivo, para lo que nosotros estábamos haciendo y estudiando, y en segundo lugar la gentileza de él de encontrarse con la juventud de la época e interesarse y ver qué están tocando, cómo están tocando».
Uno se imagina que es importante porque es un referente de su disciplina, pero Arrau también era una figura global, un profundo demócrata. Él representa en su completud lo que uno se imagina de un artista contemporáneo.
«Claro, además tenía tremenda pasión por todo, desde la cultura precolombina hasta la pintura europea. Tenía una cantidad de libros impresionante, que muchos de ellos están en la Biblioteca del Museo de Chillán. Leía mucho, y para interpretar la música investigaba la historia, la vida de cada músico, y lo que estaba sucediendo en la sociedad en la época. Además, estaba vinculado bastante cercanamente a Martin Krause y, por ello, a Liszt. Arrau esuna figura símbolo en realidad».
Programación del ciclo Homenaje a Claudio Arrau de la Bibioteca del Congreso Nacional
Lunes 13 de mayo, 17 horas Salón de Honor del Congreso en Santiago (Catedral 1158). Inscripciones.
Recital de Edith Fischer Programa: Sonata Op.110 de Beethoven y dos preludios de Claude Debussy: La niña de los cabellos de lino y Fuegos artificiales. + Conversatorio con Luis Alberto Latorre, Felipe Browne, Edith Fischer y Juan Pablo Izquierdo.
Lunes 20 de mayo, 17 horas Salón de Honor del Congreso en Santiago (Catedral 1158). Inscripciones.
Recital de Felipe Browne Programa: Sonata nº23 Op.57, Appassionata, de Ludwig van Beethoven, y 24 Preludios Op.28 de Frédéric Chopin.
Lunes 27 de mayo, 17 horas Salón de Honor del Congreso en Santiago (Catedral 1158). Inscripciones.
Recital de Luis Alberto Latorre Programa: Nocturnos Op.9 nº1 y nº2, de Frédéric Chopin, cuatro Doloras de Alfonso Leng, y Variaciones Eroica y la Sonata Op.27 nº2 Claro de luna, de Ludwig van Beethoven.
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.
El director sueco debuta el 20 de octubre en el Ciclo Bach Santiago, con dos cantatas y un motete del genio barroco. Además, dirige en tres conciertos a la Orquesta de Cámara de Chile. ""Estoy tan contento por estar de vuelta y reencontrarme con todos mis amigos en Chile, tanto de la Orquesta de Cámara de Chile como de la Universidad Católica. Siempre han sido colaboraciones artísticas muy buenas", dice.
La excepcional intérprete e investigadora que ha sido premiada con el Diapaon dÓr y dirige el Museo San Colombano en Bologna, dará un recital de clavecín el 3 de octubre en la Temporada de la Fundación Guitarra Viva.
Una de las partituras más espirituales del célebre compositor estadounidense será interpretada junto al Ensamble Vocal Taktus que dirige Javiera Lara Salvador. Será el 4 de octubre en la Catedral de Santiago.
El domingo 29 de septiembre, la intérprete chilena dará un recital en Leipzig como cierre de una beca que le permitió tener en casa un clavicordio que perteneció a Herbert Collum. Abordará repertorio iberoamericano, con obras encontradas en Chile.