Pila Peña graba música para las infancias de Enrique Soro: "Es un legado musical muy importante, con muchas obras inéditas"
agosto 7, 2024
La pianista y educadora radicada en Francia está desarrollando un proyecto que implica un disco con piezas que pueden interpretar estudiantes y obras que rememoran la niñez. Estas nuevas ediciones fueron desarrolladas por Felipe Copaja, quien publicará un libro, de modo que se expanda este patrimonio sonoro a través de múltiples vías. Ya hay tres conciertos programados, en Santiago y Valparaíso.
Radicada en Francia hace prácticamente un cuarto de siglo, la pianista chilena Pilar Peña Queralt (1983) tiene un intenso trabajo docente como profesora de piano y de formación musical en el Conservatorio Paris -Vallée de la Marne, en Francia. Pero también mantiene una práctica como concertista. Y ahora retoma la musicología, ámbito en el cual cursó un máster, y que ya dio como frutos algunos artículos. Lo hace a través de un proyecto que vincula el rescate de una parte muy poco conocida de la producción de Enrique Soro y la enseñanza del piano con su propio trabajo como pianista.
El proyecto se titula «Enrique Soro al son de la niñez» y Pilar Peña ha trabajado codo a codo con Felipe Copaja, chelista e ingeniero civil eléctrico que ya ha hecho grandes aportes a la recuperación del legado de este célebre compositor chileno como editor de sus partituras (ver nota).
En lo concreto, se trata de un cedé que reúne grabaciones realizadas en pianos de la época de Soro, el cual se vinculará directamente con un libro dedicado a las nuevas ediciones de Felipe Copaja de esas mismas obras. Además, el proyecto incluye una serie de presentaciones pedagógicas en escuelas de Pedro Aguirre Cerda, así como conciertos para el público general, desde el 8 al 21 de agosto.
Pila Peña Queralt buscaba que este legado de Enrique Soro se expanda no sólo por medio de la interpretación, sino también a través de la docencia en piano.
«Esta experiencia es bastante particular porque es un repertorio que en su gran mayoría no ha sido grabado; hay obras inéditas de Enrique Soro, y es propuesto bajo una mirada pedagógica y también orientada al universo de la niñez, ya sea repertorio para ser tocado por personas que se están formando como repertorio de gran dificultad que tiene una remembranza de la infancia. Es un legado musical muy importante, con muchas obras inéditas. La verdad es que es un espacio para compartir, difundir y disfrutar nuestra herencia musical de este maravilloso compositor que es Enrique Soro», adelanta la pianista y educadora.
¿Qué la motivó a trabajar en torno a parte de la obra de Enrique Soro?
«Mi primera motivación es difundir el patrimonio musical chileno, sobre todo en el extranjero, dado que trabajo en Francia y siempre estoy en contacto con muchos colegas de muchas partes. La música chilena y latinoamericana, en general es difícilmente accesible. Entonces, en esta visión de rescate del patrimonio y de nuestra herencia musical, y buscando repertorio que sea acorde a ser presentado, me pareció siempre que Enrique Soro es un técnicamente un compositor de primer nivel, desde el punto de vista de la composición y desde el punto de vista del pianista, en cuanto al trabajo interpretativo y pedagógico que se puede hacer. Ésa es mi principal motivación para elegir a Enrique Soro para este proyecto».
Después de haberse titulado como pianista en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile con Clara Luz Cárdenas, en 2008, hizo un máster en musicología en esa misma universidad. En 2010, viajó a Francia, se perfeccionó y finalmente terminó quedándose por razones familiares. «Y he continuado mi carrera académica, y de enseñanza del piano y musical allá», apunta.
Más joven, en tanto estudió piano con Kenya Godoy y Carlos Araya. Y antes de irse a Francia, fue una activa intérprete en nuestra escena: tocó. por ejemplo, en los festivales de Música Contemporánea de la Universidad de Chile y de Música Contemporánea Chilena de la Universidad Católica, así como el Ai Maako y el Darwin Vargas de la Universidad Católica de Valparaíso. También ha actuado en los festivales Campos de Jordão, en Brasil, y Les Ritournelles, en Francia.
Su tema de tesis en el magíster en musicología, apunta, fue el vínculo entre los compositores chilenos y los discursos militantes.
En 2014 un artículo suyo fue incluido en el libro PalimpsestosSonoros de Eileen Karmy y Martín Farías.
«Sí, era sobre Gustavo Becerra, Luis Advis y Sergio Ortega. Hice eso, y también escribí un libro con Juan Carlos Poveda sobre Alfonso Leng y la construcción de la identidad moderna musical en Chile a principios del siglo XX. Ayudé y asistí, revisando partituras, a algunos colegas, pero cuando me fui a Francia dejé un poco de lado el aspecto de la musicología, que estoy retomando ahora a través de mi trabajo pianístico».
Pilar Peña aclara que el sistema francés de conservatorios es distinto del chileno: «Para poder tener el grado de profesor hay que hacer otro tipo de formación académica que está orientada a la enseñanza de la música en el sistema de conservatorios, entonces tuve que continuar mis estudios». Al entrar en ese universo, su interés se desplazó, desde el instrumento hacia la pedagogía y la enseñanza musical en los conservatorios.
«Por eso decidí hacer este proyecto con Enrique Soro y su repertorio para piano, y presentarlo de manera organizada, como un material accesible de manera que exista un soporte fonográfico y un soporte de partituras, y que esté presentado de manera adecuada para que los colegas puedan utilizarlo correctamente. Generalmente, cuando las personas fuera de Chile buscan este tipo de material no lo encuentran: o no hay grabación o no hay partitura, y si hay partitura es de pésima calidad, etcétera. Mi idea, trabajando en conjunto con Felipe Copaja, que hace la edición de la integralidad de partituras que van a ser presentadas en este cedé, era hacer un trabajo serio e íntegro que pueda proponer una oferta, un material accesible pedagógicamente y musical y artísticamente también».
En 2008, Pilar Peña Queralt interpretó el Concierto para piano y orquesta de Enrique Soro, como solista, con la Sinfónica de Antofagasta.
Este año, en marzo, hizo un recital de homenaje a Pablo Neruda con el barítono Ramiro Maturana y poco antes abordó a diversas compositoras junto a la soprano Soledad Mayorga en diversas localidades de Francia, tanto para público general como educativos. Con la misma soprano ofrecieron, a fines del año pasado, obras chilenas en la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos.
El proyecto «Enrique Soro al son de la niñez», en tanto, ya lo presentó con un recital en la embajada de Chile en París el 30 de mayo, y volverá a mostrar este repertorio en otro concierto en el cual participarán sus alumnos del Conservatoire Paris-Vallée de la Marne, en noviembre próximo.
El proyecto «Enrique Soro al son de la niñez», ¿fue desarrollado con financiamiento del Fondo de la Música?
«Sí, es un proyecto que tiene financiamiento del Fondo de la Música. Está orientado, como su nombre lo indica, hacia el universo infantil, en varios sentidos. Primero, el repertorio de Enrique Soro para ser interpretado en distintas etapas de la formación pianística, porque hay tres ciclos interesantes para distintos niveles pianísticos, desde el ciclo básico, y luego hay una serie de obras que van aumentando en dificultad, pero que siempre tienen alguna apelación hacia la infancia, ya sea por el nombre, por la dedicatoria o por el carácter. Entonces este trabajo propone una progresión a nivel técnico, de dificultades interpretativas, de análisis, etcétera, pero siempre en torno a la imagen de la niñez. Pensando también que cuando uno analiza los distintos tipos de composiciones orientadas a la niñez, siempre hay dos facetas en ese tipo de música. Primero, una faceta que es realmente material y que tiene una orientación pedagógica, y otra faceta que es el material que implica una remembranza de la niñez, pero que independientemente del nivel de dificultad técnica, no se orienta necesariamente a ser interpretado por niños o estudiantes porque necesita un nivel más profundo de madurez interpretativa. En este proyecto están esas dos facetas, ordenadas para que el material sea accesible. Es una vasta gama de repertorio de Enrique Soro, en ese sentido».
¿Cuántas piezas de Enrique Soro son las que se grabaron y editaron en este proyecto?
«Son 38 piezas en total, de las cuales ocho corresponden a repertorio para voces blancas y piano y eso lo incluimos. Este ciclo se llama Cantos Escolares y fue reconstituido, la partitura nos fue facilitada por Roberto Doniez de la Fundación Enrique Soro, así como todos los manuscritos y materiales sobre los cuales trabajamos con Felipe Copaja. Es muy interesante porque el repertorio para voces blancas no es abundante en la literatura musical chilena. Y es un muy bonito repertorio. Luego, dentro de los ciclos para piano solo, hay una pieza que se llama Orando Ave María, y de ésa también existe en una versión para voz y piano, que también va a ser interpretada en el cedé por voces de niños».
Para comprender qué tipo de material es, ¿nos puede describir desde la pieza más pequeña hasta la pieza más grande que se incorpora? ¿O son todas piezas muy cortitas? ¿Hay alguna obra grande, como una sonata por ejemplo?
«Hay obras grandes, pero no estilo sonata. Las más pequeñas son estas de los ciclos, por ejemplo, están las Tres Miniaturas para piano, que son las tres primeras piezas del libro y del cedé. Y la primera se llama Elsita, y es como un vals en tres cuartos, muy bonito, muy delicado, de nivel de ciclo básico, y luego el repertorio va avanzando. Hay dos cantos de cuna que se llaman Berceuse. Hay una pieza que se llama La Farfalle, que ya son piezas de una dificultad bastante más importante. Hay una pieza muy interesante, que tiene una dificultad con respecto a la dectura polifónica, que se llama Verdi enmascarado, en donde la melodía está puesta en medio de la trama polifónica de esta pieza. Están las Escenas de gatos, que son piezas ya bastante más difíciles y con un lenguaje diferente también; son armónicamente diferentes, hay notas agregadas en la armonía, y está el uso de la escala por tonos; hay mucho trabajo con la disonancia y se sale un poco de ese lenguaje más romántico armónico de Enrique Soro, entonces es muy interesante también. La última obra es un Scherzo que nunca ha sido editado, es decir, ésta es la primera vez que se graba, que se difunde, que se toca públicamente. Es un Scherzo en Fa sostenido menor, y ya es una obra más complicada, más larga, y todo. Pero no hay obras con varios movimientos. Las Escenas de gatos se pueden tocar las tres como ciclo completo y se entiende como una unidad, pero es factible tocarlas independientemente también».
Entonces, independiente del nivel de dificultad técnica o interpretativa, ¿se trata de piezas más bien breves?
«Claro, no hay piezas de larga duración».
¿Ninguna dura más de, digamos, seis minutos?
«Exactamente».
Entonces, tenemos que Felipe Copaja va a publicar el libro Soronidades de Infancia con las partituras de las mismas obras que usted grabó y publicará en el disco Al son de la niñez. ¿Por qué era importante que este material se publicara en un libro y un disco?
«Porque en Europa, cuando uno busca repertorio latinoamericano, chileno o de otros países latinoamericanos, el material al que uno puede acceder siempre le falta una parte o la otra. Es decir, hay muchas personas que buscan repertorio tratando de escuchar grabaciones en distintas plataformas y después de que las escuchan no tienen ninguna manera de acceder a las partituras. O bien, encuentran partituras de pésima calidad, de ediciones muy antiguas, con papel muy amarillo, difícilmente visibles, con una escritura que no es clara, con mucha revisión y dedajes y cosas que como se usaba antiguamente y que nos alejen de la noción urtext de las ediciones más modernas que se utilizan en este momento. Y eso frena mucho a la gente para poder hacer programas que incluyan este tipo de repertorio. Entonces la idea siempre fue hacer un link entre ambas cosas, de manera que si alguien llega a la grabación ahí dirá ‘usted puede encontrar las partituras en tal parte’. Y si alguien encuentra la partitura y necesita escuchar la música, siempre va a estar presente ahí ‘usted puede escuchar la grabación de este repertorio en tal parte’. Eso facilita el acceso al material y ayuda a difundir nuestro patrimonio».
O sea, el disco va a ser digital. ¿Pero habrá copias físicas?
«Va a haber copias físicas y también va a ser digital y puesto en las plataformas en líneas como Spotify. Y también la partitura está en una edición física y va a estar también accesible gratuitamente en el sitio de la Fundación Enrique Soro. Ése es el lugar de difusión de referencia en el que uno siempre va a buscar este tipo de materiales».
¿Cuándo estará el disco en plataformas digitales?
«A fines de agosto el material debería estar todo disponible».
Grabaron 38 piezas en este disco. ¿una parte significativa de ellas no había sido grabada antes?
Sí, más de la mitad no había sido grabada nunca antes. Y, particularmente, el Scherzo nunca se había tocado, igual que los Cantos Escolares y todo el material con voces blancas y piano. Todo eso es inédito. Es material nuevo».
Por razones estéticas, explica Pilar Peña, las obras se grabaron en pianos de la época de Enrique Soro. «Una parte del repertorio fue grabado en un piano Blüthner modelo 7 de 190 centímetros del año 1906, restaurado, particularmente los tres ciclos de piezas que tienen una orientación más pedagógica y que son los primeros. La segunda parte se grabó en un piano Steinway modelo A2 del año 1901, también enteramente restaurado, esto en el caso de las piezas de mayor dificultad que necesitan un poco más de brillo, una respuesta mecánica un poco diferente. Entonces hay una búsqueda de un sonido patrimonial acorde con el repertorio», detalla.
Las grabaciones se realizaron con la colaboración de Nikola Mrska, reconocido restaurador de pianos. En el caso del piano Blüthner, el registro se hizo en la casa de su propietario, y en el caso del Steinway fue en el taller de Nikola Mrksa.
Hasta ahora, según nos informa Pilar Peña, se han programado tres conciertos con acceso público. El primero será a las 12 horas del jueves 8 de agosto, en el Salón de Honor de la Academia Chilena de Bellas Artes, en el Instituto de Chile (Almirante Montt 453, metro Bellas Artes), con acceso liberado.
Ahora presentará este trabajo con música en vivo a las 12 horas del viernes en en Valparaíso. Participarán en esta actividad Felipe Copaja, quien hizo las ediciones, y Roberto Doniez, de la Fundación Enrique Soro. Luego habrá otra actividad, un concierto en el Museo del Sonido en Huérfanos 2024, el miércoles 21 de agosto a las 18 horas, con acceso liberado.
Luego, a las 12 horas del viernes 16 de agosto habrá una presentación del proyecto en el Aula Margot Loyola del Instituto de Música de la Universidad Católica de Valparaíso, ubicada en El Bosque 129, Valparaíso, actividad en la cual participarán el editor Felipe Copaja y Roberto Doniez, de la Fundación Enrique Soro. La entrada será liberada.
Se sumará, a las 18 horas del miércoles 21 de agosto, otro concierto en el Museo del Sonido. en Huérfanos 2919, también con acceso gratuito.
¿Qué les diría a los auditores de Radio Beethoven, como invitación a los conciertos que ofrecerá? ¿Qué tipo de experiencia vivirán?
«Van a vivir una experiencia de descubrimiento de un tipo de repertorio que no se ha presentado anteriormente. Van a tener acceso a escuchar las voces blancas acompañadas de piano, van a tener acceso a repertorio inédito de Enrique Soro que nunca ha sido publicado, de alto nivel también, principalmente el Scherzo en Fa sostenido mayor».
¿Podría profundizar en las obras que se escucharán?
«Claro. Las personas que vengan a estas actividades van a poder escuchar repertorio que pertenece a ciclos para niños, como por ejemplo, las Tres Miniaturas para piano o la Suite Mignon, también van a poder escuchar obras que son canciones de cuna, las Berceuse, así como las Escenas de Gatos y el Gran Scherzo en Fa Sostenido mayor, y al mismo tiempo van a poder descubrir el repertorio para voces blancas y piano presente en esta edición, que es muy interesante y completamente inédito y que representa un material bastante especial y diferente, dentro de lo que es habitual encontrar en la música chilena».
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.
El director sueco debuta el 20 de octubre en el Ciclo Bach Santiago, con dos cantatas y un motete del genio barroco. Además, dirige en tres conciertos a la Orquesta de Cámara de Chile. ""Estoy tan contento por estar de vuelta y reencontrarme con todos mis amigos en Chile, tanto de la Orquesta de Cámara de Chile como de la Universidad Católica. Siempre han sido colaboraciones artísticas muy buenas", dice.
La excepcional intérprete e investigadora que ha sido premiada con el Diapaon dÓr y dirige el Museo San Colombano en Bologna, dará un recital de clavecín el 3 de octubre en la Temporada de la Fundación Guitarra Viva.
Una de las partituras más espirituales del célebre compositor estadounidense será interpretada junto al Ensamble Vocal Taktus que dirige Javiera Lara Salvador. Será el 4 de octubre en la Catedral de Santiago.
El domingo 29 de septiembre, la intérprete chilena dará un recital en Leipzig como cierre de una beca que le permitió tener en casa un clavicordio que perteneció a Herbert Collum. Abordará repertorio iberoamericano, con obras encontradas en Chile.