Matilde Méndez: una nueva clavecinista para Chile que se está formando con Camilo Brandi en la UC
septiembre 26, 2024
El domingo 29 de septiembre, la intérprete chilena dará un recital en Leipzig como cierre de una beca que le permitió tener en casa un clavicordio que perteneció a Herbert Collum. Abordará repertorio iberoamericano, con obras encontradas en Chile.
photo_cameraMatilde Méndez. Foto: Hugo Muñoz Vergara
Matilde Méndez Zenteno (1997) está cursando su primer año de magíster en la Facultad de Artes UC. Es la única alumna en la mención en clavecín y estudia con Camilo Brandi, profesor del Instituto de Música UC. Su formación como pianista la completó en la Universidad de Chile, pero una clase magistral de Catalina Vicens en la Usach cambió su rumbo.
El 29 de septiembre, ofrecerá un recital de clavecín en Bergheim-Ahe, Alemania, como cierre de una beca que obtuvo el año pasado, mientras vivía en Leipzig. Será en el Pianomusem Haus Eller. Su programa es bien interesante, pues tocará música iberoamericana, con un especial foco en partituras encontradas en América Latina y Chile, además de un arreglo desarrollado por un académico de la UC de una canción de Víctor Jara.
Sobre este concierto que dará, sólo meses después de empezar a estudiar clavecín y sobre cómo se enamoró de ese instrumento, Radio Beethoven ha conversado con Matilde Méndez. También, respecto de sus futuros sueños .
Matilde Méndez comenzó sus estudios de piano a inicios de la década del 2010 en el Instituto de Estudios Secundarios de la Universidad de Chile, ingresó luego a la Universidad Católica y finalmente terminó la carrera en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile con Svetlana Kotova. Al magíster en interpretación musical en la UC entró en marzo pasado.
Ha actuado en el Ciclo de Jóvenes Pianistas y otras instancias de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), y también en la Sala América de la Biblioteca Nacional de Chile, la Sala Luksic UC y Sala Isidora Zegers. Como intérprete de piano, ha tenido un foco en el repertorio de la música chilena de tradición escrita, en particular, en autores como José Zapiola, Isidora Zegers, Vicente Bianchi y Luis Advis.
Ya en 2022 abordó a Johann Sebastian Bach: junto a la Orquesta de Cámara San Miguel interpretó el Concierto de Brandenburgo n°5 en Re mayor, BWV 1050 en la Iglesia San Francisco. En el ámbito de la gestión, creó y organizó la Semana Musical Vuelta la Culebra, en Valdivia, con dos ediciones: en 2019, con recitales de jóvenes intérpretes y charlas sobre compositoras, y en 2021 en forma remota.
Usted primero estudió piano, ¿en qué momento nace su interés por el clavecín?
«Cuando estaba en primer o segundo año superior de la carrera de piano, vi un anuncio sobre una masterclass de clavecín con Catalina Vicens en la Academia de Música Antigua de la Usach. Fui solamente por curiosidad, y fue amor a primera vista con el clavecín (ríe). ¡Sobre todo porque era con la misma Catalina Vicens! Desde ahí empecé a acercarme a estos instrumentos, a lo que es la música antigua. Pero hasta este año nunca había tenido clases formales y por eso el magíster fue clave para formalizar estos estudios».
¿Cuán importante era para usted hacer este magíster en la UC y, en particular, estudiar con Camilo Brandi?
«Muy importante, porque tengo entendido que es el único lugar en Chile que cuenta con los clavecines, con la infraestructura, y con el profesor de clavecín. Fue el momento preciso porque yo había terminado piano y justo se abrió este magíster. De hecho, soy la única estudiante de magíster en clavecín y la primera generación también. Fue perfecto, coincidió súper bien».
¿Cómo ha sido la experiencia de estos meses estudiando con Camilo Brandi?
«Ha sido súper buena. La guía de Camilo ha sido súper clara. Él es súper abierto y paciente con el tema del cambio de técnica del piano al clavecín, porque hay muchos temas, por ejemplo, el contacto con la tecla, que es totalmente contrastante respecto del piano. También me ha servido mucho el ramo que tuve con el profesor Eduardo Figueroa de improvisación renacentista y barroca, porque en el piano, que era el mundo del que yo venía, nunca me enseñaron a improvisar, y en el clavecín, que estoy haciendo ahora, es algo super importante para desarrollar la música. Ahora, por ejemplo, estoy haciendo música de cámara con dos claves, algo súper inusual y que nunca pensé que iba a hacer».
Entiendo que vivió en Leipzig el año pasado. ¿Cómo fue que sucedió eso?
«Tenía decidido terminar la licenciatura en piano, y después tenía el interés de entrar en el mundo de los teclados antiguos. Por eso terminé piano y dije ‘me voy a viajar, voy a conocer’, y me fui a Leipzig. Estuve casi un año allá, y elegí Leipzig porque es la ciudad de Bach y yo lo que más conocía, desde el piano, era Bach. Era casi lo único que se toca en piano en cuanto a Barroco, quizás un poco también de Scarlatti. Y Leipzig es una ciudad con mucho movimiento de teclados, de mucha música antigua. Por eso también postulé a una beca Chile Crea, me la gané, y ahora en diciembre empiezo con clases en Leipzig con Mechthild Winter, que es una profesora clavecinista especialista en Bach. Y volví de Leipzig en marzo para empezar el magíster acá».
Esas clases con Mechthild Winter corresponden a una suerte de pasantía durante diciembre y enero, con financiamiento de una Beca Chile Crea del Ministerio de Cultura, Artes y Patrimonio.
Entiendo que el concierto del 29 de septiembre será el primero que dará en un teclado antiguo. ¿Cómo surge esa oportunidad?
«Es el cierre de la beca Clavichord de Haus Eller, que es una colección que está en Bergheim, cerca de Colonia. La beca consistía en el préstamo de un clavicordio para tenerlo en casa, y a cambio uno tenía que hacerle difusión a este instrumento por las redes sociales. Hice videos, publicaciones con el clavicordio y todos los becarios ahora en septiembre tenemos que dar un concierto como cierre».
Ese instrumento estuvo diez meses en su casa en Leipzig. Fue construido cerca de 1925. Aquí hay más información sobre esa colección.
«El clavicordio es un instrumento que tiene una característica muy buena, que es que suena muy suavecito, entonces se puede estudiar de noche. Es súper cómodo para el estudio. Y otra característica bien especial es que se puede hacer vibrato, cosa que no se puede hacer obviamente en el piano ni en el clavecín. Lo especial de este clavicordio es que es prácticamente una pieza de museo, tiene casi cien años, fue restaurado obviamente por la colección y perteneció a un importante organista de Dresde, Herbert Collum, entonces es prácticamente una pieza de museo en el living de la casa (ríe)».
¿Cuáles son las diferencias entre un clavicordio y un clavecín?
«Las diferencias están en la producción del sonido. El clavicordio se parece más al piano, tiene un pequeño martillo que golpea la cuerda, y por eso también se pueden hacer pequeños matices, y en el clavecín se pulsa la cuerda. Ésa es la principal diferencia».
Hablemos del primer concierto, usted va a interpretar un repertorio en el cual ha puesto foco con bastante estudio, ¿no?
«Sí, es un programa que he preparado completamente con Camilo Brandi. Como soy la única latinoamericana dentro de los becarios, quise formular un programa con música iberoamericana, con Domenico Zipoli, que si bien él es italiano, fue un misionero jesuita y estuvo acá en Latinoamérica, por tanto su música circuló por acá también. Y voy a tocar unos manuscritos que se encontraron acá en los años 70, que es el Libro Sesto de María Antonio Palacios, que también Camilo grabó esta música, y lo interesante es que no se sabe si son manuscritos que fueron hechos en España o fueron hechos acá. También toco Scarlatti, Carlos Seixas, que es un barroco portugués, no muy conocido tampoco, y para cerrar el concierto voy a tocar una fuga de Alejandro Vera, musicólogo de la Universidad Católica, de El derecho de vivir en paz. Entonces quise terminar con algo propiamente de Chile».
Acá hay más información sobre ese concierto del 29 de septiembre, cuyo programa se titula «Un viaje por Iberoamérica». Para esta presentación, Matilde Méndez ha practicado varios meses en un clavicordio de la familia Huber. «Fueron muy amables en facilitarme su instrumento, el cual es muy escaso en Chile», destaca.
Después, el 12 de octubre, Matilde Méndez dará otro concierto, esta vez en piano. Será en en el Piano Centrum de Leipzig, y el programa incluirá obras a cuatro manos, que abordará con una colega.
«Ese concierto lo hago con Natalia Álvarez, pianista oriunda de Coquimbo que vive en Leipzig. Cuando estuve allá viviendo formamos un dúo a cuatro manos que se llama Dúo Violeta. Ya hemos actuado en Berlín, Leipzig y Polenz, con repertorio latinoamericano. La recepción del público ha sido muy positiva, ya que para ellos es repertorio desconocido y les llama mucho la atención. Ahora en octubre vamos nuevamente a tocar un programa totalmente latinoamericano. En la primera parte vamos a tener música de Vicente Bianchi, algunos arreglos de melodías latinoamericanas hechas por Svetlana Kotova, que fue mi profesora de piano y también cosas de repertorio más popular, como por ejemplo, Camino de Luna y La Joya del Pacífico. En la parte de cuatro manos vamos a tocar la Suite Violeta de Santiago Vera, Luchín, también para cuatro manos en un arreglo de José Contreras, y El Mercado de Testaccio, en un arreglo que hizo Svetlana Kotova. Estoy muy contenta de compartir los conocimientos que he adquirido en el magíster, el que ha sido fundamental para llevar a cabo estos dos conciertos».
Son conocimientos que incluso van más allá de la sala de clases, porque el programa lo trabajó con Camilo Brandi, y eso es algo que una persona de otra disciplina no se lo imagina. En este momento ya es como una colaboración artística, ¿no?
«Sí. Totalmente. Soy feliz de llevar algo chileno para allá».
¿Cómo se imagina usted en cinco años más? ¿Hacia dónde le gustaría dirigirse? ¿Qué le gustaría hacer?
«(Risas). Me gustaría tocar una variedad de instrumentos históricos, así como lo hace Catalina Vicens; me gustaría aprender órgano y organetto también. Sí, me gustaría dominar muchos instrumentos de tecla, y diferentes estilos también. Después de este magíster me gustaría hacer otro magíster afuera y seguir especializándome en teclados históricos».
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.
El director sueco debuta el 20 de octubre en el Ciclo Bach Santiago, con dos cantatas y un motete del genio barroco. Además, dirige en tres conciertos a la Orquesta de Cámara de Chile. ""Estoy tan contento por estar de vuelta y reencontrarme con todos mis amigos en Chile, tanto de la Orquesta de Cámara de Chile como de la Universidad Católica. Siempre han sido colaboraciones artísticas muy buenas", dice.
La excepcional intérprete e investigadora que ha sido premiada con el Diapaon dÓr y dirige el Museo San Colombano en Bologna, dará un recital de clavecín el 3 de octubre en la Temporada de la Fundación Guitarra Viva.
Una de las partituras más espirituales del célebre compositor estadounidense será interpretada junto al Ensamble Vocal Taktus que dirige Javiera Lara Salvador. Será el 4 de octubre en la Catedral de Santiago.
Archivo Maestro, Opus 97.7, Guitarra, Música Arcana, Puro Jazz, Divertimento, Contrapunto y La música que cambió mi vida ofrecerán ediciones especiales dedicadas por completo a la música nacional: se revisarán todas las facetas de Enrique Soro y se difundirán grabaciones históricas con la participación de figuras como Jaime Donoso, Fernando Rosas, Paolo Bortolameolli y Hans Stein.