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Artes visuales

Manuela Viera Gallo: "Mientras más pensamiento crítico pueda haber en una sociedad, más el artista se enriquece"

abril 13, 2024

La artista chilena radicada en Nueva York exhibe hasta fines de abril en Centro de Arte Molino Machmar de Puerto Varas una selección de lo que fue su reciente exposición individual en el MAC Parque Forestal: Aquí, habla sobre ese trabajo en pintura, sus proceso creativos y sus concepciones sobre el ecosistema de las artes visuales:

Manuela Viera Gallo: "Mientras más pensamiento crítico pueda haber en una sociedad, más el artista se enriquece"

La artista Manuela Viera-Gallo Chadwick (1977) nació en Roma, durante el exilio de sus padres, y vive hace casi 20 años en Nueva York. «Nunca he olvidado a mi Chile», dice. «Me gusta poder ser parte de la escena nacional», reconoce.

Estudió en la Escuela de Arte UC entre 1994 y 1998, la licenciatura, y luego un magíster, en la década del 2000, para posteriormente hacer una residencia en Bélgica y otra en la República Checa. Desde entonces, ha tenido más de 15 exhibiciones individuales y ha sido parte de decenas de exposiciones colectivas, en una multitud de ciudades.

En el segundo semestre de 2022, tuvo su primera exposición individual en un museo de nuestro país. Fue en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, en la sede Parque Forestal, y se reunieron 60 trabajos que había desarrollado en los últimos cinco años. «Get ready for my mango» fue curada por Cristián Silva y articuló pinturas de las series La noche de los tiempos, Double Shot y Tutti-Frutti, además de un mural inmersivo.

En una frase, son mujeres que protestan. Y tras años concentrada en un trabajo eminentemente experimental, con instalaciones y videos, los óleos recientes de Viera Gallo abordan géneros convencionales, como son el retrato y el paisaje.

Parte de esas obras se presentan hasta el 28 de abril en el Centro de Arte Molino Machmar (CAMM) de Puerto Varas. La muestra «Lugar del Otro», según la artista chilena, consiste en una «selección precisa». Sobre esta exposición, sus procesos creativos y las temáticas que la motivan, y también sobre el uso de recursos múltiples que ha realizado a través de su carrera, habla Manuela Viera Gallo en entrevista con Radio Beethoven.

Asimismo, profundiza en temas de mercado e industria. Para ella, existe un ecosistema de las artes visuales que se nutre de distintos agentes: artistas, críticos, curadores, teóricos. «Mientras más pensamiento crítico pueda haber en una sociedad, más se enriquece el artista», explicará.

Manuela Viera Gallo (1977).

¿Cómo nace la exposición que tiene actualmente en Puerto Varas? ¿La invitaron? ¿Qué la motivó mostrar este trabajo en Centro de Arte Molino Machmar?

«La invitación del CAMM de Puerto Varas parte después de que yo hice la exposición en el Museo de Arte Contemporáneo. Beatriz Huidobro, quien trabaja en el CAMM, fue a verla y se organizó con la curadora, que es María José Fontecilla, y me invitaron a llevar a Puerto Varas un extracto de esa exposición. Desde ahí nosotros pensamos cuáles obras podían ser importantes y significativas para hacer una exposición más pequeña en el CAMM de Puerto Varas».

¿Cómo evalúa la exposición en el MAC? ¿Recibió comentarios interesantes?

«Sí. Siempre es emocionante poder exponer en un museo, y sobre todo en el Museo de Arte Contemporáneo. Era mi primera exposición en un museo en Chile; yo vivo en Nueva York hace más de 20 años, entonces ese proyecto fue muy significativo y muy interesante e importante para mí. Si tiene eco después, como pasó en esta exposición, me parece fantástico porque hay obras que están todavía en Chile, entonces pudimos hacer el traslado y todo eso. La gente es muy receptiva, muy cariñosa y muy ávida de cultura, lo que creo que es un gran aporte porque la sociedad necesita más cultura, más artistas que podamos expresar nuestra identidad, nuestros pensares, nuestros conceptos. En la exposición en el museo el curador fue Cristián Silva. Estuvo mucha gente porque era justo después del Covid, y había otras exposiciones muy importantes, entonces estuvo genial, la verdad. Yo quedé muy, muy contenta con esa exposición».

La exposición «Get Ready for my Mango», de Manuela Viera Gallo, se exhibió entre agosto y octubre de 2022 en el Museo de Arte Contemporáneo, sede Parque Forestal.

Su carrera ya está bien consolidada, son bastantes años dedicados a trabajar en un lenguaje propio. Puede ser un error mío, pero al inicio la veía con un foco en la instalación y en el arte conceptual. Además de eso, que es en términos de recursos, he visto que su trabajo está cruzado por cierta forma de feminismo, con foco en la mujer y en la violencia que se ejerce contra la mujer. La exposición actual en Puerto Varas es de pinturas. ¿Hay un cambio en los últimos años en los recursos con los que usted trabaja, o es que trabaja de manera paralela la pintura con otros recursos, como por ejemplo, la instalación?

«He pasado por todos los medios. Como tú muy bien mencionas, he pasado por la instalación, el videoarte, la pintura, la escultura. En 2017 decido encerrarme en mi taller y ahí es donde están creadas las dos grandes series que mostré en el Museo de Arte Contemporáneo, y ahora en menor cantidad en Puerto Varas en la exposición ‘El lugar del otro’, curada por María José Fontecilla. Aquí hay dos grandes series, una se llama La noche de los tiempos y la otra se llama Tutti-Frutti. En ambas series las protagonistas son mujeres, en distintos ámbitos: mujeres desde la intimidad hasta mujeres políticas, públicas y sociales. El tema de lo femenino, como tú muy bien mencionaste, ha sido un cruce a través de mi carrera, que ya lleva más de 20 años, porque los años van pasando (ríe). No importa el medio desde el que yo me pueda expresar y pueda hacer mi obra de arte. En este minuto de mi vida lo que estoy mostrando es pintura, pero si no sé si tú recuerdes de la exposición en el MAC, en una sala había más de 30 pinturas de distinto tamaño, pero luego en la otra sala había un mural instalativo donde uno podía hacerse un inmersive, o sea que una pintura chica yo la agrandé gigante. Entonces sigue estando la temática de envolver al espectador en una experiencia artística narrativa».

Obra que se exhibe en la muestra «Lugar del otro» en Puerto Varas.

Entiendo. También me han llamado la atención algunos de los videos que he visto en su página web, donde se pueden revisar, ya que gran parte de su obra se ha mostrado en el extranjero, pues usted reside justamente en Estados Unidos. ¿Cómo ve usted sus videos, con relatos múltiples que van abordando lo mismo, o cada obra usted la entiende como una unidad totalmente independiente?

«Creo que son relatos múltiples que van haciendo una sola voz. Al final, lo que me interesa como artista es poder llevar al público temáticas que a mí me llaman la atención para producir una voz al respecto. Entonces, dentro de los videos, y también en las pinturas, casi siempre lo abordo desde distintos puntos de vista. En el video, en la edición, siempre tú vas a ver distintos monólogos o distintas narraciones. En la pintura me pasa que las pinturas chicas y las grandes se van uniendo y van aportando a un gran concepto que ahora en esta exposición ‘El lugar del otro’, es mirarse más allá de uno mismo, y saber que uno es un ser social y un ser individual».  

Las temáticas que usted aborda, ¿siente que se han modificado bastante a través del tiempo? ¿O más bien hay una línea persistente que siempre la está llamando?

«Como artista, soy bien exploradora, soy bien jugada, soy bien experimental. Entonces, obviamente hay ciertas narraciones y temáticas que se van repitiendo, pero estoy abierta a que otras narraciones y temáticas vengan y que me puedan causar una base de inspiración. A ver, ¿cómo trabaja el artista? El artista tiene una idea, el artista está mucho tiempo en el taller, el artista tiene que experimentar, tiene que saber poder canalizar y verbalizar a través de la imagen ciertas inquietudes: qué es lo que te llama a ti a hacer tu lenguaje. Entonces, claro, hoy en día podemos decir sí, el tema de la mujer’, que obviamente está, o el tema de la violencia doméstica, o el tema también de lo íntimo y de lo público. Pero, ¿quién sabe que vendrá mañana?»

Pintura que es parte de «Lugar del otro» en el Centro de Arte Molino Machmar.

¿Usted considera que el lenguaje de un artista es el resultado del trabajo que se desarrolla, o que el artista apunta hacia un lenguaje de manera más bien consciente?

«Uno podría ver en la historia del arte; también los lenguajes a veces son colectivos, los lenguajes son movimientos. El movimiento expresionista, el movimiento impresionista, como tú mencionaste en el principio de la entrevista, cuando parte el movimiento conceptual, el movimiento Dadá. Entonces los lenguajes a veces son generacionales, y los lenguajes a veces son individuales. Cómo se llega a ese lenguaje depende de cada uno y de cada artista. También es muy importante, dentro de los mundos de lo que es el arte en general, porque está el crítico, está el historiador del arte, está el galerista, está el coleccionista y está el artista. Entre los cinco se arma y pueden definir lo que es un lenguaje de ciertos artistas». 

Obra que es parte de la serie Somos Múltiples (2022).

Eso es súper interesante porque las artes visuales se han transformado en un arte que se retroalimenta muchísimo de todo aquello que es texto. Siempre las palabras acompañan la obra de arte; tenemos catálogos, curadores, comisarios, teóricos, personas que hablan. Es un ecosistema que está bien enganchado, así, en el último tiempo, es una forma estructural bien fuerte. Entonces es interesante que usted lo mencione, porque uno siempre se pregunta si los artistas se sienten realmente cómodos con esa estructura, o si sienten que es algo que se está imponiendo nada más, por la industria.

«No, yo creo que cualquier aporte, también tú, que me hagas esta entrevista, cualquier persona que sienta cierto interés hacia la cultura y hacia las artes visuales para mí es bienvenido. Mientras más pensamiento crítico pueda haber en una sociedad, creo que más el artista se enriquece. A ver, si es que como artista crees tú que los canales del comercio, del mercado, te están achicando y no te puedes expresar, espero que como artista puedas ser tan inteligente de poder decir ‘No quiero hacerlo’. O simplemente decir ‘Sí, sí quiero, y quiero vender también’. Para mí, cualquiera es válido. O sea, es súper fácil decir ‘Ay, no, él no es jugado porque hace siempre lo mismo’, pero hay artistas que al trabajar siempre lo mismo, ahí se demuestran otras cosas, como una obsesión frente a un mismo tema, una vuelta de ideas. Que no es mi caso, yo soy más panorámica en términos de conceptos, veo todo más global. Pero no desmerezco ciertas carreras, que pasa mucho en los mundos artísticos que uno ve más pequeños. Al estar en Nueva York, yo veo de todas partes del mundo, de todas formas de hacer artes. Hay instituciones que tienen dinero y apoyan a artistas locales, hay instituciones que, al revés, apoyan a artistas internacionales, hay galería comerciales como también hay espacios independientes en los que no hay comercio. Esa multidisciplinariedad en lo que es el mundo artístico hace que se enriquezca más que decir ‘Ah, éste sí, éste no’ o andar clasificando y etcétera».

En la sección Gabinete de Galería Aninat, en 2019 Manuela Viera Gallo expuso “El asesinato de lengua materna”. Ver más.

Me gusta lo que dice, pues sirve para derribar muchos prejuicios. Finalmente pueden cohabitar la divergencia y la convergencia. Le agradezco la respuesta, es muy aclaradora.

«No, gracias a ti».

Quisiera preguntarle por su relación con los espacios, en particular. Exponer en un gran centro, en un gran museo de arte contemporáneo, en una capital que tiene mucha actividad artística, mucha creación y mucha vitrina, en el fondo, un lugar que significa una exposición grande, masiva, puede ser tan interesante para un artista que trabajar con galerías o con pequeños espacios, en proyectos en los que se trabaja casi en residencia, ya que es un grupo humano más chiquitito y tal vez de ahí no va a salir mucho en la prensa ni van a ir miles de personas. ¿Por qué esos dos ambientes resultan interesantes en el caso suyo como artista?

«Como tú misma mencionaste al principio, yo vengo desde la instalación, o sea, yo necesito o trato dentro de lo posible de poder estar ahí en el lugar y poder vivenciar el espacio. Cada espacio, como cualquier casa, tiene su propio micromundo y en ese micromundo uno, como artista, llega como un extranjero. Extranjero en el sentido de vivir en otro lugar: uno llega e implanta una idea. Entonces, si tú sabes que es un museo y que ese lugar tiene una historia, que es una institución que se valora, que trabajan anualmente, porque las instituciones museológicas son instituciones que trabajan a tres años, a dos años. Cuando uno expone en galerías de arte es otro el cuento. Cuando uno expone en arte público, como yo expuse en Art Basel Miami la instalación que tú viste afuera del museo, es arte público. Tú tienes que trabajar con el clima. Esto, por ejemplo, es al lado del mar, entonces hay que pensar cuánto el mar puede echar a perder tu obra. Hay que trabajar desde cosas técnicas hasta las cosas de la curaduría, de lo que implica estar en el arte público de una feria de arte, cuál feria de arte. Entonces cada lugar tiene su propio desafío. En Puerto Varas, a mí me fascinó poder trabajar en una cosa local, en un lugar que era un molino anteriormente, y me gustó mucho cómo la directora se planteaba que esto iba a ser un molino del arte para Puerto Varas. Éste es un proyecto que empezó hace siete años un grupo de artistas, un grupo de mujeres, un grupo muy reducido, y que de a poco se han ido agrandando y ya tienen un lugar, ya se han ganado premios para poder seguir trabajando. Entonces, ir yo para allá es poder ayudar, es poder apoyar lugares que son de regiones, que son de localidades donde muy pocas veces puede llegar arte. Ésa es la verdad. Entonces son exposiciones que llevan mucho esfuerzo para las personas que lo organizan, y eso a mí me parece interesante».

Domestic Violence: Matriz Nula (2017), instalación de Manuela Viera Gallo en Miami Beach para la fesria Art Basel. Ver publicación de la feria aquí.

Esperemos que pronto podamos ver algún otro proyecto suyo acá en Chile. Independiente de todas las otras actividades que tenga programadas para este año y el próximo, esperemos que surjan también alternativas para que vuelva como expositora o como artista practicante aquí, también a Chile.

«Sí, me encantaría, así que yo siempre abierta, de verdad. A mí me gustan las pequeñas y grandes exposiciones en término de cantidad de trabajos, me gusta colaborar, me gusta hablar con mi público, me gusta poder ser parte de la escena nacional. Yo nunca he olvidado a mi Chile, así que yo más que abierta».

Obra que es parte de la exposición «Lugar del otro» en Puerto Varas.

La exposición «Lugar del otro» abrió el 16 de febrero en la Sala de Artes Visuales del Centro de Arte Molino Machmar (avenida Gramado 1100, Puerto Varas). Se puede visitar en forma gratuita de martes a sábado de 10 a 19 horas, y el domingo de 10 a 14 horas, con acceso liberado. Este centro cultural cuenta con financiamiento del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

¿Qué les diría usted a los auditores de Radio Beethoven como invitación para que asistan a la exposición que se está exhibiendo en Puerto Varas?

«Si usted llegara a estar ahí en Puerto Varas, por favor no se pierda la exposición ‘El lugar del otro’, de Manuela Viera Gallo, que soy yo (ríe), curada por María José Fontecilla en el CAMM, donde pueden ver más de 15 pinturas al óleo que son parte de una serie que parte en 2017. Creo que es una exposición pequeña, chiquitita, es un poco como una boutique, es una selección muy precisa de lo que hicimos y expusimos en Santiago en el Museo de Arte Contemporáneo. Así que todos bienvenidos y ojalá puedan pasar ahí al CAMM».

Por Romina de la Sotta Donoso | 13-04-2024.

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