Actualizado: 24-01-2022. Es el primer guitarrista chileno que tuvo una carrera internacional. Ha tocado en todas las salas más importantes del mundo, solo y acompañado. Cuando Luis Orlandini (1964) conquistó el Concurso de München en 1989 marcó un precedente que dejó una profunda huella en la escena nacional, pero además, él decidió volver a Chile en 1994, y dedicarse con la misma entrega a la interpretación y la docencia.

Profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, donde fue incluso decano, y del Instituto de Música UC, ha formado a varias generaciones de guitarristas y ha sido una figura fundamental en la consolidación del instrumento y en la irrupción de los intérpretes chilenos en la escena mundial.

Miembro de número de la Academia de Bellas Artes, recibió el Premio Presidente de la República en 2007 y el Domingo Santa Cruz en 1999. Ha ofrecido las primeras audiciones en nuestro país de un sinnúmero de composiciones contemporáneas escritas alrededor del mundo y otro de sus aportes esenciales es que ha sido un gran promotor de música nacional: ha estrenado 150 obras chilenas, y su ejercicio de comisionar ha marcado la pauta, fortaleciendo así, con el ejemplo, la actividad creativa e interpretativa en torno a la guitarra.

En este mes de enero, Luis Orlandini mostrará varias facetas de la guitarra, dando cuenta además de su doble quehacer como intérprete y docente, en tres conciertos gratuitos. Conversamos con él, respecto de estas presentaciones y también sobre su compromiso con la música nacional, así como el fortalecimiento de la escena local, que se refleja en la consolidación de nuevas instituciones autogestionadas.

El primer concierto será con el Cuarteto de Guitarras Oriente, conjunto estable del Instituto de Música UC que ya debutó en su formación actual en la inauguración del Centro de Extensión Oriente, en noviembre pasado. Ver nota aquí.

Ahora, el Cuarteto de Guitarras Oriente actuará el miércoles 12 de enero, como parte del Ciclo de Verano del Instituto de Música UC, en el auditorio del Centro de Extensión Oriente (Jaime Guzmán 3.300). Lo integran los profesores Luis Orlandini y Luis Castro, y sus respectivos alumnos Raimundo Luco y Andrés Bizarro.

El programa tendrá un acento iberoamericano y se transmitirá en directo a las 19:00 horas en Musica.uc.cl (los cupos presenciales ya se llenaron).

¿Cuáles son las características del trabajo que se realiza en el Cuarteto de Guitarras Oriente?

«El cuarteto de guitarras es una posibilidad que se da, entre profesores y estudiantes, de generar una instancia camerística que desarrolla capacidades en conjunto, pero al mismo tiempo nos deja demostrar, como sucederá en este concierto, las individualidades. Vamos a hacer un programa en que vamos combinando solos, dúos y cuartetos, entonces a pesar de que hay una línea editorial concreta de música de Iberoamérica, en lo instrumental vamos a mostrar las individualidades y las capacidades camerísticas combinadas desde solos hasta cuartetos».

Hablemos del formato de cuatro guitarras, ¿cuán nuevo es?

«El formato cuarteto de guitarras es relativamente nuevo, tiene una historia reciente. Uno de los antecedentes más concretos fue el cuarteto de Los Romero, que era el padre con sus tres hijos y que generaron un grupo que dio la vuelta al mundo. Algunos compositores se entusiasmaron con esto, les escribieron obras para cuarteto de guitarras y también para cuarteto de guitarras y orquesta, que es bien interesante también, con ejemplos como el Concierto Andaluz de Joaquín Rodrigo. En este concierto nosotros mostramos justamente una pieza muy emblemática, que son las Estampas de Federico Moreno Torroba. Es una colección de ocho piezas de inspiración absolutamente popular, tradicional con la gran inspiración que tenía Torroba como melodista. Es una obra muy hermosa que instaura el cuarteto de guitarras en el mundo hace unos 50 o 60 años».

Esa obra original para cuarteto de guitarras la contrastarán con Paisaje cubano con lluvia, de Leo Brouwer. ¿De cuál Leo Brouwer se trata?

«Corresponde al Leo Brouwer de la última etapa, ya posterior a los años 80, donde Brouwer se establece en un lenguaje, a partir del Decamerón Negro, en el cual ya deja de ser experimental y busca una composición de tipo más minimalista, utilizando células que las desarrolla. Él ocupa mucho esta terminología, está el Paisaje cubano en este caso con lluvia, pero hay muchos otros Paisajes Cubanos, con rumba, con tristeza, es una gran cantidad. Esta obra muestra también las capacidades de la guitarra en un nivel composicional totalmente distinto, pero que cabe dentro de este marco iberoamericano».

El programa del Cuarteto de Guitarras Oriente para el 12 de enero se completa con dos brasileros: el Estudio N°8 y los Preludios N°s 1,3 y 5 de Heitor Villa-Lobos, dos piezas de la suite Summer Garden de Sérgio Assad, más un arreglo para dos guitarras de una obra emblemática del repertorio universal para el piano: Claro de Luna, de la suite Bergamasque de Claude Debussy.

El martes 18 de enero, será el turno del Ciclo de Verano de Lo Matta Cultural (Kennedy 9350), en un concierto que se realizará a las 19:00 horas, con acceso liberado y aforo limitado. Luis Orlandini actuará en formato de dúo de guitarras con su alumno Raimundo Luco. El programa se titula “La Ruta de la Guitarra desde Europa hacia América”

Juntos ya habían actuado en el Ciclo Intérpretes del Siglo XXI, del Instituto de Música UC: Raimundo Luco fue uno de los alumnos becarios que ofreció un recital e invitó a su profesor al escenario para abordar juntos el arreglo de Claro de Luna de Debussy. Ver nota aquí y ver registro del concierto aquí.

«Para mí ha sido maravilloso, la verdad, trabajar con Raimundo Luco, porque he encontrado en él a un artista de una proyección formidable. Poco a poco hemos ido encontrando instancias en que hemos podido dar conciertos; primero él me invitó a un concierto suyo como estudiante en la Universidad Católica, y luego vino esta invitación en Casas de Lo Matta donde vamos a hacer un programa en el cual, sin perder nuestras individualidades, vamos a mostrar un panorama de la ruta de la guitarra desde Europa hacia América, un recorrido semi histórico que queremos aterrizar en una instancia un poco personal, que le queremos dar a nuestro dúo, y que es el repertorio más tradicional clásico romántico», comenta Luis Orlandini.

Es en ese repertorio, indica, «donde el dúo de guitarras se instala a principios del siglo XIX». Abordarán justamente una obra representativa de Ferdinando Carulli. También interpretarán transcripciones para dos guitarras de obras de Johannes Brahms, Claude Debussy y Frédéric Chopin, como explica, «un repertorio que no es tradicionalmente tocado en la guitarra porque no es original, pero que nosotros creemos que en un formato de dúo se puede dar maravillosamente bien».

El repertorio elegido para Lo Matta incluye una sonata de Mateo Albéniz, el Capricho Árabe de Francisco Tárrega, el Homenaje a la tumba de Claude Debussy de Manuel de Falla, Segoviana de Darius Milhaud, Scherzino Mexicano de Manuel Ponce, el Preludio N° 1 de Heitor Villa-Lobos, la Danza Paraguaya de Agustín Barrios y la Tonada de carácter popular chileno N°6 de Pedro Humberto Allende. El programa de este concierto está aquí.

¿Qué es lo que tiene la guitarra que hace viable que la música funcione tan bien en los arreglos?

«Es una muy buena pregunta. La verdad es que la guitarra tiene características armónicas y melódicas de conducción musical que, cuando se suman dos, permite generar una densidad armónica que hace que las transcripciones sean posibles y que funcione bien. La práctica de la transcripción históricamente es muy antigua, y grandes compositores, como Franz Liszt, lo desarrollaron mucho. En el caso de la guitarra, ha sido esencial en un comienzo cuando no tenía un repertorio propio. Lo cierto es que nosotros, en la guitarra, siempre estamos mirando el repertorio de los pianistas, que nos parece maravilloso; creemos que la guitarra lo puede abordar perfectamente haciéndolo con el máximo respeto, obviamente, al compositor y a la partitura original. Y en eso estamos nosotros justamente, queriendo rescatar eso. Es una línea editorial que le queremos dar con Raimundo a nuestro dúo».

El Dúo Luco-Orlandini tiene, además, otros dos conciertos en las próximas semanas, como parte de la programación estival que ofrecerá el Centro de Extensión Oriente. Pero no serán en el auditorio, sino en la explanada; específicamente en un teatro móvil que se acaba de instalar en este espacio.

«Es un teatrino, es como un teatro circular transparente, donde nos invitaron a hacer un par de conciertos el lunes 24 y el viernes 28 de enero. Va a ser una instancia muy interesante porque el público está muy cerca, muy integrado. Es circular; guardando las proporciones, es como la Pierre Boulez Saal de Berlín. La gente toca en el centro como si fuera un circo romano. Es una experiencia nueva e interesante, nos encanta participar de eso», adelanta Luis Orlandini.

El programa revivirá un recorrido histórico de la guitarra, con hitos originales para el instrumento, con Ferdinando Carulli del siglo XIX, y las inflexiones que representaron a lo largo del siglo XX Francisco Tárrega, Darius Milhaud, Manuel de Falla, Manuel Ponce, Heitor Villa-Lobos y Agustín Barrios. En paralelo, recorrerán también la versatilidad del formato de dúo de guitarras a través de transcripciones de obras originales para teclado, de Mateo Albéniz, y creaciones originalmente para piano de Pedro Humberto Allende, Claude Debussy, Johannes Brahms y Frédéric Chopin.

Ambos conciertos se realizarán a las 20:00 horas, en Jaime Guzmán 3.300, con aforo reducido y acceso liberado, por orden de llegada. Se observará el pase de movilidad.

«La Radio Beethoven es realmente una necesidad de nuestro país. Es una gran alegría que esta maravillosa radio siga irradiando su música a toda la ciudadanía»

Luis Orlandini

En paralelo a sus recitales como solista, Luis Orlandini ha trabajado toda su vida en la música de cámara. En el dúo que conformó con Óscar Ohlsen en 1987 tuvieron giras en América, Europa y Asia, y grabaron el disco Chile del Siglo XX en dúos de guitarras. También han realizado innumerables giras por todo el mundo y proyectos, tanto discográficos como educativos, en el dúo que conforma desde 1993 con Romilio Orellana. A eso debemos sumar el Cuarteto de Guitarras Oriente y el Dúo Luco-Orlandini.

¿Por qué es importante para usted trabajar en diversos formatos, conformar ensambles?

«Eso ha sido la historia mía permanente; siempre he estado tratando de desarrollar la guitarra en muchos ámbitos. Creo que la guitarra tiene esa virtud, al igual que muchos otros instrumentos obviamente. También he hecho muchas cosas con canto, tengo proyectos con oboe este año, con José Luis Urquieta, etcétera. Yo creo que eso es lo que hace entretenida a la música. El ámbito solista es hermosísimo, pero el ámbito camerístico también me fascina. Creo que es una instancia donde uno comparte desde la música hacia el público, entonces es un compartir muy fluido y muy completo. Es distinto el caso del solista, que está realmente solo en un escenario; a mí me gusta mucho también, pero creo que son facetas que hacen que un músico se desarrolle y además que nos permite mostrar la guitarra en todo sus ámbitos, y eso es maravilloso».

En los últimos años, en la escena guitarrística chilena se ha desarrollado una institucionalidad que va más allá de los conservatorios. Está la Fundación Guitarra Viva Ernesto Quezada, está la Fundación Guitarra XXI, que usted y Romilio Orellana fundaron y lideran. ¿Cómo ve esta nueva institucionalidad autogestionada que ha surgido?

«Creo que es una necesidad natural de expansión, eso es lo que veo. Y además es una búsqueda de plataformas que permitan un desarrollo más amplio. Porque las universidades, si bien son una instancia para ello y la Católica y la Chile en la medida que pueden lo están cumpliendo absolutamente, yo creo que el desarrollo que ha tenido la guitarra en Chile ha sido tan grande que realmente necesitaba de otras instancias. Porque sino es imposible cubrir el espectro de personas que se están titulando justamente en las universidades; son profesionales que necesitan espacios de participación y de desarrollo. Entonces estas fundaciones, la Ernesto Quezada y la Guitarra XXI, son instancias absolutamente necesarias. Creo que los famosos Fondos de Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio han sido una instancia que ha permitido algunas cosas, pero que no dan el ancho suficiente, porque son una especie de lotería donde tú puedes postular un proyecto, y ganarlo o perderlo, entonces tampoco te da amplias garantías de desarrollo».

Usted ha estrenado 150 obras nacionales. Su compromiso con el desarrollo de la composición chilena es digno de elogio, y es transversal, siempre ha comisionado y le han dedicado nuevas partituras compositores de todas las generaciones. ¿Está trabajando en algo? ¿Vienen nuevos estrenos?

«Sí, bueno, en eso estamos siempre, la verdad. El año recién pasado estrené una obra de Eleonora Coloma y tuvo que ser virtual desgraciadamente, por la pandemia. Ahora acabo de estrenar una obra en el concurso de composición que hicimos en la Fundación Guitarra XXI; al conocer quién era el ganador, se trataba de Guillermo Eisner, y justamente a este compositor le encargamos con José Luis Urquieta una obra para oboe y guitarra nueva que la recibimos hace pocas semanas y la vamos a estrenar este año. Así que la cosa con los compositores sigue, y sigue fuerte. También con Francisco Silva tenemos proyectos».

El estreno de Granizos, de Eleonora Coloma, y un conversatorio con el público que organizó la Academia Chilena de Bellas Artes, en junio pasado, puede revisarse aquí. El estreno de Río que se pierde en la Tierra, de Guillermo Eisner, obra premiada en el 1er Concurso de Composición de Fundación Guitarra XXI, en noviembre pasado, se puede revisar aquí.

Hablemos de la Radio Beethoven, de lo que representa para usted, de lo que significó su retorno en el año 2020, después del cierre de fines de 2019.

«Bueno, la Radio Beethoven es realmente una necesidad, no solamente de Santiago, sino de nuestro país. Una instancia de irradiación de la música en su espectro amplio, pero muy especialmente de la música llamada docta, que tiene pocos lugares de difusión. Celebrar, obviamente, la vuelta de la radio a raíz de que la Universidad Católica se hizo cargo. Una instancia maravillosa y en particular, en mi caso, expresar el deseo ferviente de que el programa que estuvo al aire durante muchos años, dirigido por Óscar Ohlsen, que se llamaba Guitarra, pueda restituirse en algún momento, porque creo que es una plataforma para que la guitarra tenga realmente una difusión grande y más aun ahora que la radio ha ampliado su espectro y está llegando a otras ciudades de Chile. Así que es una gran alegría que esta maravillosa radio siga irradiando su música a toda la ciudadanía».

Por Romina de la Sotta Donoso | 11-01-2022.