La pianista suizo chilena Gracia Steinemann debuta en Chile
octubre 2, 2022
"Estoy muy feliz y agradecida. Tocaré una obra de Cirilo Vila y una obra de Frank Martin, y eso representa lo que soy yo, parte suiza y parte chilena", comenta. Su programa en la Casa de los Diez incluye además a Debussy y Shostakovich.
Nació en 1994 y empezó a estudiar piano a los 7 años. La pianista suiza Gracia Steinemann se tituló el año pasado en la Academia de Música de Basilea, donde estudió con el mundialmente famoso maestro holandés Ronald Brautigam.
Ahora, Gracia Steinemann debutará en nuestro país, con el cual tiene un estrecho vínculo: su madre es chilena. Su concierto será el jueves 6 de octubre en la Casa de los Diez, con acceso liberado.
Radio Beethoven conversó con la joven pianista respecto del programa que ofrecerá, con obras de Claude Debussy, Dmitri Shostakovich, Frank Martin y Cirilo Vila. También, de su relación con Chile.
«Mi mamá es chilena y se vino a vivir en Suiza en los años 80. Tengo mucha familia en Chile; tengo primos, primas, tíos, tías, abuela… Muchas veces he deseado ir más a menudo a Chile», comenta Gracia Steinemann.
Gracia Steinemann.
Usted es sobrina de Isidro Rodríguez, violinista de la Orquesta de Cámara de Chile. ¿Tiene muchos familiares músicos?¿Es música su madre, por ejemplo?
«Mi mamá no es música; es profesora de kindergarten, pero toca el piano bastante bien. Toda mi vida he escuchado sonatas de Mozart y de Beethoven, obras de Chopin y de Bach. Mi mamá es muy apasionada por la música y por el piano, ella es quien me hizo conocer la música».
Usted estudió con Ronald Brautigam, una figura fundamental del piano a nivel mundial. ¿Hay algo que la haya marcado a usted de la manera de entender la música de Ronald Brautigam?
«Lo más profundo del estudio con él era sentir la música muy profundamente, un poco como un niño siente la música, con mucha naturalidad. Esa comprensión de la música fue una gran enseñanza de Ronald Brautigam».
Esta percepción más natural implica entender que los adornos son irrelevantes y lo que es más importante es el contenido íntimo de la música, ¿no?
«Sí, exacto».
«Estoy muy feliz y agradecida de ir a Chile con este programa, tocaré una obra de Cirilo Vila y una obra de Frank Martin, y eso representa lo que soy yo, es decir, parte suiza y parte chilena»
Gracia Steinemann.
Ha sido premiada por la Friedl Wald Stiftung y en la Competencia Europa de la Città de Moncalieri, en Turín, y ya ha dado recitales en la casa natal de Beethoven en Bonn, el Teatro de Basilea, la Gare du Nord también en Basilea, y el Goetheanum de Dornach. Igualmente, actúa con orquestas como solista, y enseña piano en el Conservatorio de Berna.
Gracia Steinemann, hace seis años, cuando aún era estudiante, con la Orquesta de Dornach. Foto: Caspar Reimer
Su talento fue reconocido, por ejemplo, en el concierto que ofreció como solista con la Orquesta de Dornach, en Basilea, en 2016, cuando interpretó el Concierto n°20 de Wolfgang Amadeus Mozart. «Emocional y técnicamente impecable», destacó entonces el Wochenblatt Birseck / Dorneck. «Gracia Steinemann dominó esta montaña rusa musical», indicó el semanario (ver la crítica acá).
El programa que interpretará Gracia Steinemann en su debut en Chile, el 6 de octubre en la Fundación Cultural Casa de los Diez, se titula «Imágenes sonoras del siglo XX». Abrirá con la serie Imágenes de Claude Debussy, seis evocadoras piezas que compuso entre 1901 y 1907. Seguirá con Esquisse (1965) de Frank Martin, y con Poema para piano (1965-1980) de Cirilo Vila. El cierre será con la Sonata para piano n°1 Op. 12 de Dmitri Shostakovich, obra compuesta en 1926.
Entiendo que éste será el primer concierto que dé en Chile. ¿Qué representa para usted poder hacerlo?
«Será mi primer concierto con público, porque he tocado en conciertos familiares en Chile. Estoy muy feliz y agradecida de ir a Chile con este programa, que es muy interesante para mí porque tocará una obra de Cirilo Vila, que es un compositor chileno, y una obra de Frank Martin, que es un compositor suizo. De alguna manera, eso representa lo que soy yo, es decir, parte suiza y parte chilena. Estoy muy feliz de hacer este concierto en Chile».
Su programa se titula «Imágenes sonoras del siglo XX», pero la verdad es que contiene varios siglos XX que son muy distintos entre sí.
«(Ríe). Sí, totalmente. Debussy, llamó Imágenes a los dos libros que tocaré y ese título es muy interesante porque realmente cualquier persona puede imaginar muchas cosas cuando escucha música y eso, que la imaginación no se pierda en la intelectualidad, es muy importante para mí».
¿Le atrae particularmente Claude Debussy? ¿Por qué?
«Sí. Lo que más me gusta de él es su idioma, una forma de hablar musicalmente, que es muy especial en el piano. Su forma de componer usa mucho la cualidad orquestal que tiene el piano. Y todo lo usa de una manera nueva en el momento que vivó. Era muy innovador y eso me encanta. Su música tiene cosas que no puedo encontrarlas en casi ninguna obra música, y por eso me gusta mucho interpretar obras de Debussy».
Gracia Steinemann.
Hablemos de Frank Martin. ¿Qué lugar ocupa este compositor en Suiza? ¿Y qué lugar ocupa Esquisse en su producción?
«Esquisse se traduce como bosquejo en español. Esta obra es pequeña y es exactamente un bosquejo. Es una pieza muy tierna y muy linda. Frank Martin es importante en Suiza, pero no muy reconocido. Su lenguaje musical es único y no puede comparar con ningún otro. Lo más especial de Martin es cómo habla con el ritmo en la música; su música siempre tiene una firma rítmica que uno reconoce».
¿Cómo llegó a la obra de Cirilo Vila que tocará?
«Hace algunos años, para un examen, debía tocar una obra contemporánea, unos años atrás, y le pedí a mi tío, que es un músico chileno, que me recomendara algo de Chile, y él me recomendó esa obra que se llama Poema para piano de Cirilo Vila. Y me encanta esa música».
Usted cerrará su concierto con la Primera Sonata Op. 12 de Dmitri Shostakovich, un compositor que tiene muchas facetas, períodos creativos muy distintos entre sí. ¿A cuál Shostakovich corresponde esta obra?
«Es la primera de sus dos sonatas para piano, y la compuso cuando era muy joven. Tenía alrededor de 26 años y aún no era parte del régimen en Rusia. Después él sería compositor oficial del país. Pero, antes de eso, era de vanguardia, y la Sonata n°1 es de esa época, tal como su ópera La Nariz y los Aforismos para piano. La Primera Sonata es muy caótica, moderna e interesante. Tiene algunos rasgos parecidos a la música de Sergei Prokofiev, quien fue un gran maestro para Shostakovich; lo admiraba mucho. Es una sonata muy, pero muy difícil de tocar, pero muy entretenida también porque después de un trabajo muy duro, pasa algo bacán: uno puede volar un poco con el piano, y eso muy lindo».
Coordenadas 19 horas. Jueves 6 de octubre. Casa de los Diez (Santa Rosa 179, esquina Tarapacá). Acceso liberado.
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