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Música

La Orquesta de Cámara de Valdivia cumple 15 años: asistimos al concierto que abrió la Temporada 2025

marzo 28, 2025

Revise este testimonio que se construyó en tiempo real, desde el ensayo general hasta los prolegómenos del concierto, pasando por el lanzamiento de la programación de este año. Aquí, las novedades: hitos del repertorio, 2 compositores residentes, 12 solistas y 2 directores invitados. También, el sentido de esas novedades.

La Orquesta de Cámara de Valdivia cumple 15 años: asistimos al concierto que abrió la Temporada 2025

Concierto inaugural de la Temporada 2025 de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Foto: Universidad Austral de Chile.

Hemos asistido al lanzamiento de la Temporada 2025 de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Ésta es una crónica en varias etapas, que se irá nutriendo a medida que avanzan las jornadas.

La mañana: un ensayo extremadamente prometedor

A las 10 de la mañana de este viernes 28 de marzo, en una nublada Valdivia se inició el ensayo general. La Orquesta de Cámara de Valdivia y su director titular, Rodolfo Fischer, habitaron con toda propiedad el Aula Magna de la Universidad Austral de Chile, dando cuenta de una solidez interpretativa que anticipó un gran concierto de apertura de la Temporada 2025 de este elenco.

El programa, cuidadosamente diseñado para dar cuenta del momento exacto en que el Romanticismo nace desde el Clasicismo, se titula «Una travesía imaginaria» y marcará el inicio, a las 19:30 horas de este mismo viernes 28 de marzo, de la programación artística de este año de una orquesta que ha marcado pauta en la escena nacional y que está celebrando quince años de existencia.

La obertura Las Hébridas de Félix Mendelssohn, y dos obras de Ludwig van Beethoven fueron las partituras elegidas para este concierto que tendrá dos funciones, primero en el Aula Magna de la Universidad Austral, en Isla Teja, y al día siguiente en el Teatro Educativo de las Artes de Panguipulli.

«»En esta orquesta existe una atmósfera de trabajo muy buena y todos están muy abiertos a las ideas. Y ha sido muy fácil compartir con Rodolfo, la relación ha sido muy fluida», comentó la solista Silvia Huang, después del ensayo. Foto: Romina de la Sotta.

En lo que será uno de los sellos distintivos de la Temporada 2025, la Orquesta de Cámara de Valdivia recibe a su primera solista invitada del año, la violinista belga Silvia Huang, para abordar el Concierto para violín de Beethoven, en un programa que se completa con la Cuarta Sinfonía del genio alemán.

En su ensayo conjunto, Silvia Huang exhibió una musicalidad tan profunda que dejó en evidencia el sentido más profundo que tenía la actividad creativa para Beethoven. Su manera de relacionarse con la orquesta y con el director, siempre al servicio de la partitura, entregando toda su destreza técnica y virtuosismo para la construcción de un diálogo entre pares, un diálogo que escucha y que expresa, muy acorde con el humanismo que distingue a Beethoven entre los más grandes compositores.

«El Concierto para violín de Beethoven es muy profundo. Es una obra tan pura… cada nota es como diamante, entonces debes preocuparte por cada una de las notas»

Silvia Huang

Tras su ensayo, la solista invitada, Silvia Huang aprovechó de recorrer el impresionante Campus Isla Teja, ya con un clima soleado.

«Ha sido muy agradable, he disfrutado mucho conocer a distintas personas y también los ensayos con la orquesta, el hecho de trabajar juntos. He recorrido la ciudad y también a la costa, a Curiñanco, y lago Ranco», comentó la violinista belga de 30 años de edad.

La invitación la sorprendió y la ha hecho bastante feliz, reflexiona, porque ha sido una asombrosa oportunidad para descubrir Chile, es decir, el sur del país».

Silvia Huang, en el Campus Isla Teja. Foto: Romina de la Sotta.

Considera Silvia Huang que ha sido genial el trabajo artístico con la Orquesta de Cámara de Valdivia y su director titular. «Siento que todos están muy involucrados y quieren hacerlo lo mejor posible. Creo que realmente se escuchan unos a otros; existe una atmósfera de trabajo muy buena y todos están muy abiertos a las ideas. Y ha sido muy fácil compartir con Rodolfo, la relación ha sido muy fluida. Honestamente, lo estoy disfrutando todo».

Este Concierto de Beethoven es ampliamente conocido. ¿Es de esas obras que cada vez que las interpreta hay nuevas cosas por descubrir?

«No lo toco tan seguido, pero cada vez que lo toco es un gran desafío. Es la más hermosa música y es tan pura que se requiere que suene muy natural y simple, y eso es difícil. No es para nada una pieza de lucimiento, no es para exhibirse o demostrar algo. Para mí es, de alguna manera, religiosa. Además, es extensa, de manera que debes guardar energía hasta el final. Es una experiencia muy especial, no fácil pero satisfactoria».

Ensayo. Foto: Romina de la Sotta.

Me parece que es una obra de gran equilibrio, que establece como pares al solista y la orquesta, y que genera un verdadero diálogo entre pares, ¿no?

«Algo interesante de este Concierto es que la mayor parte del tiempo el violín no tiene la melodía, sino que acompaña a la orquesta. Generalmente es al revés en los Conciertos, es como decir ‘miren mis melodías, soy una estrella’. Pero en este Concierto es todo lo contrario: todas las melodías interesantes y las voces están en la orquesta, y el violín debe escuchar y acompañar, no es la estrella. Y eso es lo que amo, se trata todo sobre compartir. Es una conversación y hay que escucharse. Además, es muy profundo. Es una obra tan pura… cada nota es como diamante, entonces debes preocuparte por cada una de las notas. No es una cosa súper romántica en la cual puedas hacer un circo. Para nada».

Rostros que lo dicen todo: sonrientes salieron los músicos

Ya con franco sol en el horizonte, continuó el ensayo. La Cuarta Sinfonía de Beethoven resultó un refinado ejercicio de dinámicas y equilibrios, con todas las familias instrumentales en un muy alto punto interpretativo, haciendo así posible una expresividad muy decidora.

Entre ambas, el director Rodolfo Fischer se comunicó con el tutti de la orquesta. Aclaró que no estaba haciendo notar error alguno, pero quería darle contexto a un punto en particular del Concierto para violín de Beethoven, y explicó cómo podían lograr aun más fluidez en un pasaje.

Ensayo. Foto: Romina de la Sotta.

Tras el ensayo, los músicos fueron saliendo del Aula Magna de la Universidad Austral y algo destacó en ellos. Sonreían todos. El director, en tanto, respondió un llamado para salir en director en Radio María.

Este 2025, Rodolfo Fischer cumple cinco años como titular de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Se refirió, por cierto, al concierto que esta noche abrirá una nueva temporada, pero también al rol, que cumple este elenco y a la importancia de llegar hasta los más jóvenes para que sean también parte del milagro musical, ya sea como público, ya sea estudiando algún instrumento.

Efectivamente, la gran mayoría de los intérpretes que ofrecerán esta noche el concierto inaugural son jóvenes intérpretes. En las filas de instrumentos, por cierto, hay músicos consagrados, pero también savia nueva. Y casi la totalidad de las cuerdas son de la Región de los Ríos.

Las grandes novedades de la Temporada 2025: consolidación y renovación

A las 18 horas del mismo viernes 28 de marzo, en el foyer del Aula Magna de la Universidad Austral de Chile, se realizó el lanzamiento de la Temporada 2025 de la Orquesta de Cámara de Valdivia.

Un video que combinó registros de diversas presentaciones de la agrupación dio cuenta del quehacer de la agrupación, con elocuentes cifras: más de 350 mi asistentes en sus 15 años de historia y un trabajo educativo enfocado tanto a las nuevas audiencias, llegando a 10 mil niños, como a la formación de jóvenes intérpretes a través de 30 clases magistrales que beneficiaron a 500 músicos locales. Asimismo, se constató un incremento del 15% del público en el año 2024, respecto del año anterior, que fue cuando se retomó completamente la presencialidad post pandemia.

Luego fue el turno del director artístico de la Orquesta de Cámara de Valdivia, Rodolfo Fischer, quien asumió ese cargo en el año 2020. Con una extensa y significativa trayectoria que incluye haber sido por cuatro años residente del Teatro Municipal de Santiago y una carrera internacional como batuta invitada en renombrados escenarios internacionales. Ello, en paralelo a su trabajo como formador de nuevas generaciones, tanto en Basilea como a través de la FOJI en nuestro país.

Quien suscribe esta nota tuvo el honor de entrevistar en vivo a Rodolfo Fischer.

Rodolfo Fischer. Foto: Romina de la Sotta.

Primero, y pensando en que la Orquesta de Cámara de Valdivia está cumpliendo 15 años, abordamos las mayores fortalezas de esta agrupación que tiene diez integrantes estables y que colabora con intérpretes invitados de acuerdo con los repertorios que se van haciendo. ¿Qué piensa al respecto Rodolfo Fischer, quien ha liderado el crecimiento de la orquesta lo ha liderado en los últimos cinco años?

Asumió el cargo en plena pandemia, en octubre de 2020. «Mi primera labor fue pensar ‘¿cómo dirijo la orquesta desde el otro lado del mundo?’. Hicimos eventos digitales, poco a poco fuimos desarrollando programas, pero yo siempre estaba pensando en el día 1 de la presencialidad, que fue en 2023», comentó.

En su diagnóstico, entre las muchas fortalezas de la OCV y que eran legado de sus antecesores, destacó «el sonido, el sello» que Emmanuelle Baldini le dio a la cuerda de la orquesta. Asimismo, reconoció que había aprendido muchas cosas estando en Valdivia.

Detalló Fischer los cuatro ejes que ha trabajado en estos años. «El pulmón de la orquesta tenía que irradiar a toda la región», declaró, y por ello involucró la activa participación de academistas, es decir, intérpretes docentes. Por otra parte, estimular la creación: «Dado el formato de la orquesta, que es compacto, es también más flexible. Es decir, podemos hacer encargos y hacer programas à la carte. Eso resultó después en la idea de compositor residente, que es como un chef». Ello, en virtud de que las comisiones se ciñen a la instrumentación solicitada y, al mismo tiempo, se va dando una nutritiva relación entre el compositor y los intérpretes a medida que se va trabajando.

«No hay que desestimar la masividad. ‘El Mesías’ fue un momento clave en nuestra relación con la ciudad», señaló Rodolfo Fischer. Dos mil personas asistieron a la presentación del oratorio de Georg Friedrich Haendel, con la conducción del maestro invitado Víctor Hugo Toro, el pasado 22 de diciembre en la Plaza de la República de Valdivia, con Tabita Martínez y Javier Weibel como solistas junto a la Orquesta de Cámara de Valdivia (ver nota).

Concierto de Navidad 2024 de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Foto: Universidad Austral de Chile.

«El otro eje, es viajar. Pero como decía el gran maestro Ötös, primero hay que trabajar», declaró el director de la OCV, en referencia a Gabor Ötvös, con quien le tocó trabajar en el Teatro Municipal de Santiago cuando fue director asistente.

«Después de años de trabajo intenso, de hacer mucho repertorio, y de desarrollar flexibilidad en la orquesta, estamos ya en un momento en que podemos empezar a mostrar el trabajo en otras regiones y ojalá en otros países», cerró Rodolfo Fischer. De hecho, ya hay en carpeta una gira por Bélgica y Francia, para el año próximo.

Si podemos establecer una base de trabajo para los compositores, que hay muchos y muy buenos en Chile, ¿por qué no hacerlo con las orquestas profesionales?

Rodolfo Fischer

Una de las características distintivas de la Orquesta de Cámara de Valdivia, que la diferencia de otros elencos del país, está en el hecho de que inauguró en nuestro país la figura de compositor residente. Fue el año pasado, cuando a través del Concurso Roberto Mahler eligieron a Nicolás Ahumada, quien durante el año 2024 compuso música de concierto y también arreglos que le dieron variedad, amplitud y masividad al quehacer de la orquesta.

Esta figura caló hondo en el medio nacional: este año 2025, la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción anunció a su primer compositor residente: Tomás Brantmayer.

En el caso de la Orquesta de Cámara de Valdivia, fueron elegidos dos compositores residentes: Maximiliano Soto (1991), quien reside en Hamburgo y obtuvo el Premio Busoni de la Academia de las Artes de Berlín el año pasado, «lo que le permite trabajar con el Ensemble Modern, que sería una Filarmónica de Berlín de la música contemporánea2, aclara Rodolfo Fischer, y Aníbal Vidal (1991), quien reside en Londres y cuyas obras han sido interpretadas, entre otros, por el Ensemble InterContemporain. Además, como indicó el director de la OCV, Aníbal Vidal acaba de recibir el Pisar Prize, que entregan Juilliard School, Théâtre des Champs-Elysées y Villa Albertine, lo que implica también valiosas residencias y estrenos.

Maximiliano Soto Mayorga (1991), premiado compositor y activo gestor, residente en Alemania.

«Empataron, porque los dos son excelentes, y tendrán dos estrenos cada uno. Los dos están en el circuito europeo y eso nos permite dialogar con lo último que se está haciendo directamente a través de los compositores. Estamos trabajando la materia prima que se está componiendo hoy día, compositores nuestros con un lenguaje sofisticado», destacó Fischer.

Radio Beethoven ya ha publicado perfiles de ambos compositores chilenos radicados en el extranjero, en virtud de sus interesantes proyectos y logros. Revise las entrevistas a Aníbal Vidal, en 2024 (ver), y Maximiliano Soto, en 2021 (ver). Igualmente, entrevistamos a Nicolás Ahumada respecto de su trabajo como residente en Valdivia, el año pasado (ver).

Además de valorar muy positivamente el trabajo que desarrolló Nicolás Ahumada durante 2024, la relación estrecha y la colaboración creativa que desarrolló con la OCV viajando muchas veces a Valdivia, Fischer declaró que estaban «felices por poder abrir caminos»; en referencia al nombramiento de Tomás Brantmayer en Concepción. «No es una idea mía, algo que yo haya inventado, esto existe en todo el mundo. SI podemos establecer una base de trabajo para los compositores, que hay muchos y muy buenos en Chile, ¿por qué no hacerlo con las orquestas profesionales?», dijo.

Aníbal Vidal (1991), compositor chileno residente en Londres.

Aníbal Vidal se hará presente con el estreno en Chile de Invocación n°2 Kintsugi Resurrection, obra para trompeta y cuerdas, cuya primera audición realizaron la solista Imogen Whitehead y la Britten Sinfonia en noviembre pasado (septiembre), y con el estreno absoluto de una obra para noneto (octubre).

Maximiliano Soto, en tanto, compondrá dos nuevas obras que estrenará la Orquesta de Cámara de Valdivia: una para soprano, deceto y armonio, que contará con la soprano Andrea Aguilar (septiembre) y una pieza para flauta y cuerdas, con la solista María Cecilia Muñoz (octubre).

La soprano chilena Andrea Aguilar abordará en septiembre un arreglo de las 6 Orchester-Lieder de Schoenberg y el estreno absoluto de una nueva obra de Maximiliano Soto.

Por cierto, se programó más música chilena, acorde al férreo compromiso de la OCV y su titular con el repertorio nacional y, al mismo tiempo, acorde con el 25% de creación nacional que estipula el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en el programa de apoyo a orquestas profesionales, que es una fuente fundamental de financiamiento del elenco y que se completa con el aporte propio de la Universidad Austral de Chile y diversos auspicios.

Se escucharán dos compositores chilenos más en 2025 en Valdivia. Por una parte, Voy y vuelvo de Felipe Pinto d’Aguiar (1982, ver perfil), decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Austral (agosto).

También se escucharán dos obras de Enrique Soro (1884-1954). «No se trata solamente de estar haciendo permanentes estrenos, sino de revisitar siempre la riqueza de nuestro patrimonio musical. Soro es un clásico», apuntó Rodolfo Fischer.

Enrique Soro, en 1914. Archivo Fundación Enrique Soro.

Del compositor penquista se programaron Impresiones Líricas (agosto) y el Quinteto para cuerdas y piano (mayo). Esta última es uno de los rescates más destacados de la Temporada 2025 de la agrupación valdiviana.

Lo mismo sucede con hitos del repertorio que pocas veces podemos escuchar en Chile y que la OCV abordará, como el Sexteto Op. 20 de Ludwig van Beethoven y el Octeto de Félix Mendelssohn.

También volverán a escucharse otras obras muy escasamente programadas, como El Amor Brujo de Manuel de Falla, Pierrot Lunaire y 6 Orchester-Lieder de Arnold Schoenberg, así como el Quinteto en Do mayor para dos violonchelos de Franz Schubert, éste último con la solista invitada Katharina Paslawski.

Otro de los ejes de la Temporada 2025 es justamente la gran cantidad de solistas invitados, con contingentes internacionales y de intérpretes virtuosos que residen en Chile, tanto extranjeros como nacionales.

La mezzosoprano catalana Judit Subirana.

Tres son violinistas: Silvia Huang (Bélgica), quien participó en el concierto del 28 de marzo, Dorian Lamotte (Francia) y Gustavo Vergara (Chile), quien reside en Alemania y trabaja en la Ópera Estatal de Baden.

También hay cantantes invitados: la mezzosoprano catalana Judit Subirana y las sopranos chilenas Claudia Pereira y Andrea Aguilar.

Se sumarán los pianistas François Dumont (Francia), Luisa Splett (Suiza), Fuko Ishii (Japón) y Marco Antonio Cuevas (Chile), la flautista María Cecilia Muñoz (Argentina) y Katharina Paslawski (Polonia), solista de violonchelo del Teatro Municipal de Santiago.

Katharina Paslawski, primer violonchelo solista de la Orquesta Filarmónica de Santiago.

«Buscamos a personas que vengan a enriquecer a la orquesta; van trabajar una semana con ellos y algo les van a enseñar. En el caso de Katharina Paslawski, primer chelo de la Orquesta Filarmónica, una intérprete polaca fantástica, le pedí que presentara a la compositora Grazyna Bacewiz, que también es polaca. Ella nos explicará el estilo porque es su propia música. Ese tipo de interrelaciones me interesa»,puntualiza Rodolfo Fischer.

Asimismo, habrá dos directores invitados: el premiado y aplaudido Luis Toro Araya, quien este año asumió la titularidad de la Sinfónica Universidad de Concepción, y Rodrigo Ossandón, quien reside en Madrid.

Luis Toro Araya, director chileno y titular, desde este año de la Sinfónica UdeC.

«Luis Toro dirigirá un programa que me encanta porque Pierrot Lunaire pasa a ser el clásico del programa. Se da vuelta la tortilla, de ahí nació todo lo que viene después», destaca Fischer. Ese concierto será en agosto, y estará a cargo del director invitado Luis Toro Araya. Además de contar con la profesora del Instituto de Música UC Claudia Pereira en la emblemática obra de Schoenberg, se escuchará Voy y vuelvo (2015) de Felipe Pinto dÁguiar y (2013) de Anna Thorvaldsdottir.

«Escuché esa obra, , y quedé impactado, la tocan, por ejemplo, en la Filarmónica de Berlín. Tiene unos 45 años y, como buena finlandesa, cuando compone escucha la tierra, lleno de volcanes y temblores, como nosotros. Esto va a impactar al público chileno». adelanta Fischer.

Anna Thorvaldsdottir es una de las cuatro compositoras que se harán presentes en la Temporada 2025 de la OCV y que representan, además, distintos períodos. Grazyna Bacewicz estuvo activa en la primera mitad del siglo XX, y las otras dos son francesas: Louise Farrenc, quien vivió en el siglo XIX y se enmarca en el Romanticismo, y Germaine Teleferre, quien fue parte del célebre Grupo de los Seis y murió en 1983.

«Sí, fue parte del grupo de Poulenc y Honnegger. Todo el mundo habla de esos compositores, pero Germaine era un gran compositora, muy bien entrenada. Hoy en día se está tocando en todo el mundo, así que estoy muy feliz. Ya la tocamos una vez», apunta Fischer.

Fuko Ishii, pianista japonesa.

Destaca igualmente el Concierto para piano y trompeta de Dmitri Shostakovich, que programaron a 50 años del deceso del compositor ruso. «Por fin tengo la oportunidad de acompañar a Fuko Ishii, pianista que ganó el concurso Grieg en 2022 en Noruega. La conozco de muchos años, en Basilea», indica.

Ese programa lo presentarán en septiembre, en dos conciertos, tanto en el Aula Magna de la Universidad Austral como en el Teatro Educativo de las Artes de Panguipulli. Éste último recinto es uno de los espacios donde efectuarán repeticiones de los conciertos, al igual que el Centro Cultural Liquen de Villarrica.

Es uno de los caminos que quieren seguir consolidando, ofrecer segundas funciones cada vez en más territorios. Igualmente continuar desarrollando alianzas como las que ya tienen con las orquestas sinfónicas de Antofagasta y de la Universidad de La Serena. De hecho, están justamente trabajado para concretar colaboraciones con la Sinfónica Universidad de Concepción.

Por un lado está el enriquecimiento que representa para los integrantes de la Orquesta de Cámara de Valdivia el hecho de tocar en diferentes escenarios y frente a públicos distintos. Por el otro, la posibilidad de que los solistas invitados, que muchas veces han viajado 13 horas o incluso más para venir a Chile, puedan actuar en más partes del país.

Una primera entrega sobresaliente: el concierto inaugural de la Temporada 2025

Después del lanzamiento, a las 19:30 horas se efectuó el primer concierto de la Temporada 2025 de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Tal como lo hacía presagiar en estupendo ensayo de la mañana, la entrega fue sobresaliente.

La obertura La Hébridas de Félix Mendelssohn, conocida también como La gruta de Fingall, exhibió un sofisticado manejo de las dinámicas y una cuerda con un sonido bello y contundente.

La violinista belga Silvia Huang sencillamente deslumbró a las 450 personas que repletaron el Aula Magna de la Universidad Austral, en Isla Teja. Sin ningún alarde escénica, libre de gestualidades extravagantes, todo su virtuosismo estuvo al servicio de la partitura.

La solista invitada Silvia Huang y Rodolfo Fischer, con la Orquesta de Cámara de Valdivia. Foto: Universidad Austral de Chile.

Tal como nos había anticipado tras el ensayo, la violinista ejecutó en plenitud el rol de acompañar a una extendida Orquesta de Cámara de Valdivia, que sumó al núcleo de diez instrumentistas estables otros 24 músicos, la gran mayoría de la región, y profesores de conversatorios en puestos clave.

La cadenza de Silvia Huang fue simplemente impresionante, llena de expresividad y fruto de la comprensión profunda de las ideas musicales de Beethoven que habitan su Concierto para violín.

Concierto inaugural de la Temporada 2025 de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Foto: Universidad Austral de Chile.

Tras una verdadera ovación, fue el turno de la Cuarta Sinfonía de Beethoven. Una sinfonía «hermosa», como la había calificado el director en el lanzamiento, cuando además aclaro que «no se toca mucho, sólo en los ciclos completos». Por lo mismo, fue un privilegio para el público valdiviano poder atenderla. Nuevas ovaciones marcaron el cierre de este concierto que tuvo una segunda función el sábado 29 de marzo en el Teatro Educativo de las Artes de Panguipuli.

Increíble y hermoso: puntos de vista de los músicos y del público

Para la clarinetista Karla Rodríguez dos palabras describen la experiencia que vivió en el escenario durante el concierto de 28 de marzo: «Fue hermoso».

«Estoy con la Orquesta de Cámara de Valdivia desde el año pasado y me encanta la fineza de la orquesta. Siempre funciona muy bien en estos repertorios. Creo que fue perfecto, hermoso», aseguró tras el concierto, ya en camarines.

«Este programa era particularmente difícil para el clarinete, porque tenía todos los solos de concurso posibles», comentó, entre risas. «Pero todos los programas de esta orquesta tienen algo desafiante; creo que la programación se hace buscando eso, es decir, salir de lo común, lo cual es súper llamativo», agregó.

Karla Rodríguez, clarinetista de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Foto: Romina de la Sotta.

Karla Henríquez (1993) se formó en la Escuela Moderna, se posgraduó en Kránkfurt e integró la Orquesta Filarmónica de Santiago antes de ser convocada a la Orquesta de Cámara de Valdivia. Tiene, además, una rica actividad en la música de cámara, liderando el Quinteto Ventum, que nos sorprende permanentemente con una programación tica en comisiones y rescates (ver nota).

Usted es una de las intérpretes estables en la Orquesta de Cámara de Valdivia, que tiene representantes de diversas familias de instrumentos y que se amplía de acuerdo con los programas. ¿Cómo se da la integración en esas ocasiones?

«Somos diez personas de planta y hay bastante atención con los invitados porque para una orquesta de cámara se necesita no sólo un cierto nivel, sino también una limpieza extrema. Y la verdad es que siempre se afiata muy bien, los ensayos son al detalle, entonces funciona bien. La participación de los academistas también es enriquecedora, se hacen audiciones para las cuerdas y quienes son seleccionados tocan con nosotros en las temporadas de orquesta y tienen clases con los jefes de fila, de manera que también hay formación».

Doce son, nos comenta Rodolfo Fischer, los profesores de instrumento que se integran en la Orquesta de Cámara de Valdivia y que trabajan con los músicos más jóvenes, produciendo esta sinergia y perfeccionamiento que es una de las claves de las agrupaciones más destacadas en el mundo.

Concierto inaugural de la Temporada 2025 de la Orquesta de Cámara de Valdivia. Foto: Universidad Austral de Chile.

Uno de los violinistas que están en sus primeros años de ejercicio profesional y que fue justamente parte de este concierto es Fernando Espinoza (1997), quien se tituló en el Instituto de Música UC en 2021. Es el tercer programa, cuenta, en el cual actúa con la Orquesta de Cámara de Valdivia, después de la presentación que tuvieron en el Teatro del Lago, en las Semanas Musicales de Frutillar, el verano pasado, y el sábado 22, en el concierto que dieron por La hora del planeta.

El violinista Fernando Espinoza participó activamente en la programación de conciertos del Instituto de Música UC mientras era estudiante. Tras titularse, en 2021, ha seguido siendo convocado: actuará en el Concierto de Semana Santa UC, el 14 y 15 de abril, y fue parte del Concierto Aniversario UC 2024, además de protagonizar una fecha del Ciclo Alumni Música UC en noviembre, con su esposa, la flautista Constanza Bravo, con quien conforman el Dúo Prisma. Foto: Romina de la Sotta.

«Ha sido una experiencia maravillosa. Es muy motivante tocar en una orquesta donde el rendimiento es algo. Acá el ritmo es bastante competitivo y hay una energía muy especial», comentó el violinista.

En estos tres conciertos en los cuales usted ha participado la dirección ha estado a cargo de Rodolfo Fischer. ¿Cómo ha sido trabajar con él?

«Es muy bueno trabajar con él, él le saca muy buen partido a la orquesta. Trabaja con todas las familias instrumentales por igual. Nos saca a trote a todos».

Siendo usted también violinista, ¿qué impresión le causó la solista, Silvia Huang?

«Fue increíble. Realmente es de primer nivel. Yo jamás había escuchado algo así, y he ido a muchas clases magistrales, he estado en muchos conciertos».

Fernando Espinoza, además, participó como estudiante activo en la clase magistral que ofreció Silvia Huang el jueves 27 de marzo, en una línea de trabajo que le da una aun mayor resonancia al compromiso formativo de la OCV.

Felipe Copaja, ingeniero en Telsur y violonchelista. Foto: Romina de la Sotta.

El ingeniero civil eléctrico y violonchelista Felipe Copaja calificó el concierto del 28 de marzo como «muy bonito, muy lindo». Y se explayó: «Lo que más me impresionó fue la cantidad de gente que llegó a la sala. Hace mucho tiempo que no había visto el Aula Magna de la Universidad Austral tan llena. Eso, sumado a la belleza del programa y la excelencia de Silvia Huang en la ejecución del violín, hicieron una velada muy completa».

Usted es director de Extensión de Telsur, que es auspiciador de esta Temporada de la Orquesta de Cámara de Valdivia. ¿Qué nos puede decir, ya no como auditor, sino como representante de esa empresa?

«Para nosotros en Telsur siempre es importante apoyar todas las actividades culturales de la ciudad, y eso demuestra que somos una compañía comprometida con la sostenibilidad en ámbitos que son distintos de la línea de acción del negocio propiamente tal. Así que estamos felices de seguir este año apoyando a la Orquesta de Cámara de Valdivia».

Foto: Romina de la Sotta.

La sicóloga Consuelo Spencer es una asidua asistente a las presentaciones de la Orquesta de Cámara de Valdivia. «Me gusta mucho este tipo de música», reconoció.

«Fue un maravilloso concierto, fantástico La solista belga invitada fue realmente impresionante, creo que nos dejó a todos pasmados. Estaba la sala llena y fue muy bonito; fue una hermosa experiencia para iniciar este año con la Orquesta de Cámara de Valdivia», agregó.

Consuelo Spencer, sicóloga. Foto: Romina de la Sotta.

En estos cinco años que lleva Rodolfo Fischer como titular de la orquesta, ¿ha notado algún sello?

«Sí. Muchos invitados que vienen de lugares lejanos. Y se ve que, además de mucho talento, hay mucho cariño en esta orquesta, así que creo que siempre es una experiencia bien impactante. Además, tanto la música clásica como esta orquesta son parte de Valdivia»

La impresionante noche valdiviana. Foto: Romina de la Sotta.

Ya en la mañana siguiente, el día sábado, pudimos conversar con el director Rodolfo Fischer. Esa misma tarde tendría el segundo concierto con la Orquesta de Cámara de Valdivia y la solista Silvia Huang, esta vez en Panguipulli.

El año pasado, en noviembre, la OCV programó el Cuarteto para el fin de los tiempos de Olivier Messiaen en un programa que contó con la pianista invitada Carla Sandoval y dos obras que dialogan estupendamente con esa estética: Contrastes para violín, clarinete y piano de Béla Bartók y 3 piezas para violonchelo y piano de Nadia Boulanger.

Considerando la impresionante exquisitez de este programa, que ya quisiéramos tener en Santiago, le pregunté a Rodolfo Fischer cómo fue la respuesta del público en ese concierto.

«Había mucha gente muy impactada. Creo que hemos logrado que las personas no lleguen con reticencias a escuchar lo que les proponemos. Siempre que se haga una curaduría de explicar cómo se concibió esta obra la respuesta es buena. Estamos en un ambiente universitario donde las personas tienen sed de conocer y escuchar cosas nuevas», comentó el director, y recordó algo de su juventud, cuando estudiaba piano.

«Esa obra yo la hice cuando tenía 15 años y me impactó profundamente, por eso la quise programar. Es una obra pequeña para nosotros, un poquito un lujo, pero fue maravilloso».

Debemos aplaudir que la Orquesta de Cámara de Valdivia cumpla 15 años. Sin embargo, con todo lo que significan esos quince años, implican también que el público se sigue generando, es una audiencia que no está completamente consolidad. Aunque en Valdivia hubo una gran escena musical en el pasado lejano, sobre todo con agrupaciones que hacían repertorio más de divertimento, esta nueva tradición, la de la Orquesta de Cámara de Valdivia, sigue cimentándose. Y el nuevo público tiende a ser menos prejuicioso con composiciones, y eso es algo que ustedes han podido aprovechar con una programación más novedosa e innovadora, ¿no?

«Es cierto, especialmente con los jóvenes; a más música contemporánea, más jóvenes, siempre lo vemos. Hay una rica relación ahí que se produce con el ambiente universitario y que es muy importante».

Rodolfo Fischer. Foto: Romina de la Sotta.

¿Por qué tienen un foco en los solistas invitados? ¿Es la manera de ampliar el quehacer del deceto nuclearl?

«Claro, por un lado, es ampliar. Tenemos millones de obras que se abren con los solistas. De hecho, se ha discutido mucho el tener un pianista residente aquí porque tendría mucho sentido, o sea, tendría trabajo todo el año. Por ejemplo, Marco Antonio Cuevas, que es alguien a quien queremos mucho por su nivel y por la personalidad que tiene, pues se adapta fácilmente. Pero, más allá de eso, creo que es interesante para el público. En una temporada donde son siempre las mismas personas que tocan… Creo que hay que generar una pequeña estrella, que surjan las preguntas de quién es, de dónde viene. Eso nutre, es un elemento más de temporada sinfónica, pero aquí en una temporada de cámara».

Entiendo, es una narrativa. Y en cuanto a la programación misma, al repertorio que abordan, ¿no les atrae trabajar con reducciones de obras grandes como lo que está haciendo por ejemplo Andrés Maupoint en el Conjunto de Cámara de la Universidad de O’Higgins?

«De hecho, voy a ir a dirigir a ese conjunto en Octubre. No sé si estoy convencido de que sea el camino. He dirigido algunos arreglos que son muy buenos, como el de la Cuarta Sinfonía de Mahler, y son excelentes, pero yo lo pienso como algo más excepcional. Hay tanto repertorio que el público puede conocer con las fuerzas que tenemos en la Orquesta de Cámara de Valdivia, que siempre le doy prioridad a eso. Sé que mi antecesor por ejemplo contrató a un arreglista para hacer este tipo de repertorios, pero, quizás por mi naturaleza de director, me hace falta la sonoridad original, me hacen falta los colores. Entonces, prefiero tener una obra que aprovecha al máximo a un conjunto pequeño, por ejemplo la Sinfonía de Cámara de Ermanno Wolf-Ferrari, que son los diez instrumentistas más piano, pero él lo pensó así, entonces suena como una orquesta».

Por Romina de la Sotta Donoso | 28-03-2025 al 30-03-2025.

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