A mediados de 2022, estrenó El sueño de Shakespeare, y en agosto del año pasado, La última noche de Maria Callas. Ahora, el periodista y poeta estrena una nueva obra teatral, también en el Teatro Centro Cultural Las Condes.

La primera puesta en escena nació de las 30 columnas que publicó en el diario El Mercurio en 2016, cuando se con memoraron los 400 años de la muerte de William Shakespeare, y que habían sido compiladas en el libro Camino a Shakespeare (Puerto de Escape, 2021). La segunda, en tanto, fue el resultado de su profunda admiración por una de las mayores estrellas de la ópera en el siglo XX.

Ahora es el turno de otra mujer a lo que no sólo admira enormemente, sino que también cree en ella. María Mater Dei es el resultado de años de estudio y devoción, de una observación constante que ha implicado múltiples lecturas y una verdadera cohabitación espiritual. Igualmente, es un acto de justicia que nace de la certeza de que el vasto impacto de María en la cultura occidental no se condice con las pocas palabras que de ella se incluyeron en la Biblia. Es un acto de justicia en cuanto le da voz.

María Mater Dei se estrena el viernes 12 de julio y estará en cartelera hasta el 28 de julio. Será protagonizada por Katty Kowaleczko, quien justamente tiene una de las voces más hermosas de nuestra escena teatral. La dirección estará a cargo de Claudio Pueller, quien tuvo el mismo rol en las obras dedicadas a Shakespeare y a Maria Callas, y nuevamente la realización audiovisual será de Pablo Llao. El diseño de vestuario y escenografía son de Jorge Chino González, y el diseño de iluminación, de Ángel Solovera.

Radio Beethoven conversó con Juan Antonio Muñoz sobre esta obra teatral y el equipo artístico. También, por cierto, sobre la figura de María.

¿Qué lo motivó a hacer este poema dramático que ahora se va a poner en escena?

«Responde a que siempre yo he estado muy cerca de la Virgen María. Soy bien mariano y siempre me ha interesado saber acerca de las fuentes que motivan toda esta enorme teología que ha surgido en relación con la Virgen María, que es una figura que es bastante silente en las Sagradas Escrituras. Entonces me puse a estudiar, a leer mucho, desde hace tiempo en realidad, para tratar de elaborar una mirada sobre esta mujer que yo creo que es la mujer más importante en la historia de Occidente por lo menos, en el sentido de que ella es la fuente que genera toda la cultura cristiana, y que se expande: nace en Asia Menor, se expande hacia todo Occidente y después rebasa los límites de esa zona geográfica para ir a estar en todo el planeta. Me parece que eso es lo más relevante».

Entre las lecturas que precedieron el poema dramático de Juan Antonio Muñoz estuvieron los Evangelios canónicos; el Antiguo Testamento, los Evangelios Apócrifos, Misterios medievales, el Stabat Mater de Jacopone da Tode, las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, El silencio de María del padre Ignacio Larrañaga, Testamento de María de Colm Tóibín, El evangelio secreto de la Virgen María de Santiago Martín; Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen de San Luis María Grignon de Monfort; Investigación sobre María de Corrado Augias y Marco Vannini.

Las lecturas que usted ha hecho son muchas y muy variadas. Es singular, sin embargo, que a través del arte, en todas sus formas de expresión, María ha estado siempre muy presente, pero no tanto tal vez en la propia Biblia, ¿no?

«En la Biblia existe, por supuesto, pero si bien es tan preponderante su papel, no aparece con la frecuencia con la que uno debiera esperarlo, porque es la madre de Jesús. Si pensamos que María aparece también en el Corán, mucha gente no sabe, pero de hecho María aparece 34 veces en el Corán. Y las cosas que se cuentan de la Virgen en la Biblia, en cambio, son bastante pocas. Ella prácticamente no habla; habla en pocas ocasiones, sobre todo en su primera visita a Santa Isabel, su prima, donde está el Magnificat, en la Anunciación, en las Bodas de Caná… Pero son pocos los momentos donde ella tiene voz. Entonces, darle voz a la Virgen, primero era un desafío gigantesco (ríe) y, después, era muy emocionante también porque uno va recorriendo la historia de los evangelios a través de la mirada de ella. Por supuesto que es una ficción desde mi pobreza, desde mi pobres conocimientos y desde mi pobreza humana. Pero es lo que yo puedo hacer (ríe)».

Entiendo que en su trabajo hay un foco importante en María como madre, especialmente en lo que se refiere al vínculo con el hijo, que no es sólo un vínculo amoroso, sino también de convencimiento de que lo principal que viene Jesús a hacer a la Tierra es dar un mensaje de amor. 

«Exactamente. Y la madre es, para cada uno de nosotros, también, fuente primordial. No por nada María también es madre de la iglesia, para los que somos católicos. Se la venera con numerosas advocaciones, pero siempre en el centro está su maternidad. En esta obra hay un particular acento en de qué manera participa de la Pasión de su hijo, cómo sufre con él. De hecho, la obra parte y termina al pie de la Cruz, precisamente por eso, porque hay una especie de simbiosis de la madre con el hijo, especialmente en ese momento final».

Con respecto a los colaboradores en esta obra teatral, están nuevamente Claudio Pueller y Pablo Llao. ¿Por qué nuevamente trabajan juntos?

«Sin querer, hemos hecho una trilogía que partió con El sueño de Shakespeare, siguió con La última noche de Maria Callas y ahora con María Mater Dei. Bueno, es porque trabajo perfectamente bien con ellos, porque sé cómo ellos hacen todo el proceso de preparación de un montaje. Son muy respetuosos también, con los textos, llegamos a acuerdos respecto de los textos. No hacen cualquier disparate (ríe). Juan Radrigán arrancaba de los directores de teatro porque decía que hacían trizas sus textos (ríe). Y porque Pablo Llao, además, es un gran creador audiovisual. Sí, trabajamos muy bien juntos y me encantaría seguir trabajando con ellos, siempre. Es muy buena la junta, lo pasamos bien trabajando y hemos encontrado juntos también a los actores que han dado vida a estos textos».

María Mater Dei marcará el retorno a las tablas de Katty Kowaleczko. ¿Cómo ha sido el trabajo con ella? ¿Cómo decidieron convocarla?

«A quien se le ocurrió el nombre de la Katty fue a Gonzalo Montero, que es el productor de la Corporación Cultural de Las Condes, porque esto es una coproducción con la Corporación Cultural de Las Condes, eso es bien importante. A él se le ocurrió el nombre y nosotros dijimos ‘¡Por supuesto, ella es!’ Yo la había visto a ella actuar muchas veces en teatro, la Katty es una gran actriz de teatro, de televisión y de cine. Tiene una voz maravillosa, y yo quería una actriz con una voz preciosa. Además, es muy bella, aparte de gran actriz. Ha estado absolutamente entregada al trabajo, enamorada del texto, cosa que para mí es fundamental, que alguien se sienta interpretado por ese texto, que le produzca emociones».

En María Mater Dei participa un compositor, Sergio Cornejo. ¿Qué nos puede decir de él y de su trabajo para la obra?

«Lo incorporó Claudio Pueller, yo también lo conocía porque es cercano a Magdalena Amenábar, que es mi señora y es cantante lirica, y además él fue alumno de mi suegro, Juan Amenábar. Queríamos una mirada más moderna y también compartir con él un trabajo que es de acompañamiento de una actriz. No es esto una obra musical, sino que tiene que ser un trabajo especialmente dedicado al teatro, con atención a los tiempos del teatro, a los tiempos de la actriz. Ha sido un trabajo muy interesante, además un trabajo que le da un tono moderno también al montaje, porque él es un compositor contemporáneo que trabaja fundamentalmente con métodos electroacústicos».

Juan Antonio Muñoz convoca a un amplio público. «Están todos invitados, creyentes y no creyentes, moros y cristianos. Quiero que la gente vaya con la mente abierta. Ésta no es una obra de catequesis; es una mirada mía, poética, sobre la figura de la Virgen María. Creo que está representado lo que significa para nosotros la Virgen, y también hay una mirada histórica porque la sitúa en un momento, en el siglo I, en Judea, bajo la invasión romana. Es decir, en una sociedad judía jerárquica donde la mujer está postergada, casi no habla. Es una sociedad donde las mujeres son analfabetas en su mayoría, también los hombres, aunque hay algunos hombres que no lo son», explica.

Y profundiza: «La situación de la mujer me interesa en términos de María, y entender eso que tú misma señalaste y que es tan importante, que la gran misión de su hijo era decir que era el amor el que tenía que gobernar en el mundo, y ella lo manifiesta en la obra de una manera muy clara cuando recuerda que alguien le contó que su hijo defendió a una mujer adúltera, diciendo ‘el que esté libre de pecado, lance la primera piedra’. María reflexiona y dice ‘eso a mí me parece mucho más revolucionario que cualquier milagro, sobre todo en una sociedad como la nuestra'».

Juan Antonio Muñoz comparte también algunas anécdotas llenas de sentido. «Ha sido un trabajo muy bonito y se ha producido una serie de milagros en este período», ríe. Y detalla: «Por ejemplo, Claudio Pueller, que no tiene nada de católico, hace pocos días me confesó que había entrado a una tienda de imágenes religiosas a preguntar cuánto costaba una imagen de la Virgen (ríe). La Katty llevó por primera vez a su marido al Templo Votivo de Maipú y a la Gruta de Lourdes (ríe). Ángel Solovera, que es un excelente iluminador y que también ha estado con nosotros en los trabajos anteriores, partió un fin de semana a Lourdes con su hijo chico. Como ves, ha sido un trabajo de compenetración bastante grande».

Coordenadas
20 horas, viernes y sábado, 21 horas, domingo, desde el 12 al 28 de julio. Teatro Centro Cultural Las Condes (Nuestra Señora del Rosario 30). Entradas por $12 mil, y por $10 mil con tarjeta vecino Las Condes, en culturallascondes.cl.

Por Romina de la Sotta Donoso | 11-07-2024.