Con los 60 años que cumple Mafalda y los 70 años que han pasado desde que su padre, Joaquín Salvador Lavado Tejón debutó como creador gráfico, los homenajes se han vuelto globales. Hace sólo semanas, el icónico personaje finalmente cumplió su sueño y llegó a la sede de la ONU en Nueva York.

Siempre preocupada por un mundo en crisis bajo la constante amenaza de la era bipolar, Mafalda no sólo exhibía una ternura infinita metiendo en la cama al globo terráqueo, para intentar bajarle la fiebre, sino que había ideado un plan concreto. Si ella se convertía en traductora podría, en las Naciones Unidas, lograr el entendimiento de los líderes políticos. El poder de las palabras estuvo siempre, por cierto, en el corazón de la vasta producción de Quino.

A fines de noviembre, Mafalda estuvo con los traductores de la ONU en Nueva York y una de esas profesionales, como nos contará el sobrino de Quino, Guillermo Lavado, declaró que había decidido dedicarse a ese oficio por ese personaje.

El flautista argentino radicado en Chile desde 1991 y profesor del Instituto de Música UC, además, sacó adelante una exposición que se exhibe hasta el 28 de diciembre en el Centro de Extensión Oriente. «Quino en la música», se titula, y reúne 120 viñetas. Contó con el apoyo de la Embajada de Argentina en Chile y fue inaugurada el viernes 13 de diciembre.

Radio Beethoven ha conversado con Guillermo Lavado al respecto. También, sobre las múltiples novedades que hay en torno al legado de Quino y la renovada vigencia de Mafalda, que incluyen reediciones, una nueva editorial con alcance global, una serie audiovisual y una muestra itinerante inmersiva.

Y como la curiosa y reflexiva niña que odia la sopa y ama a Los Beatles es un personaje que conmueve a distintas generaciones, reseñaremos también la ceremonia de inauguración de la muestra en el Campus Oriente, que fue presidida por el rector UC Ignacio Sánchez y en la cual participó también el embajador de Argentina en Chile, Jorge Faurie. Fue una jornada que despertó nuestras infancias y pudimos ver cómo emergían en los ojos vidriosos de emoción las miradas de los niños y niñas que alguna vez fuimos.

«Quino fue muy observador y planteó siempre todo desde adentro, desde el dominio. Por eso sus citas siempre suscitas una simpatía transversal; uno se ve reconocido ahí y él mismo se ve también reflejado»

Guillermo Lavado

El 23 de octubre, como parte de una nueva edición de CómicNostrum, el Festival Internacional de Còmic de Mallorca se inauguró en Casall Soleric de Palma la muestra «Quino en la música», con un centenar de originales, justamente para celebrar que el artista argentino publicó su primera viñeta hace 70 años. Esa exposición se mantendrá abierta hasta inicios de enero.

La exposición en el Centro de Extensión Oriente UC, indica su curador, Guillermo Lavado, es similar: «En España son 104 originales que se presentaron en Casal Solleric de Palma, y en ésta hemos ampliado un poquito el número de trabajos, pero son en facsímiles. He seguido investigando un poco en el archivo y encontré varios dibujos más, sobre todo de páginas de humor y un par de Mafaldas que me pareció que valía la pena integrarlos. Entonces tenemos un poquito más ampliada la muestra». 

Explica que las ediciones de los libros de Quino, originalmente por Ediciones de la Flor y actualmente por Lumen, siempre fueron temáticas. «Yo que usted; Sí cariño, y A la buena mesa, estaban relacionados con el poder, con las relaciones de pareja y con la cocina. El único relacionado con el arte es Ni arte ni parte. La selección que hicimos ahora probablemente se transformará en un futuro libro y recopila la casi totalidad de trabajos relacionados con la música, porque Quino debe tener unos 140, 150 trabajos relacionados con la música. Era un melómano muy ferviente», señala Guillermo Lavado.

La decisión de usar la preposición «en» en vez de «y» en el título, es reveladora. «La titulamos ‘Quino en la música’, que corresponde a su filosofía de trabajo, que era siempre hablar de los temas desde adentro, no desde un mero observador que critica o que hace un comentario superficial sobre un dominio. Eso significa que tanto en los conflictos que pueden suceder en una orquesta o en un grupo de cámara, las obsesiones de un director, todo lo que uno ha vivido como músico de orquesta está plasmado en muchas de las páginas, que reflejan también las características de comportamiento humano. Hay una precisión con la que ha dibujado no solamente a cada uno de los instrumentos, sino que las posiciones en cuanto a cómo se tocan. Uno podría decir, como en otros temas también, ‘este dibujante ha sido o es músico’. Y bueno, lejos de eso, fue muy observador y planteó siempre todo desde adentro, desde el dominio. Por eso sus citas, tanto en temas generales o temas filosóficos o políticos, siempre suscitan una simpatía transversal; uno se ve reconocido ahí y él mismo se ve también reflejado», explica el flautista.

Es como si hubiera un estudio acabado y una observación profunda antes del trazo, porque habla con propiedad de cualquier problemática. Imagino que es por la capacidad de observación, ¿todo le resultaba interesante a él, a su tío?

«Sí. Es un poco maturaniano lo que voy a decir, pero más que la capacidad de observación también es la vivencia misma estando en ese otro, que puede ser un cocinero, un músico o un político hablando. Y por eso insisto en que suscita siempre simpatías transversales, porque cuando uno se reconoce en las fortalezas o debilidades de un carácter se ve un poco pillado en esa fina observación. Creo que eso es lo que siempre hace una diferencia entre sentirse criticado o sentirse comprendido y, al mismo tiempo, descubierto. Ese fenómeno él lo describió hace muchísimos años en una entrevista, me parece que en 1957, cuando hizo la muestra ‘Música, dinero y poder’ en Mendoza, apenas empezando su carrera, cuando ya va teniendo bastante éxito antes de empezar con Mafalda, y le preguntaban qué opinión le merecían sus colegas, sus contemporáneos y coterráneos. Aunque siempre tuvo una relación muy cariñosa con muchos de ellos, con Caloi, con Fontanarrosa, con Crist, con Lino Palacio, con Oski especialmente, con Garaycochea, él decía que los encontraba muy concentrados en la contingencia nacional e inmediata, y que ese tipo de humor envejecía muy rápidamente, y que él quizás estaba más cerca de sus colegas europeos que hacían un humor no tan inmediato no de tanta contingencia, no comentando lo que dijo el presidente en el fin de semana, sino haciendo una reflexión un poco más general y por ende también quizás más profunda. Y eso se ve reflejado desde los inicios en lo que es la postura filosófica de su obra».

«El público encontrará una muestra concentrada de la trayectoria de Quino desde el año 1950 hasta que dejó de dibujar, reflejando muchas características humanas en lo que era su pasión por la música»

Guillermo Lavado

La relación de Joaquín Lavado (1932-2020) con las artes, y especialmente con la música, fue muy estrecha. A propósito de la muerte de Quino, el 30 de septiembre de 2020, Guillermo Lavado profundizó entonces en ese tema, consultado por las abundantes referencias a las orquestas y la música clásica que había en su producción. El artista y su mujer vivían la cultura.

«La música de tradición escrita; la ópera, la música de cámara y sinfónica fueron fundamentales compañeros de su vida. Entusiastas asistentes del Teatro Colón, del Teatro alla Scala de Milán y cuanto concierto pudiesen visitar en las ciudades donde vivieron, Bach, Schumann, Brahms, Debussy, Ravel, Schoenberg, Anton Webern, Alban Berg fueron muy queridos por ambos», comentó en octubre de 2020 el profesor del Instituto de Música UC.

También amaban el cine, y eso marcó la relación con sus tíos. «Con ellos conocí a Federico Fellini, Jim Jarmusch, Abel Ferrara, Ermanno Olmi, Emir Kusturiça, Ingmar Bergman, Ettore Scola, Lina Wertmüller. Recuerdo particularmente un Año Nuevo en su casa de Milán, donde tuve la maravillosa experiencia de ver en la tele el filme Pieza inconclusa para piano mecánico, la obra de Chéjov dirigida Nikita Mikhalkov y, por la noche, asistir a la obra de teatro donde actuaba Marcello Mastroianni, dirigido también por Mikhalkov. Recuerdo el regocijo de ambos; mío también naturalmente, y la larga sobremesa con prosecco que tuvimos esa noche. Ambos eran amantes del vino, pero nada de esos nuevos sibaritas que hablan con terminología aprendida en un curso de cata, disfrutaban sencillamente del vino, sin pretensiones. Así fue la vida que llevaron; sencilla y carente de toda pretensión», comentó. (ver entrevista).

Son experiencias de vida que, por cierto, le dan una fortaleza muy singular a la curaduría de «Quino en la música».

«Tengo muchas anécdotas que contar en relación a varias de las páginas expuestas porque viví muy cercano a él en varios períodos. Cuando yo estaba retornando a Argentina después de la apertura democrática en el año 1983, viví en su casa en Buenos Aires varios meses y después nos visitábamos cuando me independicé y vivía en un departamento cercano a su casa; nos veíamos todas las semanas varias veces. Y después, cuando yo viví en Suiza también lo visitaba frecuentemente. Entonces hay muchas de las páginas, especialmente de humor, donde tengo siempre algo que contar», revela Guillermo Lavado.

¿Qué les diría a los auditores de Radio Beethoven como invitación a la muestra «Quino en la música»? ¿Qué tipo de experiencia vivirán?

«Lo que van a a encontrar como público es una muestra concentrada de lo que fue la trayectoria de Quino desde el año 1950 hasta que dejó de dibujar, reflejando muchas características humanas en lo que era su pasión por la música. Con Alicia, su esposa, asistían semanalmente un par de veces a conciertos, estaban abonados a la temporada del Teatro Colón, en las estadías que tenían en París también asistían a conciertos, y en Milán vivían muy cerca del Teatro alla Scala. Eran muy melómanos y muy cinéfilos, y de asistir también al teatro. Entonces, gran parte de su trabajo se ve reflejado en esa observación profunda que hacía de una sala de conciertos, se llevaba sus binoculares para mirar el detalle del comportamiento de los músicos en la orquesta o en un grupo de cámara. Era una persona realmente muy introvertida, muy callada, pero a la hora de observar era exuberante».

Su afición al cine, por otra parte, imprime un sello que denota una suerte de mirada desde una cámara. No es casualidad, por lo demás, que la exposición se realice en el Centro de Extensión Oriente, que se ubica en el Campus Oriente de la Universidad Católica, donde se estudia música, arte y teatro. «Lo hacemos en el llamado Campus de las Artes para que quienes estudian arte se se sientan invitados a conocer la mayor parte de la producción relacionada con la música y el arte de Quino. Hay algo bien cómplice en observar muchas de las cosas que vivimos los músicos. Para el público en general es también una manera de acercarse a un universo en el que uno ya deja de ser espectador y empieza a entender varios de los conflictos humanos que sufrimos los músicos diariamente, porque en un escenario hay muchas cosas que pasan, graciosas y no tanto, pero que enriquecen la vida y el relato que puede tener en este caso una pluma tan aguda como la de Quino», indica Guillermo Lavado.

«Descubrimos nuevamente no sólo a un artista gráfico excepcional, sino que a un ser humano profundamente conectado con la música, con el arte y con la condición humana»

Ignacio Sánchez, rector UC

Son decenas de premios los que recibió Joaquín Salvador Lavado por su contribución a la sociedad a través del arte. Un punto de inflexión, por cierto, fue cuando en 1979 Mafalda, la niña que se subía a un pisito para hacer un llamado a la paz mundial en una ONU imaginaria, ilustró los Derechos de los Niños.

Ese acto de justicia con el creador de una imagen que se instaló en la cabeza de muchos de nosotros por su fuerza simbólica y porque nos refleja en nuestra impotencia y anhelo de paz, fue también una acción reparatoria de la dolorosa conciencia que tenemos, ya como adultos, por habitar día a día con la injusticia. Una emoción compleja e inquietante que se podía palpar en la ceremonia de inauguración de la muestra, el viernes 13 de diciembre, en el Centro de Extensión Oriente.

Por cierto, el ambiente era de esperanza y de alegría, pero la franqueza más desafiante de todas, el ejercicio de honestidad con uno mismo, se podía también sentir.

El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, destacó que la exposición permite «conocer cada vez más a Quino, a Mafalda, y a todo este aporte cultural que desde Argentina nos ha deleitado durante tantos años», y reconoció que da la bienvenida a la muestra era «un privilegio como rector de esta universidad». Además de agradecer la generosidad del profesor Guillermo Lavado, y de felicitarlo por su trabajo curatorial», agradeció el apoyo de la Embajada de Argentina en Chile.

Quino siempre fue un melómano declarado, aseguró. «Decía llevar una pequeña discoteca en su cabeza, poblada por Mozart, Bach, Los Beatles y otros grandes nombres de la música clásica y también de la música popular. De hecho, su amor por Los Beatles fue tan grande que se reflejó en Mafalda, quien era una auténtica fanática del cuarteto de Liverpool. En muchas de sus tiras, Mafalda escuchaba con entusiasmo canciones como She Loves You, su favorita, mientras intentaba contagiar ese amor a su grupo de amigos, aunque no siempre con éxito en el caso del recordado Manolito», dijo el rector Sánchez. 

«Este detalle, aunque parezca pequeño; tiene, creo yo, una gran relevancia. En los años 70, cuando Mafalda y Quino manifestaban públicamente su admiración por Los Beatles, la banda era vista por sectores muy conservadores en Latinoamérica como una amenaza a los valores tradicionales. Sin embargo, para Quino y su entrañable personaje, Los Beatles representaban el lado bueno del mundo, una celebración de la libertad y la creatividad», comentó. 

Destacó igualmente el «firme compromiso de nuestra universidad con el acercamiento de la cultura a las personas. Nuestra misión va más allá de la formación académica, buscamos ser un puente entre el arte, la educación y la comunidad, proponiendo espacios donde la cultura en todas sus expresiones sea accesible para todos», pues sólo este año en esa misma explanada del Centro de Extensión Oriente se exhibieron las muestras «Pascua chilena: juguetes navideños de antaño», del Museo del Juguete UC, y “El paisaje es el Rostro: Escritoras y escritores chilenos”, con fotografías de Luis Poirot.

Ahora, con «Quino en la música», indicó el rector Sánchez, «descubrimos nuevamente no sólo a un artista gráfico excepcional, sino que a un ser humano profundamente conectado con la música, con el arte y con la condición humana».

El embajador de Argentina en Chile, Jorge Faurie, debió tomarse unos segundos antes de hablar. «Debo reconocer que me emociona», dijo. Respiró y continuó: «Quino es una parte del tiempo de mi crecimiento, de mis 10, 13 años, cuando empezaba a leer revistas de política y antes de leer los artículos, me enganchaba primero con la tira de Quino, que muchas veces sinceramente era una posición política mucho más fuerte que lo que estaba escrito en los artículos».

Guillermo Lavado, por su parte, profundizó en lo que implicaba el titulo de la muestra y aclaró además que su tío solía centrarse en lo que no le gustaba de sí mismo, que la autocrítica es un factor clave en la simpatía transversal que suscita, más allá de cualquier ideología.

El cierre fue, cómo no, con música. El violinista Miguel Ángel Muñoz, integrante de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y permanente colaborador artístico de la programación del Instituto de Música UC, interpretó un movimiento de la Sonata Op.115 de Sergei Prokofiev. La eligió por su carácter y también porque es una pieza que suele tocarse igualmente en flauta, como un guiño a su colega, el profesor Lavado.

La presencia de una escultura de Mafalda, sentada en una banquita, como las hay en por lo menos 12 plazas del mundo, atrajo a incontables personas que se fotografiaron junto a ella. Las autoridades y el profesor Lavado recorrieron toda la muestra, en una inolvidable visita guiada.

Ya en el cierre de la actividad, le preguntamos al embajador argentino Jorge Faurie, qué significa para él, como representante de la República Argentina, ver montada esta exposición montada dentro de una institución universitaria, pensando en lo que representa Quino para todos los sectores políticos.

«Es una decisión sabia de las autoridades de esta casa de estudios porque Quino es una reflexión sobre la humanidad, una reflexión que quizás pueda llegar la gente joven de hoy que usa una cantidad de medios tecnológicos completamente diferentes para entenderse, seguir y comunicarse en el mundo. Esto es la posibilidad de ver la sensibilidad humana hecha humor». 

También hablamos con el rector UC Ignacio Sánchez. ¿Cuán emocionante es ver que en la Universidad Católica se hace una exposición como ésta, que reúne a tantas generaciones y con un mensaje transversal con foco en lo artístico, justamente en el Campus Oriente, donde se estudian las carreras artísticas?

«Es muy gratificante y emociona. ‘Quino en la música’ es una mirada profunda, humorística, pero también de una crítica social y de una crítica musical también. Nos damos cuenta de que aquí a través de pequeñas figuras, pequeñas situaciones se puede describir una situación sociológicamente muy compleja, se puede describir rasgos culturales de los latinoamericanos, no solamente de los argentinos, porque uno se ve muy reflejado también en esa chispa, en ese humor. En el caso del personaje de Mafalda, creo que para gran parte de los chilenos significa mucho: hemos crecido durante muchos años leyéndola, disfrutándola y apreciando su humor. La muestra tiene más de 120 viñetas, es muy completa y hay una curaduría excepcional. Que el profesor Guillermo Lavado, que es el Guille, hable de su tío, de las anécdotas, que nos diga dónde él está dibujado o dónde está escrito el nombre de la señora de Quino en una estación ferroviaria… Esas son cosas únicas, inolvidables y que yo agradezco mucho. Me parece que la universidad y este Centro de Extensión Oriente se pone de gala al recibir a Quino en este mes de diciembre».

El presente y futuro de Mafalda: llegó a las Naciones Unidas y tendrá una serie audiovisual y una exposición inmersiva itinerante

Dado que se está viendo este año una mayor presencia en el mundo digital de Mafalda, considerando por ejemplo que en las redes sociales todos los días hay abundantes personas que suben viñetas, le consultamos a Guillermo Lavado a qué cree que se debe. «El 21 de septiembre se cumplieron los 60 años de Mafalda y se cumplen también los 70 años de Quino en el humor, desde que empezó a trabajar. Creo que en redes sociales la gente sube material un poco como rebote de todas las actividades que se están haciendo y que han reavivado mucho la presencia de la obra de Quino en la retina del público».Las acciones que se están ejecutando implican colaboraciones artísticas y alianzas en el ámbito del papel, pero también en los mundos audiovisual y museográfico.

«Un hecho significativo ha sido el acuerdo global que hicimos, como familia, con Penguin Random House, la que realmente le ha puesto muchísimo empeño y energía en recuperar el espacio perdido en librerías de toda la obra de Quino, tanto Mafalda como sus libros de humor. También está la serie que va a salir en 2026 dirigida por Juan Campanella en la que estamos trabajando de manera muy intensa, y hay muestras inmersivas que están en proyecto», comenta el profesor UC.

¿Qué más nos puede comentar de la serie con Campanella y de la muestra inmersiva?

«Acabo de recibir el libreto número 6, están realmente trabajando de manera muy intensa. Juan está trabajando todas las mañanas en la parte inicial de animación y se va avanzando. La primera temporada se va a estrenar en 2026, al igual que la muestra inmersiva, que es un proyecto muy importante, muy grande, que está dirigiendo y llevando a cabo Damián Kirzner, que es un productor dueño de New Sock, que es la productora que está trabajando en la puesta inmersiva. Están haciendo un trabajo muy completo y muy bueno, y yo creo que va a dar de qué hablar también esta muestra inmersiva que va a comenzar en Buenos Aires y después de unos meses va a trasladarse a Madrid y a itinerar por Latinoamérica, Europa y el mundo».

Recuerdo que fueron con Mafalda a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. ¿Cómo fue ese viaje?

«Sí, fuimos ahí invitados, y también a la gala de la entrega de premios Emmy y eso fue muy emocionante porque estuvo Mafalda interactuando con Felipe Colombo, que es un actor argentino que hizo la presentación de tres categorías. Fue un momento muy emocionante. En la mañana asistimos invitados a la ONU. Eso en realidad fue una idea de Pablo Irrgang, que es el escultor de la Mafalda que quedó ahora en las oficinas de Netflix, y estamos también trabajando para que quede un ejemplar en algún parque en Nueva York. Ésa fue una idea original de él, que surgió acá cuando vino a la instalación de la Mafalda en la Fundación Cultural de Providencia. Fue él quien le presentó la idea al embajador argentino, Jorge Faurie, en el sentido después de este evento faltaba que Mafalda llegara a la ONU como su sueño de ser traductora oficial de la ONU. Primero pasamos por la misión argentina que está en un edificio frente a la ONU y después entramos a la ONU. Fue muy emocionante el encuentro con los traductores de español. Una de ellas confesó que se había hecho traductora inspirada en esa idea de Mafalda que tenía el sueño de transformarse en traductora para arreglar los conflictos del mundo arreglando un poco las traducciones entre los líderes mundiales, pues ella podría limar las asperezas y hacer una traducción un poco más amable en pos de la paz mundial. Entonces fue un momento mágico: Mafalda estuvo ahí en la sala y en la cabina de traducción también Fue un momento realmente muy bonito».

Coordenadas «Quino en la música»
13 al 28 de diciembre, Centro de Extensión Oriente (Jaime Guzmán 3.300, Providencia). Abre de 9 a 19 horas, de lunes a viernes, y de 9 a 14 horas el sábado. Acceso liberado.

Romina de la Sotta Donoso | 14-12-2024.