Gonzalo Cuadra: "Las artes escénicas son guisos que se cuecen a fuego medio; necesitan su tiempo"
agosto 4, 2023
El director escénico, tenor y musicólogo está presentando su lúdica producción Estación del Canto en el Teatro Municipal y estrenará próximamente una nueva versión de El Empresario de Mozart, en la Región de Valparaíso. En los últimos meses ha participado en una versión chilota de Bastián y Bastiana y en el estreno de La Rara. "Me encantaría que el día tuviera 30 horas, pero no es así", confiesa el académico la Universidad de Chile y UAH.
Sus días parecen tener más horas que el de cualquier mortal. El tenor, musicólogo y regisseur Gonzalo Cuadra siempre está trabajando simultáneamente en varios proyectos, y cada uno de ellos implica no sólo implica un desafío logístico, sino también una fructífera colaboración de diversos actores, además de un estándar de altísima calidad artística. Y todo ello lo articula, además, con su trabajo docente como académico de las universidades Alberto Hurtado y de Chile.
Acaba de concretar una creación escénica propia que originalmente había sido programada en el Teatro Municipal de Santiago para inicios del año 2020. Naturalmente, la pandemia pospuso ese estreno, y ahora quedan dos funciones de Estación del Canto, el sábado 5 y el domingo 6 de agosto. Radio Beethoven conversó al respecto con Gonzalo Cuadra, quien está a cargo de la dirección musical y escénica, con libreto y música original de esta producción.
La dirección integral de Estación del Canto es de Gabriela Torrejón y propone un autobús de casi cuatro metros de largo. Los personajes son Renato Pantanelli, el chofer del bus, a cargo del barítono Cristián Moya; su ayudante Hyppolite, que interpreta bajo-barítono Pedro Alarcón; Doralisa del Serafín, encarnada por la soprano Claudia González-Serrano; Tenorelio Boccaperta, a cargo del tenor Rony Ancavil; y Helga von Kaverna, interpretada por la mezzosoprano Camila Aguilera, junto con el pianista Jorge Bugueño.
«El Teatro Municipal me invitó a ser parte de la temporada de El Pequeño Municipal con una obra familiar, y esto iba a presentarse a inicios del 2020. Mala fecha, como tú comprenderás. Entonces la idea era hacer una obra que le explicara a la familia las distintas voces de la lírica, qué es lo que es una soprano, un tenor, un barítono, un bajo, etcétera, etcétera. La obra obviamente se pospuso por razones pandémicas y finalmente se concretó ahora», cuenta Gonzalo Cuadra.
«Al comienzo iba a ser un concierto con un guion, pero las horas de nunca acabar de la pandemia hicieron nacer en mí la idea de hacer no un concierto con un guion, sino un teatro musical. Es decir, una obra de teatro con música, con personajes que son las voces de la ópera, la soprano, la mezzo, el barítono, el bajo, el tenor, y que deben demostrar que tienen las condiciones de sus voces líricas para poder subir a un bus que los va a pasar a buscar en un paradero. Todo esto con una trama muy lúdica, muy de gags, muy de bromas y pequeñas ocurrencias que están enfocadas en los niños, pero también en los adultos; para el público general, pero también para el conocedor de ópera. Es decir, juega para distintos focos de público simultáneamente. Me tiene muy emocionado esto porque es un trabajo familiar que espera tocar a distintos tipos de público, desde el niño hasta el que conoce la ópera y todos los escalafones intermedios,a la persona que no sabe nada de ópera, al adulto, al papá, a la mamá, etcétera», agrega el director escénico.
¿Qué le parece que el Teatro Municipal se vaya abriendo cada vez más a distintos artistas y gestores de la escena nacional, en función de lo que significa para el crecimiento de esa misma escena?
«La verdad es que esa instancia para mí siempre va a ser muy positiva. Chile tiene muchos talentos, y si lo hablamos ligado al área de la música docta, de las artes de la representación, no son pocos. No son pocas las personas que pueden aportar y ser de gran valía. Creo que si esto significa un espaldarazo a la producción nacional, el Teatro Municipal va por buen camino. En todas las áreas que el Teatro Municipal necesita, hay talentos nacionales que pueden aportar».
Gonzalo Cuadra es tenor y estudió canto y musicología en la Universidad de Chile. Premio Presidente de la República 2020, mención Edición Musical por la inédita antología de arias chilenas que presenta su libro Ópera nacional. Así la llamaron 1898-1950 (2020), tiene una sólida trayectoria como intérprete, dentro y fuera del país. Especialista en el Barroco, integra los conjuntos Syntagma Musicum Usach y Terra Australis.
Tiene, además, una fructífera carrera como director de escena, habiendo desarrollado puestas en escena de Torrejón y Velasco, Bach, Pergolesi, Mozart, Rossini, Marc’Antoine Charpentier, Ravel, Verdi y Donizetti. Asimismo, es líder de entidades como el Colectivo Ópera Nacional, con un exuberante trabajo como gestor. Ver perfil de 2010 de Gonzalo Cuadra, aquí.
Recientemente, en mayo, y también en la Sala Claudio Arrau del Teatro Municipal de Santiago, usted protagonizó, como director escénico, el reestreno de El demonio mudo, ópera de cámara jesuita escrita hace más de 300 años, con Colectivo Ópera Nacional, solistas y Harmonices Mvndi, y con la dirección musical de Ramiro Albino ¿Cómo fue esa experiencia?
«El Demonio Mudo fue un regalo que nos dio la vida. Tuvimos la fortuna de presentarnos en el Teatro Municipal con el Colectivo Ópera Nacional, que es un grupo con el que estamos constantemente en la búsqueda de subrayar y darle presencia al repertorio nacional, sobre todo histórico. El Demonio Mudo no es chilena, pero sí se encontró en Chile, por lo tanto, entraba dentro de nuestros intereses, y el Teatro Municipal hizo una apuesta y la verdad es que salimos bastante airosos y con mucho cariño del público, además, con muy buena aceptación».
En su nueva producción, Estación del Canto, usted no sólo está a cargo de la dirección de escena y musical, y de los libretos, que incluyen traducciones al castellano, sino que también desarrolló la labor de compositor, creando música original. ¿Cuáles son los referentes con los cuales trabajó?
«Claro. Partió de un concepto de hacer un concierto de arias con un guion pero pronto, en las horas de pandemia, derivó en un teatro musical que tiene un guion escrito por mí. Incluye trozos de arias conocidas del repertorio, de grandes compositores de la ópera, traducidas al castellano por supuesto, y además compuse música original para la obra, que abarca desde una música muy de tipo infantil, muy pegajosa, hasta pequeñas referencias a la música de Puccini, de Richard Strauss, de Mozart y de varios otros compositores que van ahí subrayando las acciones. Hay tríos, cuartetos y recitativos, en una obra que alcanza más o menos los 50 minutos de duración».
Usted también fue parte del equipo de Una Ópera Mágica en Chiloé, Bastián y Bastiana, de la compañía Lírica Disidente; estuvo a cargo de la traducción de ese singspiel de Mozart al castellano. ¿Cómo nace su vínculo con esa compañía y cómo fue ese trabajo?
«Yo conozco a Lírica Disidente hace ya harto tiempo, pude trabajar hace poco con ellos en el proyecto de un concierto de ópera chilena que ellos presentaron como una ópera workshop. Pero los conocía desde antes porque son todos cantantes reconocidos y ya tienen su carrera como gestores. Cuando me llamaron para participar de este proyecto de Bastián y Bastiana pero con adaptación al castellano se reunieron dos cosas que son muy interesantes para mí: trabajar con ellos, pero también el tema de la ópera en castellano, que para mí es muy necesario en lo que implica la oferta cultural paralela a la ópera en el idioma original. Como buen traductor uno no sólo es traductor, sino que además tiene algún criterio editorial al respecto. Ellos me plantearon que quería hacer una ambientación chilena, específicamente chilota, porque la historia se prestaba además para eso, y ahí procedí con la traducción que tiene una finalidad cantable, no es sólo traducir, sino que adaptar la letra para que calce con la música y eso implica tener en cuenta la métrica y la rítmica, no sólo el significado».
Es interesante que sea un Mozart a lo chilote…
«Claro que sí. Y nunca hay que olvidar que Mozart, si bien tenía gran concepto de sí mismo como creador, también era un tipo muy práctico. Era muy práctico y estaba al servicio también del mercado, de alguna manera. O sea, no le hubiera molestado para nada adaptar su ópera a una ambientación chilota. Esta producción de Bastián y Bastiana tiene un plus: está dirigida a los niños y revisita la trama de la historia, con consejos, enseñanzas, y datos que van a hacer que los niños reflexionen frente a la trama que están viendo. El texto está en castellano, la compañía es de gente joven, llena de energía, y la puesta en escena es de Ignacio Ramírez, es decir, son apuestas jóvenes con Lírica Disidente, que le dan un aire fresco también a nuestras producciones chilenas».
¿Qué nos puede adelantar de sus próximos proyectos?
«En agosto y septiembre vamos a estar con la ópera El Empresario de Mozart, que es una reposición de la versión que hice para 2009 para la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción. Es con guion nuevo adaptado y con traducciones correspondientes, en formato de canto y piano, y lo vamos a llevar a distintos escenarios de la Región de Valparaíso».
La actualización de El Empresario, imagino que tiene que ver con la contingencia actual, tal como fue la adaptación suya anterior en Concepción, ¿no?
«Claro, en El Empresario de Mozart, que hicimos con la Corcudec en el año 2009, la trama era adaptada a partir del original, y tocaba temas muy contingentes de la época. Hablaba de la gripe porcina, de la colusión de las farmacias. Era tal cual el teatro tipo vodevil, que tiene que estarse constantemente poniendo al día de lo que sucede. Sin duda, para estas producciones que vamos a hacer en la Región de Valparaíso no sólo vamos a estar tocando temas contingentes, sino que además temas locales que tienen que ver con la ciudad donde se representará la obra».
Y siempre hay temas para poder hacerlo, por ejemplo, colusiones.
«Siempre va a haber, te aseguro. Es cosa de mirar el diario, siempre vamos a darnos cuenta de cosas que son muy interesantes de poner arriba del escenario».
Es una característica de las artes escénicas, desde su inicio, que presentan reflexiones que muchas veces estaban veladas, pero que son críticas fuertes a la actualidad. En particular eso sucede justamente en algunas óperas de Mozart.
«Y además El Empresario, es una obra toca una temática del día a día. No es un ambiente mitológico, no es un ambiente de héroes del siglo V, no son grandes figuras históricas. Son personajes de carne y hueso con situaciones cotidianas que vive un empresario cuando tiene que lidiar con cantantes de hoy, y eso podría ser hoy, en el siglo XXIII o el siglo XIX, da lo mismo».
Usted ha estado especialmente activo este año. Ahora incluso coincidieron en el tiempo las funciones de los dos proyectos, Bastián y Bastiana y Estación del Canto. Pero justo antes de El demonio mudo, se estrenó la ópera La Rara, de René Silva, con régie suya.
«La verdad es que ha sido un comienzo de año con muchas actividades. Por ejemplo, las selecciones de ópera que hicimos traducidas en Lo Barnechea; hicimos Carmen y La bohème con la Corporación Cultural de Verónica Villarroel, después El Demonio Mudo y luego La Rara, la ópera sobre la Violeta Parra, con la producción de la Universidad Alberto Hurtado, ahora Estación del Canto y luego viene El Empresario«.
En paralelo, Gonzalo Cuadra es académico del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado y de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. «En ambas universidades dicto la cátedra de fonética italiana, fonética francesa y ópera, y en la Alberto Hurtado, además, el ramo de canto».
Y además es integrante del conjunto Syntagma Musicum de la Usach…
«Sí, integrante de Syntagma Musicum de la Usach, así que me encantaría que el día tuviera 30 horas, pero no es así (ríe). Me encantaría que viviéramos en Saturno, con una rotación al sol larga y con días largos (ríe)».
Ésa era mi siguiente pregunta, cuántas horas tenía su día. Siempre lo encontramos con tantas actividades y siempre con mucho entusiasmo.
«Sí, pero cuando con Colectivo Ópera Nacional supimos que se nos venían varios de estos compromisos, más compromisos míos, trabajamos en vacaciones. Las vacaciones fueron muy trabajadas. O sea, cuando llegó marzo, teníamos avanzada una buena parte de la pega».
Eso para mí, refleja una sola cosa: amar el trabajo.
«Es que o si no, no funciona. La ópera, y en general las artes de la representación, las artes escénicas, son guisos que se cuecen a fuego medio, entonces necesitan su tiempo de cocción especial. Es como hacer una cazuela, no puedo echar todos los ingredientes simultáneamente».
¿Le gustaría invitar a los auditores de Radio Beethoven a su producción de teatro musical Estación del Canto en el Teatro Municipal de Santiago?
«Claro. Invito a la a toda la gente sin distinción de gusto musical o de experiencia previa, para que se acerquen a Estación del Canto, van a ver cómo un bus sube a los cantantes líricos y hace un recorrido de una manera lúdica e informativa, con mucho de comedia que les va a hacer pasar un gratísimo momento, desde los niños hasta los adultos».
Coordenadas
Últimas funciones. 17 horas, sábado 5 de agosto. 12 horas, sábado 6 de agosto. Sala Claudio Arrau del Teatro Municipal de Santiago, Agustinas 794. Entradas por $10.000.
Por Romina de la Sotta Donoso | 04-08-2023.