El Moldava y Mi madre la oca: la nueva apuesta de Música UC para niñas y niños
julio 5, 2024
Con versiones de cámara de las obras de Smetana y Ravel, y con dos conciertos, el sábado 6 de julio continúa la segunda temporada de esta iniciativa para el público familiar que más que duplicó sus asistentes respecto de 2023. Con la dirección de Christian Lorca, se proyectarán ilustraciones y la narración estará a cargo de Magdalena Amenábar.
El director Christian Lorca, retorna a la Temporada Música UC para niñas y niños. Vuelve con su propia adaptación para cuarteto de Mi madre la Oca de Maurice Ravel, arreglo que fue estrenado en enero en la misma temporada, y que ahora contará con nuevos intérpretes en escena. Además, se presentará una versión de cámara de uno de los más conocidos poemas sinfónicos del repertorio universal: El Moldava, de Bedrich Smetana.
Serán dos funciones, ambas el sábado 6 de julio en el Auditorio del Centro de Extensión Oriente UC (Jaime Guzmán 3.300): a las 11 horas (inscripción gratuita) y a las 13 horas (inscripción gratuita). Actuará una decena de intérpretes, entre profesores y estudiantes del Instituto de Música UC, más invitados, y esta propuesta diseñada especialmente para un público infanto-juvenil contará con narración a cargo de la soprano Magdalena Amenábar y con ilustraciones de Pedro Naranjo.
Director titular de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana OSEM, y asistente de ópera en el Teatro Municipal de Santiago, Christian Lorca ya ha dirigido seis conciertos en la Temporada Música UC para niñas y niños, desde que el ciclo debutó, en octubre del año pasado. Y sus presentaciones del 6 de julio no serán las últimas de este año. El director chileno destaca que se está consolidando un público comprometido con asistir a todas las entregas de la temporada.
De hecho, con un promedio de 320 asistentes por función durante la segunda edición de la Temporada Música UC para niñas y niños, el incremento del público es significativo: se más que duplicó.
Para el director invitado, las ilustraciones y la narración refuerzan ciertos énfasis claves a la hora de acercar a las primeras audiencias. «El concierto anterior que tuvimos juntos, creo que las ilustraciones de El Carnaval de los Animales ayudaron justamente a captar una atención mucho mayor de los niños y las niñas, e incluso de los papás y las mamás también, porque efectivamente lograban tener una conexión más tácita con el contenido muchas veces no verbal que tiene la música», opina.
Christian Lorca aclara que ahora, en los conciertos del 6 de julio, los relatos visuales tendrán un impacto distinto, ya no sólo representar literalmente los personajes de El Carnaval de los Animales. Ahora, para El Moldava, indica, podrán reflejar emociones: «Es un aporte el tener ilustraciones para hacer mucho más cercano y mucho más fácil de comprender cómo el compositor o cómo el arreglador imagina o da su impresión de una determinada escena».
El Moldava es uno de los poemas sinfónicos que forman parte del ciclo Mi Patria del célebre compositor Bedrich Smetana. Escrita en 1874, se trata de una partitura sumamente colorida que describe el curso del río Moldava, exaltando el valor identitario que tiene la naturaleza para la República Checa. En esta ocasión, un ensamble instrumental interpretará la versión de cámara que ha desarrollado Wolfgang Renz.
«La construcción del arreglo es bastante fiel a al versión original, que es para orquesta. Es un arreglo muy exigente y que nos va a llevar a explorar un montón de facetas instrumentales, incluso algunas que no fueron originalmente escritas para esos instrumentos, pero sí inspiradas en ellos. Luis Alberto Latorre estará en el piano, que tiene harto protagonismo atmosférico, y tenemos un quinteto de cuerdas», señala Christian Lorca.
Actuarán Guillermo Lavado en flauta, Juan Nail en oboe, David Medina en clarinete, Monzerrat Miranda en fagot, Miguel Ángel Muñoz y Carla San Martín en violines, Luciano España en viola, Celso López en violonchelo, Carlos Arenas en contrabajo, Luis Alberto Latorre, en piano y Gamaliel Roa en marimba.
El profesor Guillermo Lavado es el líder de esta iniciativa que ha sido financiada a través del Concurso de Creación y Cultura Artística de la Dirección de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación UC, tanto en la primera como en la actual edición.
En términos de curaduría, el flautista indica que la clave está en el equilibrio, porque entre el año pasado y el actual se han programado algunos hitos de la literatura infanto-juvenil, como Pedro y el Lobo y Mi madre la Oca, pero también se ha buscado innovar en ese repertorio. «Además de esas obras, que son maravillosas, siempre tratamos de buscar títulos nuevos, que sean obras que se adapten a un relato y que puedan ser introducidas al público familiar, ampliando un poco también su campo de escucha de un repertorio que originalmente no está pensado para niños», explica.
En estos conciertos del 6 de julio, esa innovación vendrá dada por la versión de Wolfgang Renz del El Moldava.
«Wolfgang Renz, oboísta de origen alemán, tiene realmente muchas obras adaptadas con gran maestría para formaciones más pequeñas. Ya tocamos de él su versión de Cuadros de una Exposición, y en el caso de El Moldava es una obra que da para desarrollar un argumento y acompañarlo como un relato donde se vean las distintas escenas desde el nacimiento del Moldava como la unión de afluentes de arroyos de montañas, de deshielo, hasta su llegada al mar, pasando por un casamiento de campesinos, una cacería, una escena bucólica de las ninfas, antes de llegar a los rápidos y la desembocadura final en un amplio río que ya no es para nada la turbulencia de rápidos que nos describe al inicio este poema sinfónico que forma parte del ciclo Mi Patria de Smetana, y que describe magistralmente cada una de las escenas. Creo que hacer este recorrido será una experiencia muy nutritiva, tanto para los niños como para sus padres y sus familias».
Magdalena Amenábar será la narradora en los conciertos del 6 de julio. «El Moldava nos va a llenar de asombro no sólo porque no es un repertorio habitual en nuestro país, sino que además porque Bedrich Smetana, su autor, dejó escrito de su puño y letra todo cuanto nos describe la música con su poder y sonido. Es un poema sinfónico en el que vamos a escuchar el viaje de las aguas del río Moldava entre valles, pastos, bosques, castillos y más…», revela la académica de la Escuela de Teatro UC.
La soprano ya participó en la 1a Temporada Música UC para niñas y niños, en enero pasad, y valora muy positivamente la iniciativa, en cuanto «pone al alcance de chicos y grandes obras del repertorio universal bien realizadas en lo musical, con un encuadre narrativo comprensible y un bello formato visual. Además, los niños pueden interactuar con los intérpretes y aproximarse a algunos instrumentos después de la función. Es una extraordinaria manera de introducir a las futuras audiencias a la música de tradición escrita y acceder en forma de cuento a las historias que quisieron contar sus creadores».
En enero, Magdalena Amenábar estuvo a cargo de la narración de dos obras, una de ellas fue Mi madre la Oca, de Maurice Ravel. Ahora recuerda esa experiencia: «Con su obra Mi madre la Oca, Maurice Ravel creó una partitura llena de imágenes y sutilezas que vale la pena revisitar muchas veces. En ella podemos experimentar sensiblemente los cuentos, diálogos, imágenes y recuerdos en los cuales se inspiró el compositor al momento de crearla. Cuando la hicimos en el mes de enero tuvimos dos funciones llenas de familias ávidas de hacer de un concierto una experiencia compartida».
El compositor francés Maurice Ravel se inspiró en una serie de cuentos tradicionales para crear Mi madre la Oca, originalmente para piano a cuatro manos. Y con esa partitura trabajó Christian Lorca cuando el Ensamble Zero le comisionó esta adaptación que tuvo su estreno absoluto en enero pasado. Ahora, dos intérpretes han cambiado respecto de esa función. Tres son profesores del Instituto de Música UC: se mantienen el flautista Guillermo Lavado y el pianista Luis Alberto Latorre, y se sumarán Celso López en violonchelo y el estudiante Gamaliel Roa en percusión.
«Es motivo de mucha felicidad para mí que se vuelva a tocar la adaptación para cuarteto que hice de Mi madre la Oca. El momento del estreno fue muy íntimo y los relatos de Magdalena Amenábar lo hicieron aun más interesante para mí. En esta oportunidad no habrá cambios porque todo está escrito, pero vamos a explorar texturas musicales y timbres, así como otros tipos de colores del ensamble porque vamos a tener a dos integrantes nuevos. Haber hecho este arreglo y tener la oportunidad de dirigirlo es el sueño de cualquier arreglador, no sólo por verlo interpretado, sino también valorado por colegas», comenta Christian Lorca.
El poder descriptivo que tienen tanto Mi madre la Oca como El Moldava es fundamental también en que el acercamiento a las primeras audiencias sea muy bien logrado, ¡no?
«Sí, es fundamental el poder descriptivo y cómo con elementos sencillos muchas veces se logra una obra de arte. En el caso de Ravel, si bien nos cuenta diferentes cuentos para niños, musicalmente hablando, están armados con una sencillez muy compleja. En su génesis es muy sencillo, pero si uno va al total, ve que es sublime. Lo mismo ocurre con El Moldava, que también es muy sencillo, de hecho, a mí en lo personal me recuerda mucho a La mar estaba serena, esta canción que a veces cantábamos. Es exactamente lo mismo, y es tan simple la melodía, ¡pero está tan bien tratada, tan bien armonizadas! En este arreglo, la descripción es muy fidedigna a la historia que nos quieren contar».
Christian Lorca comenta que también como parte de su trabajo con la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana los conciertos son guiados, enfoque que coincide con sus colaboraciones con el programa El Pequeño Municipal para Amadeus, el luthier, y con Carmen Lavanchy para Camerata Educa de la Universidad de los Andes.
«Siempre he estado vinculado, sin buscarlo, a la acción de educar en base a un momento artístico, ni siquiera musical. Quiero decir, para mí, un momento artístico siempre ha sido un momento de educación y de vinculación con el medio. Y cada vez me agrada más, porque uno va descubriendo las razones de por qué uno hace esto. Yo he tenido la posibilidad de trabajar con la Sinfónica de Chile y con la Filarmónica, hago asistencia en el Teatro Municipal de Santiago con óperas que son increíbles, pero el vínculo muchas veces no es tan cercano como cuando uno hace un concierto de música de cámara con una historia y con multidisciplina; es una experiencia muy rica», reconoce Christian Lorca.
«Siempre agradezco al Instituto de Música, que confíe y dé la oportunidad de poder hacer estas bellas locuras, porque así es como nosotros aprendemos. La verdad es que yo aprendí música jugando, no solo en un conservatorio estudiando las lecciones, aprendí en forma práctica, involucrándome y esa fue la manera que encontré para enamorarme de lo que hago. Espero que otros también se enamoren de la misma manera o que por lo menos disfruten al encontrarse con un mundo muchas veces inesperado», agrega.
«Creo que es muy bueno no cerrarse a ningún estilo musical», declara el director. Porque su próximo compromiso será conducir el 27 de julio a más de 100 intérpretes en un homenaje de la agrupación Kokorone Music al trabajo de Joe Hisaishi para Studio Ghibli. Para el segundo semestre, adelanta, con la OSEM trabajarán conde Aida. «Además, estamos haciendo todos los esfuerzos para estrenar en Chile una obra de Marianne von Martinez, una compositora contemporánea de Haydn y Mozart que es espectacular. Se llama La Tempestad, y es para mezzosoprano y orquesta; estamos trabajando para que esto salga a luz dentro del segundo semestre». Por otra parte, en octubre estará a cargo de la dirección musical de Nijinska, secreto de la vanguardia, en el Teatro Municipal de Santiago.
Por Romina de la Sotta Donoso | 04-07-2024 | Publicado originalmente en musica.uc.cl.
"Pensando en todo lo que la Universidad Católica y el Instituto de Música me han dado, y que realmente ha sido mucho, la verdad es que mi carrera no sería la misma si no hubiera estado acá. De modo que esto, en el fondo, es tratar de devolver la mano", comenta el premiado profesor, quien cuenta con una extensa trayectoria y ha enseñado por 21 años en Música UC.
El compositor chileno radicado en Colonia viene con el ensamble Electrnic ID para estrenar en el Festival Teatro a Mil Transparence, concierto inmersivo que articula a siete intérpretes en escena, electrónica en vivo y proyecciones para reflexionar sobre los efectos que tienen nuestras representaciones en redes sociales. Tras ocho años viviendo en Europa, reconoce el buen nivel de la formación que tuvo en la UC y cuán enriquecedor fue ser parte de Taller Ciclo.
El director catalán conducirá a solistas, coro y orquesta en el concierto Bach Santiago 49, el 19 de enero en el Campus Oriente UC, en cantatas que "expresan el júbilo del Año Nuevo y la esperanza del nacimiento". En este retorno a la UC, después de haber venido invitado por Víctor Alarcón a enseñar hace 18 años, también dictará un curso en la Escuela Internacional de Profesores Visitantes.
Desde que volvió a Chile en 2021, el pianista ha tenido una agenda sumamente intensa y parte este año 2025, que tendrá un acento solista, con obras de carácter macabro de Chopin y Ravel, que articulará con un Stravinsky vital y luminoso. "Afortunadamente hay mucha demanda por la música clásica en Chile y el piano está teniendo un momento excelente", dice.
Una reforzada programación musical tendrá el espacio de Lo Barnechea durante 2025, con más conciertos del elenco de Luis José Recart, más del Ciclo de Piano y de Ópera para Todos. Además, debuta un Festival de Guitarra. Asimismo, habrá cinco nuevas producciones teatrales. Aquí las claves de este teatro que en un solo año se convirtió en un nuevo polo musical de Santiago.
Son 25 canciones escolares de fines del siglo XIX e inicios del XX que el académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano encontró revisando ferias y persas, y que incluyen un Himno de Enrique Soro que hoy siguen cantando exalumnas de una escuela normal. Las piezas fueron grabadas y editadas las partituras, y se podrán descargar. El proyecto se presenta el 27 de diciembre.
Desde música del siglo XII hasta La Pasión de Scrooge de Jon Deak y Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, pasando por célebres creaciones de Bach, Haendel, Berlioz, Liszt y Messiaen, además de la ópera Vísperas de Navidad de Rimsky-Korsakov, la cantata Navidad en Chile de Pablo Délano y una sesión jazzística de Dave Brubeck son parte de nuestra programación especial.
Además de entregar las claves de los conciertos gratuitos de Navidad que la Camerata Unab ofrece con distintos coros y solistas durante diciembre, Felipe Karadima hace un balance positivo de este año, con cerca de 90 actividades, y anticipa los hitos de 2025.
Invitado por el Instituto Italiano di Cultura, el pianista piamontés abordará un repertorio que él mismo está rescatando en dos conciertos gratuitos que dará en Los Andes y Viña del Mar, el 29 y 30 de noviembre. "Estos compositores desarrollaron una importantísima operación de aggiornamento cultural porque tradujeron y trajeron a Italia a los grandes románticos alemanes", apunta.