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Música

Danilo Rodríguez lidera homenaje a Arvo Pärt: "Es un compositor que inspira con su trabajo, quizás no sólo desde el ámbito musical, sino también desde el ámbito de la fe"

marzo 26, 2025

"Estos conciertos serán una experiencia sobre lo sacro", dice el profesor del Instituto de Música UC. Él interpretará cuatro obras para órgano solo y dirigirá el Stabat Mater del músico estonio, el 1 y 2 de abril.

Danilo Rodríguez lidera homenaje a Arvo Pärt: "Es un compositor que inspira con su trabajo, quizás no sólo desde el ámbito musical, sino también desde el ámbito de la fe"

Danilo Rodríguez en la Catedral Metropolitana de Santiago. Foto: Jorge Fuentes | Estudio Fondo Blanco.

El profesor Danilo Rodríguez (1981) diseñó y está a cargo de la dirección artística de un programa que celebrará los 90 años del natalicio del compositor estonio Arvo Pärt. Serán dos conciertos que liderará desde el órgano, ambos a las 19:30 horas, el martes 1 de abril en el Templo Mayor del Campus Oriente UC (Jaime Guzmán 3.300) y el miércoles 2 de abril, en el Templo de las Hijas de San José (Agustinas 2.874). Inscripciones gratuitas.

El programa se titula «Arvo Pärt 90» y contará con una primera parte de obras para órgano solo compuestas entre 1976 y 1980, y un cierre en el cual se sumarán tres cantantes y tres instrumentistas para abordar una obra creada en 1985: su Stabat Mater. Así, uno de los más interpretados compositores de la segunda mitad del siglo XX, y responsable de haber iniciado un verdadero movimiento de música sacra que renovó ese repertorio, se hará presente justamente en el 22º Encuentro de Música Sacra.

«El compositor, Arvo Pärt, nos habla siempre de Dios en su música, en su sencillez, pero también en su profundidad. Estos conciertos serán una experiencia sobre lo sacro. ¿Cuál sería nuestra música perfecta en estos tiempos tan convulsionados y rápidos, para tener una experiencia con lo sagrado? Yo estoy seguro de que es Arvo Pärt», adelanta Danilo Rodríguez.

El profesor Rodríguez comenzó a trabajar en el Instituto de Música UC hace quince años, primero con la cátedra del profesor Martin Osten, y en esa labor de pianista acompañante de los violonchelos sumó pronto a los contrabajos. Después de un período junto con el Coro de Cámara UC que se inició en 2018, actualmente es coordinador de los pianistas acompañantes, y ejerce ese rol en las cátedras de percusión y de  contrabajo. Además, dicta el curso de formación general Música Sacra para estudiantes de diversas carreras de la Universidad Católica, en conjunto con el profesor Felipe Ramos Taky, y otro de lectura de partituras.

Danilo Rodríguez en la Catedral Metropolitana de Santiago. Foto: Jorge Fuentes | Estudio Fondo Blanco.

Su vínculo con el Instituto de Música UC es más longevo: se tituló como pianista con la profesora Liza Chung, después de haber iniciado esos estudios con la académica Ximena Ugalde, también en Música UC.

El profesor Rodríguez tiene una muy activa participación en la programación artística del Instituto de Música UC: entre enero de 2024 y enero de 2025 actuó en cuatro entregas del Ciclo Bach Santiago, tres programas del XXI Encuentro de Música Sacra y uno de la 60a Temporada de Cámara UC, además del Concierto de Semana Santa UC.

En casi todos ellos, participaron también grupos vocales, y su filiación con el canto es ineludible: tanto el año pasado como el actual, acompañó en el piano a los estudiantes del Curso Internacional de Dirección Coral, en su muestra de cierre.

«Yo amo los coros», reconoce Danilo Rodríguez. De hecho, es director del Coro del Arzobispado de Santiago y, además, maestro de capilla de la Catedral Metropolitana. Está actualmente cursando el último semestre del magíster en Dirección Coral en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, pero lleva mucho tiempo dirigiendo. Su cercanía con esta disciplina le viene desde los inicios mismos de su formación musical.

Danilo Rodríguez dirige el Coro de la Catedral de Santiago. Foto: Jorge Fuentes | Estudio Fondo Blanco.

«Mi primera profesora de piano, Eliana Opazo, que en paz descanse, era pianista, organista y directora coral, y yo desde chico pensé que todas estas cosas iban juntas (ríe). Cuando llegué a la universidad me di cuenta de que debía decidirme por una, y ahora estoy cumpliendo el sueño de terminar el posgrado en Dirección Coral, lo que ha sido una bendición porque me ayuda en el trabajo pastoral. Está totalmente ligado a eso», comenta Danilo Rodríguez.

Como parte de esos estudios está realizando una investigación sobre una compositora chilena que, explica, «escribió misas que tienen cien años y que no se han tocado».

«Arvo Pärt nos habla siempre de Dios en su música, en su sencillez, pero también en su profundidad. Estos conciertos serán una experiencia sobre lo sacro»

Danilo Rodríguez

Su trabajo en la Catedral Metropolitana de Santiago, dice, lo hace muy feliz. «Me toca velar por la música que se hace en la Catedral. El deán, el padre Héctor Gallardo, ha impulsado fuertemente que la música de la Catedral sea cada vez de mayor valor y hemos estado apoyando ahí a los voluntarios. En cuanto al Coro del Arzobispado de Santiago, éste se dedica a once o doce de las ceremonias importantes que tiene la arquidiócesis en la Catedral. Claro, de repente acompañamos al arzobispo al cementerio o al día del enfermo. Además, estoy todos los domingos con el órgano pequeño, ése que está al lado del presbiterio y que se llama Calera de Tango», describe.

Cuenta que fue construido por alemanes, en el siglo XVIII, pero lo único original que queda es el mueble. El resto del instrumento fue construido a mediados del siglo XX por una empresa alemana.

En el Día de los Patrimonios 2024, usted ofreció de hecho un recital en ese órgano, el Calera de Tango, ante unos 300 asistentes. Pero, además, subió al gran órgano de la Catedral y desde allí les explicó a otras 50 personas algunos aspectos claves de ese instrumento, haciéndolo sonar, incluso, y generando bastante expectación.

«Claro. Es complicada la historia del órgano grande. Es un tesoro que tenemos en la Catedral, sin embargo estamos todavía lejos de poder hacerle una restauración definitiva. Hay un plan maestro que está impulsado y apadrinado por la Universidad Católica, por Patrimonio UC, pero tienen que pasar todavía muchas cosas para que el órgano llegue a restaurarse. Para eso hay que restaurar incluso el lugar donde está el órgano y todo eso tiene una logística. Ojalá, Dios quiera, de aquí a que cumpla 200 años, que va a ser en 2049, tenerlo ahí. Ojalá».

Danilo Rodríguez, en el gran órgano de la Catedral, en el Día de los Patrimonios 2024. «Este órgano fue inaugurado en la Semana Santa de 1850, está a poquitos años de cumplir 200 años. Ojalá se pueda restaurar; tiene varios problemas como ustedes pudieron apreciar, problemas de afinación y muchas fugas de aire que lo hacen inviable para acompañar la eucaristía y el Te Deum«, declaró (ver nota vivencial).

En su recital que dio en el Día de los Patrimonios en la Catedral, usted interpretó música de Arvo Pärt: Pari Intervallo y una selección de Trivum. Esas dos obras serán parte ahora de los conciertos en el 22º Encuentro de Música Sacra UC. ¿Qué hay en la música de Pärt que lo motivó a diseñar este programa y sacarlo adelante?

«Este concierto me ayudó a pensarlo el profesor Felipe Ramos. He venido trabajando ya con música de Arvo Pärt con el arzobispado; en 2013 y 2014 tuve la oportunidad de dirigir Cantus in Memoriam Benjamin Britten, que data de 1977 y fue un tremendo impacto. Yo conocía la música de Arvo Pärt en la preparación de esa instancia y fue bien interesante porque se hizo una vez en la pequeña previa que se hace en el Te Deum. Fue muy significativo porque esa obra es con cuerdas y con una campana, la cual durante la preparación me enteré de que tenía estrecha relación con su técnica tintinnabuli y fue una tremenda sorpresa. Y luego, a través de los años, he vuelto al repertorio de Pärt, siempre bajo el alero del arzobispado. El año pasado tuve la posibilidad de ir probando algunas obras para órgano y ahí salió la inquietud de aprovechar los 90 años de Pärt para hacerle un tremendo homenaje a este compositor que ha dado tanta música maravillosa. De alguna manera, Pärt nos habla de Dios en cada una de sus notas, y eso me motiva mucho por el trabajo pastoral que yo realizo: Es un compositor que inspira con su trabajo, quizás no sólo desde el ámbito musical, sino también desde el ámbito de la fe».

Para el profesor Danilo Rodríguez, corresponde a la misma motivación que lo anima a dictar el curso Música Sacra con su colega Felipe Ramos Taky. «Creo que el tema de la vinculación de la música y lo sagrado y de cómo entenderlo, no solamente desde el ámbito académico o el de la música litúrgica, sino también desde otros ámbitos, es un puente directo con lo que la música de Arvo Pärt quiere entregar», señala.

Es su naturaleza, ¿no?

«Sí. Es su naturaleza, de ahí la sencillez y la pureza para expresar lo sagrado, lo sublime, lo inconmensurable».

¿Tiene usted una misión pastoral como músico y como profesor?

«Claro, sí».

La práctica de Danilo Rodríguez como organista no sólo la ejerce en la programación del Instituto de Música UC y cada domingo en la Catedral de Santiago, sino también en escenarios orquestales. Por ejemplo, en el Teatro Universidad de Chile: el pianista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y profesor también de Música UC Luis Alberto Latorre, por ejemplo, lo ha invitado a tocar con esa agrupación en varias oportunidades.

Así, ha participado en Los Planetas de Gustav Holst, en mayo de 2024, y en el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, en noviembre de 2023; en ambas ocasiones con la dirección de Rodolfo Saglimbeni. También, en Así habló Zaratustra de Richard Strauss, con la dirección de Luis Toro Araya, en julio de 2024, y hace sólo diez días, en la Sinfonía nº3 de Camille Saint-Saëns, con la dirección de Rodolfo Fischer.

Uno de los términos preferidos de Danilo Rodríguez es regalo. «Me encanta esa palabra, porque creo yo que los regalos son de Dios», revela. Y esa es justamente la palabra que utiliza para referirse a su experiencia en el órgano, instrumento con el cual su punto de partida fue con su primera profesora, Eliana Opazo.

«Siempre toqué órgano, e incluso tuve el regalo de tocar órgano en el Vaticano. Fui como parte de una delegación del arzobispado y tocamos allá. Y el año pasado me tocó dar un concierto de órgano a seis manos con otros organistas en Buenos Aires, a propósito de la visita de monseñor Marco Frisina, y dentro del repertorio hubo piezas del mismo Frisina. Eso fue en un Encuentro de Música Litúrgica al que fuimos con el Coro del Arzobispado, fui con 40 integrantes del coro. Entonces, mi relación con el órgano siempre ha estado, he recibido puntuales y maravillosas tutorías del profesor Alejandro Reyes en su momento, en cuanto a la pedalera, y Camilo Brandi también me ha dado importantes recomendaciones. Soy de corazón organista».

Danilo Rodríguez en la Catedral de Santiago. Foto: Jorge Fuentes | Estudio Fondo Blanco.

El martes 1 y miércoles 2 de abril, en el 22º Encuentro de Música Sacra UC, Danilo Rodríguez interpretará cuatro piezas para órgano solo, todas creadas por Arvo Pärt entre 1976 y 1980. Serán, en este orden, Trivium (1976), Pari intervallo (1976), Spiegel im Spiegel (1978) y su misa Annum per annum (1980). Después dirigirá Stabat Mater (1985), que es para tres voces y tres instrumentistas, y que abordarán las invitadas Pilar Garrido, soprano, y Valeria Vega, mezzosoprano, junto con el tenor y académico de Música UC Rodrigo del Pozo, además de Gonzalo Beltrán en violín, Penelope Knuth en viola y Alejandro Tagle en violonchelo.

Las obras elegidas, ¿retratarán un momento de la vida de Arvo Pärt, o más bien la esencia que ha atravesado toda su producción hasta el día de hoy?

«Son del primer período de su nueva técnica tintinnabuli, que es muy interesante. En el concierto vamos a descubrir cómo esta reformulación, el hecho de buscar una nueva manera de componer, hizo que el compositor se conectase con la tradición más profunda de la monodia y del canto polifónico renacentista. Son obras de una sencillez muy profunda, pero muy bella a la vez». 

Abrirá, entonces, con Trivium. «Esta obra tiene tres partes y yo ya probé dos en la Catedral y anduvo bastante bien. Es muy interesante porque fue compuesta en 1976 y fue una de las siete obras con las cuales el público escuchó por primera vez la palabra tintinnabuli. En ese concierto Pärt mostró al mundo su nueva técnica de composición. Él es de Estonia y en algún momento la URSS lo veta por una obra que se llama Credo. Entonces él deja de componer por un breve período, pero luego dice ‘me voy a resetear, voy a volver a ser compositor y me voy a ir a la monodia. En esa misma época, él se convirtió a la ortodoxia rusa», explica.

Una de las maneras más gráficas para aproximarse al concepto de tintinnabuli es justamente pensar en las campanillas. En particular, en lo que sucede cuando el diácono irrumpe con un incensario con cascabeles en las iglesias ortodoxas, en la forma en la cual se relaciona con el canto del coro y en la vivencia de la escucha de los presentes.

Además de maestro de capilla de la Catedral de Santiago, Danilo Rodríguez dirige el coro de ese espacio. Foto: Jorge Fuentes | Estudio Fondo Blanco.

«Éstas son las campanas y ese canto es la monodia», exclamó el profesor Rodríguez a inicios de febrero, cuando experimentó esa situación en una misa en la Catedral Ortodoxa San Jorge, en Santa Filomena. Esta nueva técnica de Pärt, asegura, es tan rigurosa y precisa como el dodecafonismo. «La formación de él estuvo en Schoenberg obviamente y en todo el Serialismo», apunta.

Lo más característico, indica, está en el despojarse de todo. «Es una música totalmente pura, en cada una de sus notas, en cada uno de los gestos, totalmente pensada. Para pensar en lo que es la técnica tintinnabuli, imaginemos una monodia o melodía acompañada por otra voz, aunque puede ser por más voces, pero donde tenemos una melodía principal que tiene cuatro maneras de moverse. Desde la nota principal, que puede ser la tónica u otra del acorde, hacia arriba, hacia abajo, desde un punto arriba hacia la nota principal o desde un punto más abajo hacia la nota principal. Y la otra voz que acompaña va accionando. Con las campanas uno se lo puede imaginar: si el acorde está en La menor, en notas del acorde en La menor, si está en Mi bemol menor, también. Las campanas hacen ese juego con la monodia, que es propio también de la polifonía. Arvo Pärt dice que se basó mucho en la monodia, pero también en la polifonía renacentista y, por qué no decirlo, también en la polifonía del gran Palestrina, de cuyo nacimiento se están cumpliendo 500 años. Es impresionante cómo todo esto está amalgamado en la mirada del compositor».

La relectura del Medioevo y del Renacimiento que hace Arvo Pärt parece tener varias dimensiones: está lo estético, por cierto, pero también está la forma de entender la escritura de la música y su vivencia misma.

«Exactamente. Incluso podríamos hablar de una renovación en la mirada, pues son ojos contemporáneos que han visto el fluir de la música, de la historia y de las distintas técnicas compositivas, y allí él ve cómo volver a conectarse con esa esencia que hablaba directamente a lo sagrado. Porque la monodia y la polifonía sacra llegan para alabar lo inconmensurable. Pero Arvo Pärt le da una vuelta de tuerca y lo despoja de cualquier ego. Él habla mucho de que hay que despojarse del ego, no solamente para componer, sino también le exige al intérprete que lo deje de lado y que entre en un estado que es similar a lo que sientes en un templo ortodoxo, que te invita a salir de la cotidianidad y de tu momento».

El profesor Danilo Rodríguez pone a punto el órgano del Templo Mayor UC. Foto: Carlos Arriagada.

¿Entonces vamos a escuchar cuatro obras que son para órgano solo?

«Claro, cuatro obras. Vamos a partir con Trivium, que es original para órgano, después vamos a ir con Pari Intervallo, que originalmente fue compuesto en 1976 para cuatro partes sin identificar qué parte iba a qué, de hecho, el estreno se hizo con instrumentos antiguos, y esta versión de órgano es de 1980. Después, Spiegel im Spiegel, que sería Espejo en el Espejo, que fue encargada por el violinista ruso Vladimir Spivakov, en la cual está la melodía que la hace el violín y hay un acompañamiento continuo del piano, pero el piano de repente hace una nota grave, una nota aguda, que son las campanas. Pärt describía este acompañamiento como el ángel de la guarda que iba acompañando esta melodía. ¿Cómo se hace en el órgano eso? Una de las manos va haciendo este acompañamiento, con un registro bien suave, y también tengo registro de notas largas y bien brillantes con la otra mano, y la melodía la va haciendo la pedalera. Pari Intervallo también, es a cuatro voces, dos de ellas llevan la melodía en paralelo, y las otras dos van haciendo este acompañamiento de acordes». 

En el órgano es posible hacer muchas voces por las características que lo convierten en el instrumento rey, ¿no?

«Exacto. Es el sumo sacerdote de los instrumentos (ríe)».

Spiegel im Spiegel, en tanto, es bien conocida porque apareció en muchas películas, en unas treinta, y de cineastas tan distintos como Jean-Luc Godard, Gus van Sant, Guy Ritchie y François Ozon.

«Sí. Es la más famosa de todas, y tiene muchas versiones. Esta versión que tocaré es de 2010, de un organista a quien se le encargó».

Annun per Annum es una misa, con cinco variaciones sobre un cantus firmus.

«Exactamente, es una misa para órgano. Fue compuesta en 1980 a propósito de los 950 años del aniversario dela cúpula de la Catedral de Espira, en Alemania. Tiene un cantus firmus en la mano izquierda y también está en el mismo mode de tintinnabuli. Lo interesante de esa misa es que está dedicada a Santa Cecilia, patrona de la música sacra, y también al organista de esa iglesia. Tiene las partes del ordinario, Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus DeiY están precedidas por una introducción, además de tener una coda y que son similares en sus notas, pero tienen una distinción: van desde un fortissimo hasta que se apaga completamente, y después va avanzando desde un pianissimo avanzando».

El profesor Danilo Rodríguez revisa partitura de una de las obras de Arvo Pärt que interpretará. Foto: Carlos Arriagada.

Entonces esa obra tiene un particular rango dinámico. ¿Es la que más rango dinámico exhibe entre las obras para órgano solo que tocará?

«Exactamente, tiene mucho rango dinámico. Pero la segunda sección de Trivium también tiene mucho; dice ahí, en la segunda parte, ‘órgano pleno’. Las otras dos obras son mucho más meditativas en su sonido. En cambio, en Annum per Annum tenemos una utilización de la capacidad del órgano completo». 

«¿Cuál sería la música adecuada para ese momento tan tremendo y terrible, frente a la madre de Jesús a los pies de la Cruz, viendo a su hijo? Creo que Arvo Pärt nos da una respuesta totalmente desnuda de cualquier pretensión de cuál podría ser la mejor música para acompañar ese momento tan terrible»

Danilo Rodríguez

Respecto de Stabat Mater de Pärt y de los de profesores e invitados que la interpretarán, con su dirección, Danilo Rodríguez destaca que «tenemos el regalo de que va a participar el profesor Rodrigo del Pozo liderando a los cantantes con la soprano Pilar Garrido y la mezzosoprano Valeria Vega, quienes han hecho una muy bella lectura, un tremendo trabajo».

El profesor Rodríguez también valora la participación los profesores Gonzalo Beltrán, Penelope Knuth y Alejandro Tagle en violonchelo. «Es un regalo poder contar con ellos en una obra que es tremenda. Fue una decisión artística que se tomó en enero, tuve la oportunidad de compartir escenario con Valeria en un Bach Santiago y me encantó su timbre, yo dije ‘éste es el timbre que necesitamos’.¿Cuál sería la música adecuada para ese momento tan tremendo y terrible, de ver a la madre de Jesús a los pies de la Cruz, viendo a su hijo? Creo que Arvo Pärt nos da una respuesta totalmente desnuda de cualquier pretensión de cuál podría ser la mejor música para acompañar ese momento tan terrible. Él explica que en este poema del siglo XIII hay una dualidad entre este dolor tremendo y una esperanza. Ese texto es muy potente y nos interpela a todos, nos hace preguntas porque, ¿quién no lloraría al ver así a la madre? ¿Quién podría no conmoverse con este tremendo dolor?», reflexiona.

Igualmente, profundiza en la arquitectura de este Stabat Mater. «Tiene una introducción que parte con la cuerda y después concatena con un amén y vienen las dos grandes estrofas primeras, y luego aparece un interludio de la cuerda, un interludio instrumental que de alguna manera rompe esta calma y esta mesura en las notas. Porque cuando está el texto del Stabat Mater, las intervenciones de las voces con los violines van entremezcladas con silencio, como si realmente estuviéramos observando ese momento. Es muy potente. Después viene otra sección que son tres estrofas, con otro interludio; luego otra sección de la misma manera, con otro interludio, y esto concatena y termina de nuevo en un amén, pero ahora cada voz expone este amén, este ‘así sea’. Es muy conmovedora la pieza», explica el pianista y organista.

Un elemento fundamental de éste y de todos los Stabat Mater, ya desde Pergolesi en adelante, es el texto propio del poema Estaba la madre dolorosa. Su naturaleza, en el caso de Arvo Pärt, coincide casi metafísicamente con la música del estonio.

Para el Encuentro de Música Sacra UC, será el debut en el Templo San José de Santiago. El profesor Danilo Rodríguez ya ha actuado allí. Foto: Sebastián Ávila.

En las clases de canto litúrgico que hace en el Seminario Pontificio Mayor, enseña el Stabat Mater. «Esta secuencia que se canta en la Catedral en Viernes Santo. Y la melodía es muy sencilla», indica el profesor Rodríguez. Y la canta:

Stabat Mater dolorosa
Juxta crucem lacrymosa,
Dum pendebat Filius

Eso se repite 20 veces, puntualiza. «Es de una sencillez la melodía… Está desprovista de cualquier pretensión o complejidad. El texto, como es propio del canto gregoriano, es el que manda. Así que es un tremendo regalo poder hacer esta obra en esta Cuaresma, que de alguna manera está súper conectada con lo que pronto se va a vivir a mediados de abril, que es la Semana Santa. Ésta es una obra que ojalá también la puedan volver a escuchar el Viernes Santo. Yo creo que podría ser una recomendación», asegura.

Por Romina de la Sotta Donoso | Versión previa publicada inicialmente en musica.uc.cl.

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