Carmen Luisa Letelier habla del legado y de un nuevo estreno de Alfonso Letelier: "Cada vez que se toca una obra de mi padre, él está ahí, presente"
abril 16, 2023
La reconocida contralto donará a la Biblioteca Nacional una docena de partituras manuscritas de su padre. Una de ellas es la Misa Solemne que será estrenada por elencos de la UC. "Yo soy partidaria de que esas cosas hay que entregarlas, son del acervo del país, no son de uno", declara.
photo_cameraCarmen Luisa Letelier. Foto: Universidad de Chile.
Es una de las grandes maestras de canto de nuestro país, una figura fundamental en la formación de varias generaciones de voces nacionales. Hace dos años fue nombrada profesora emérita de la Universidad de Chile, en cuyo Departamento de Música enseñó desde 1979. Antes había sido profesora en la Universidad Católica, e integrante del legendario Conjunto de Música Antigua que allí lideró Sylvia Soublette.
Carmen Luisa Letelier Valdés (1943) es también una maestra como intérprete: en su larguísima carrera profesional ha abordado una enorme y variada música. La versátil contralto, además, ha sido clave en la renovación de los repertorios en nuestros escenarios. Premio Nacional de Música 2010, en 1995 se incorporó como miembro de número de la Academia Chilena de Bellas Artes.
El lunes 17 de abril, hará entrega oficial al Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de una serie de partituras manuscritas del compositor Alfonso Letelier Llona, Premio Nacional de Música 1968. Así completará la donación al Estado chileno del acervo de su padre, cerrando un proceso que inició junto a sus hermanos en el año 2004, cuando junto con sus hermanos cedieron la mayor parte de ese legado: más de 170 partituras.
Esta etapa del proceso de donación se verá además coronada por el estreno absoluto de una de esas partituras manuscritas, 93 años después de haber sido escrita por Letelier Llona. Se trata de una Misa que compuso siendo aún estudiante y que no puedo estrenarse entonces por una decisión eclesiástica. Sin embargo, ahora por fin podrá ser escuchada, en el XX Encuentro de Música Sacra UC, el 25 de abril.
Sobre la donación y el estreno, Radio Beethoven conversó con Carmen Luisa Letelier.
Entiendo que el lunes 17 de abril se vivirá una nueva etapa de la donación del legado de su padre, Alfonso Letelier Llona, al Archivo de Música de la Biblioteca Nacional, en un proceso que se ha dado a través del tiempo. Recuerdo cuando en 2004 usted y su hermano, el compositor Miguel Letelier, donaron gran parte del acervo.
«Exactamente, estaba vivo mi hermano Miguel todavía. Estuvo aquí Ruby Reid, que era una académica muy amiga nuestra que se fue a Inglaterra, y ella hizo un proyecto para armar este archivo de los compositores, pero en buena forma. Ella es especialista en restauración de papeles, de partituras y todas esas cosas, entonces le dijimos ‘Mira, nosotros tenemos toda la música de Alfonso Letelier guardada en la casa, en Aculeo’. Yo pensé que estaba fantásticamente bien guardada y estaba pésimo, porque hacía mucho calor, hacía mucho frío, era húmedo… ¡Un desastre! Entonces ella dijo que íbamos a hacer todo como Dios manda, lo envolvieron en esos papeles especiales, se hizo todo un catálogo de las obras, una inscripción de cómo estaban, y las entregamos solemnemente a la biblioteca. Pero con mis hermanos decidimos dejar unas doce partituras que eran las más queridas de mi papá, que eran originales de él, escritas a mano, con lápiz, que él mismo las había mandado a empastar y dijimos ‘Dejémoslas en la casa allá en Aculeo, hacemos un pequeño museo en su pieza’. Pero, resulta que pasó el tiempo, vino el terremoto del 2010 y la casa se vino abajo, y esas cosas de mi papá tuvieron que quedar guardadas por ahí en un baúl, en un subterráneo, y yo prácticamente me olvidé de este asunto. El otro día, revisando unos baúles viejos, encontré esta cantidad de partituras que estaban ahí muy bien envueltas, muy bien clasificadas, entonces dije ‘Bueno, ahora es el minuto de llevarlas a la biblioteca para que hagan compañía a todo el resto de las partituras de él que están ahí’. Así que eso es lo que voy a entregar el lunes».
¿Nos podría dar algunos ejemplos de estas partituras manuscritas de su padre, tan queridas por él?
«Claro, por supuesto. Entre otras cosas, apareció una Misa que él escribió cuando tenía 19 años, una Misa Solemne que nunca se hizo y que la va a estrenar el Coro de la Católica ahora el 25 de abril, porque se la pasé a Felipe Ramos. Él estaba fascinado, dijo ‘Qué fantástico, voy a estrenar una cosa inédita de un compositor chileno’. Entonces está esa Misa, están los Sonetos de la muerte, están los Vitrales de la Anunciación, está el Concierto para guitarra, el Concierto para piano, está la Sinfonía El hombre ante la ciencia, está el Divertimento para orquesta. Son originales, escritos a mano, son manuscritos, y creo que son muy valiosos, porque porque están con indicaciones, incluso hasta algunas con dibujos del gran arquitecto Ismael Echeverría, que era amigo de él en la juventud. Por lo visto, Ismael, como era buen dibujante, le hizo en esta Misa las pautas, porque en este tiempo yo creo que ni había papel de música en Chile. Le hizo muy bonitas las llaves de sol, muy bien hechas y también los encabezamientos, para que quedara una partitura bien bonita».
Alfonso Letelier LLona (1912-1994) tuvo una muy relevante carrera académica: fue decano por diez años e incluso fue vicerrector de la de la Universidad de Chile, en el período de Juan Gómez Milla. También director de la Revisa Musical Chilena. El edificio donde hasta hoy funciona el Departamento de Música de la Universidad de Chile, lleva su nombre; él fue quien concentró allí todos los servicios involucrados en esa unidad académica. Igualmente enseñó en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Antes había sido presidente de la Asociación Nacional de Compositores entre 1950 y 1956.
Además de su valor manuscrito, las partituras que ahora llegan al Archivo de Música de la Biblioteca Nacional, y que así aseguran su conservación pública y accesible para las futuras generaciones, también tienen otras dimensiones de gran riqueza. Por ejemplo, el tercero de los Sonetos de la muerte (1943.1948), que incluyen poemas de Gabriela Mistral, obtuvo el primer premio en el Primer Festival de Música Chilena en 1948. En la cuarta edición de este mítico certamen, además, obtuvo el segundo premio en 1954, por la ópera oratorio La historia de Tobías y Sara, con textos de Paul Claudel, otro de los manuscritos que pasan ahora al Estado de Chile.
Vitrales de la Anunciación (1949-1950), otra de las partituras que ingresan al Archivo de Música, es una de las obras más interpretada actualmente de Alfonso Letelier. En los últimos quince años, se la ha programado en diversos espacios, como en el Encuentro de Música Sacra UC, en 2008, y en la temporada de la Universidad Alberto Hurtado en 2012. La han abordado la Coral Femenina Viña del Mar, que dirige Jessica Quezada, con la Orquesta Marga Marga, y Maxiliano Valdés la ha dirigido con la Camerata Vocal y la Sinfónica de Chile, e igualmente con el Ensamble Ikaros, que dirige Paula Torres y con la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil. Asimismo, en 2021 la presentó el Coro de Estudiantes UC y la Orquesta Académica UC, con la dirección de Francisco Rettig.
Ahora, como parte del XX Encuentro de Música Sacra que organiza el Instituto de Música UC. El profesor Felipe Ramos Taky dirigirá a solistas, el Coro de Estudiantes UC y orquesta en el estreno mundial de Misa Solemne de Alfonso Letelier. La primera audición será el martes 25 de abril, en el Templo Mayor UC, y la segunda, el miércoles 26 de abril en la Parroquia La Anunciación de Providencia. Ambos conciertos son a las 19 horas, con entrada liberada.
¿Que opinión le merece que finalmente sea estrenada, en la Universidad Católica, el 25 de abril, la Misa Solemne, obra que su padre compuso muy joven, y que estos suceda 93 años después de que su estreno se suspendiera por la decisión de una autoridad eclesiástica?
«A todo esto yo no la conozco para nada, así que la voy a oír por primera vez cuando se toque. Espero que me inviten a algún ensayo para ver cómo suena, porque no tengo idea de cómo es. Era una obra de juventud y, claro, en ese momento parece que había un una ordenanza de la Iglesia, de que no hubiera coros mixtos en las iglesias porque parece que se había llegado a un grado de bastante abuso; cantaban arias de ópera, era cualquier cosa lo que cantaban adentro de las iglesias. Entonces en ese momento estaba de director del seminario don Juan Subercaseaux, que era un gran rector del seminario, gran conocedor del canto gregoriano, un liturgista, quien dijo ‘No puede ser que aquí estén cantando cualquier cosa dentro de las iglesias’, entonces se prohibieron estos coros mixtos porque parece que pasaba de todo adentro del coro, y justo le tocó la prohibición a esta Misa de mi papá que estaba lista para estrenarla con un grupo de amigos, de primas, de gente conocida, porque en ese tiempo no habían ni coros profesionales siquiera. Y quedó como una aventura de juventud, quedó como una historia. Curiosamente don Juan Subercaseaux era tío de mi mamá, no se conocían en ese tiempo, y no tenía idea que iban a emparentar tan íntimamente, digamos. Pero no se hizo entonces y no se hizo nunca, y después mi papá digo, ‘No, ésta es una cuestión de juventud’. Nunca hizo mayor empeño para que se hiciera».
¿Es motivante para usted que se interprete esta obra de su padre?
«Pero, ¡obvio! Es una manera de que se mantenga vivo. Imagínate que hay otras personas a las que les hacen una estatua y después nadie se acuerda de ellos, pero aquí cada vez que se hace la música de él, está él ahí presente. Y eso es maravilloso».
Retomemos la donación del lunes 17 de abril. ¿Qué es lo que va a suceder en la Biblioteca Nacional?
«Algunas alumnas mías van a contar cosas de Alfonso Letelier, con una pianista. Éstas son ceremonias cortas, pero muy significativas. Creo que el resguardo del patrimonio es muy importante y en Chile no le damos mucho boleto a eso. Que las cosas queden en la casa de la familia para que se pierdan no vale la pena, porque ya después vienen las nuevas generaciones que no tienen el mismo interés ni la misma cercanía, y las cosas van quedando por ahí. Yo soy partidaria de que esas cosas hay que entregarlas, son del acervo del país, no son de uno. Y, por otro lado, la memoria de la persona queda viva, sobre todo la de los músicos, pues cada vez que se toca una obra de la persona, la persona revive. Entonces es muy importante».
La ceremonia de la donación se realizará a las 12 horas del lunes 17 de abril en el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional (Alameda 651). Se escucharán obras de Alfonso Letelier: con acompañamiento de Patricia Castro Ahumada, la contralto Vanessa Rojas interpretará Canciones Antiguas (1949) y la musicalización que hizo del poema Suavidades de Gabriela Mistral, en 1939. La soprano Paulette L’Huissier abordará Madrigal y la soprano Carolina MUñoz interpretará selecciones de Vitrales de la Anunciación.
La actividad se transmitirá en directo a través de al cuenta de Instagram de la Sociedad Bach, cuya vicepresidenta es Carmen Luisa Letelier. La entidad está desarrollando una plataforma web con materiales del Premio Nacional de Música 1968, que incluye documentos y portadas de partitura y que puede revisarse aquí. El proyecto Archivo Alfonso Letelier es un trabajo conjunto con el Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca y sumará un foro de educación musical en octubre próximo.
Coordenadas
Donación de partituras de Alfonso Letelier 12 horas, lunes 17 de abril. Archivo de Música de la Biblioteca Nacional (Alameda 651). Acceso liberado. Transmisión en directo en la cuenta de Insagram sociedadbach
Estreno absoluto de Misa Solemne de Alfonso Letelier 19 horas, martes 25 de abril. Templo Mayor del Campus Oriente UC (Jaime Guzmán 3.300). Segunda función, miércoles 26 de abril en la Parroquia La Anunciación (Pedro de Valdivia 1850). Inscripciones gratuitas aquí.
Son 25 canciones escolares de fines del siglo XIX e inicios del XX que el académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano encontró revisando ferias y persas, y que incluyen un Himno de Enrique Soro que hoy siguen cantando exalumnas de una escuela normal. Las piezas fueron grabadas y editadas las partituras, y se podrán descargar. El proyecto se presenta el 27 de diciembre.
Desde música del siglo XII hasta La Pasión de Scrooge de Jon Deak y Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, pasando por célebres creaciones de Bach, Haendel, Berlioz, Liszt y Messiaen, además de la ópera Vísperas de Navidad de Rimsky-Korsakov, la cantata Navidad en Chile de Pablo Délano y una sesión jazzística de Dave Brubeck son parte de nuestra programación especial.
Además de entregar las claves de los conciertos gratuitos de Navidad que la Camerata Unab ofrece con distintos coros y solistas durante diciembre, Felipe Karadima hace un balance positivo de este año, con cerca de 90 actividades, y anticipa los hitos de 2025.
Invitado por el Instituto Italiano di Cultura, el pianista piamontés abordará un repertorio que él mismo está rescatando en dos conciertos gratuitos que dará en Los Andes y Viña del Mar, el 29 y 30 de noviembre. "Estos compositores desarrollaron una importantísima operación de aggiornamento cultural porque tradujeron y trajeron a Italia a los grandes románticos alemanes", apunta.
El lunes 25 y martes 26 de noviembre, estrenará con Luis Orlandini y Gonzalo Cuadra obras comisionadas a Eleonora Coloma y a Rolando Cori. Y, el viernes 29, Alejandro Reyes ofrecerá una lectura nueva de la 2a Partita BWV 1004 de Bach, incluyendo corales y bajo continuo, junto a Vanessa Rojas, Javier Weibel y Oriana Silva, ahondando en el desgarrador luto que vivía el compositor. Dos nuevas propuestas artísticas paralelas a su rol en el Municipal de Santiago.
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.