Carmen Luisa Letelier: "Acepté la presidencia de la Fundación Amigos de los Órganos de Chile en memoria de mi hermano Miguel"
septiembre 28, 2023
La contralto adelanta las misiones de la entidad que continuará el rescate al cual Miguel Letelier dedicó 50 años. "Aquí, en Chille, hay organistas y organeros que saben mucho y esta sociedad está tratando de reunirlos a todos", dice. La primera actividad de la fundación es una conferencia que se realizará el mismo día en que su hermano hubiera cumplido 84 años.
Este viernes 29 de septiembre se cumplirán 84 años del natalicio de Miguel Letelier Valdés. El recordado compositor y organista, Premio Nacional de Artes Musicales 2008, murió hace casi seis años, y dejó un significativo legado como creador, como intérprete y como formador de nuevas generaciones de músicos: desde 1979 fue profesor titular de órgano y composición en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Miguel Letelier sembró, además, un legado en un ámbito que inexplicablemente nuestro país ha descuidado por largas décadas: la recuperación de los valiosos órganos que existen en Chile. Por más de medio siglo, de hecho, trabajó fervorosamente en proyectos de restauración de órganos y construcción de nuevos instrumentos e incluso organizando ciclos de recitales. Asimismo, fue él quien coordinó la restauración del gran órgano de la Basílica de La Merced en Santiago, en los años 90.
Y ahora, justo en el día de su cumpleaños, nace una institución que tiene como misión seguir adelante con los esfuerzos que el propio Miguel Letelier desarrolló en vida para recuperar nuestro patrimonio organológico y también el repertorio universal del instrumento.
A las 12 horas del viernes 29 de septiembre, se realizará la primera acción pública de la Fundación Amigos de los Órganos: una conferencia gratuita en la Catedral de Santiago que dictará el organero alemán Andreas Fuchs.
La presidenta de esta nueva fundación es la contralto Carmen Luisa Letelier Valdés, hermana menor del compositor y organista, Premio Nacional de Artes Musicales 2010 y profesora emérita de la Universidad de Chile. «Lo estoy haciendo en memoria de mi hermano Miguel», dirá en esta entrevista con Radio Beethoven.
«Miguel fue el pionero de todo este asunto, y el maestro. Fue el que peleó toda su vida por este asunto de los órganos», dirá.
Miguel Letelier Valdés se formó como compositor y organista en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Tuvo una brillante carrera como organista en Argentina, que se vio truncada cuando se lesionó un tobillo, puesto que los pedales son tan importantes como el teclado en la interpretación de este instrumento.
«Fue un gran organista, de los más grandes que ha tenido Chile, y formó a muchos de los organistas que hoy están activos», aseguró el musicólogo Luis Merino Montero, junto con destacar su gran sensibilidad como compositor, en el obituario que publicó la autora de esta nota, en 2016 (ver aquí).
«Era excelente como organista y como profesor; abarcaba toda la literatura musical y era un compositor muy bueno», agregó entonces uno de sus discípulos, Ítalo Olivares.
De su extraordinario talento interpretativo tenemos el registro: sus mejores grabaciones históricas como organista, Miguel Letelier las recopiló en un disco que publicó en 2014 la Academia Chilena de Bellas Artes. Allí se reúnen registros de conciertos que realizó en el Santísimo Sacramento de Buenos Aires, en un Cavaillé-Coll que es considerado uno de los más grandes de Sudamérica, así como en la Catedral Metropolitana de Medellín y en la Basílica de Santo Domingo y en la iglesia Hijas de San José de nuestro país.
La lesión de su tobillo, sin embargo, no impidió que Miguel Letelier hiciera una contribución igual de importante al instrumento.
«Destaco en el profesor Letelier especialmente el haber ‘resucitado’ al órgano en Chile, instrumento musical que permaneció dormido casi en estado terminal por décadas en nuestro país. El premiado ha investigado este instrumento, ha aprovechado sus extraordinarias posibilidades musicales en la composición de significativas obras y es un eximio intérprete de este instrumento. Por otra parte, la labor efectuada por Letelier en cuanto a la valorización, restauración y puesta en valor de antiguos órganos en Chile es por sí sola meritoria de un premio especial», declaró Carlos Aldunate del Solar, entonces director del Museo Chileno de Arte Precolombino, en un artículo publicado por la Revista Musical Chilena a propósito del Premio Nacional de Música que obtuvo Miguel Letelier en 2008 (ver nota aquí).
En ese mismo artículo, también opinó el compositor Gustavo Becerra Schmidt, Premio Nacional de Música 1972, desde Alemania. Miguel Letelier, señaló, «es acreedor de un reconocimiento por sus esfuerzos y logros en la restauración de órganos todavía recuperables de algunas iglesias chilenas. Estos instrumentos son la base de una riquísima tradición que es imprescindible recuperar y desarrollar. Vivo en un país donde la mayor parte de los templos se usan como salas multifuncionales, no sólo para la música religiosa, y deseo que la labor de Miguel Letelier avance por el camino que lleva a dar vida a esos espacios, los que en muchos sentidos están descuidados y musicalmente reducidos a un mínimo culpable».
La Fundación Amigos de los Órganos busca restaurar órganos, apoyar la formación de nuevas generaciones de organistas y organizar conciertos. Ya tienen un canal en YouTube y están decididos a trabajar junto con eminencias del ámbito, como el organero Miguel Castillo Didier y también con el especialistas más activo en la restauración de estos instrumentos patrimoniales, el organero Nicolás Valdebenito.
«Esta fundación de Amigos de los Órganos ha venido a llenar un hueco enorme que había respecto de la conservación, el conocimiento y la difusión de lo que es la música y la literatura organística, que en Chile prácticamente no se conoce», explica Carmen Luisa Letelier, presidenta de la entidad.
«En Chile hay muchos órganos, en muchas iglesias, que están en estado de abandono total. Cuando fue el Concilio Vaticano, la música en la iglesia quedó bastante maltrecha, porque se acabó con todo lo que era la tradición musical universal, y la música de órgano quedó un poco olvidada», agrega.
La contralto fue testigo presencial de la resurrección de los órganos en nuestro país y de un nuevo entusiasmo y trabajo que se realizó en una época por darle una nueva vida a los valiosos instrumentos con los que contamos. En 1959, cuando su padre, Alfonso Letelier Llona, era decano de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, cuenta, «trajo a Chile a un famosísimo organista belga, que era fantástico, Julio Perceval, y don Julio instauró la cátedra de órgano en el Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de Chile. Tuvo alumnos muy notables, entre ellos mi hermano, que después fue profesor también en la misma cátedra y que es el maestro digamos de casi todos los organistas que hay hoy día: Jaime Carter, de Camilo Brandi, Ítalo Olivares».
Carmen Luisa Letelier recuerda también a Carmen Rojas, compañera de estudios de su hermano. En esos años, indica, «se hizo un enorme trabajo. Restauraron incluso algunos órganos ellos mismos, me acuerdo de que yo ayudaba a mi hermano Miguel, se hicieron conciertos de órgano… Pero después esto decayó un poco. Miguel fue profesor de órgano en la Facultad de Artes, de todos estos jóvenes que te nombré, pero después no hubo mayor apoyo ni mayor interés».
La Premio Nacional de Música 2008 entrega algunos ejemplos: «El órgano que había en la facultad para hacer clases se se echó a perder y ahí está, es un órgano electrónico. Hubo un órgano que se compró a las monjas clarisas, que era un organito de tubos muy bueno y que estuvo durmiendo 70 años en el subterráneo de la Facultad de Artes que se que se destruyó también».
Para Carmen Luisa Letelier, la naciente fundación es «una especie de respiro, una especie de aire nuevo, maravilloso, de gente joven, personas que están interesadísimas en recuperar el patrimonio organístico, en primer lugar chileno, porque hay muchos órganos muy buenos».
El punto de partida del trabajo de la Fundación Amigos de los Órganos de Chile será la conferencia del viernes 29 de septiembre en la Catedral de Santiago. «Este famosísimo organero va a dar esta conferencia a propósito de un organito que hay en la Catedral que es un órgano colonial, hecho por los jesuitas».
Es la primera vez que Andreas Fuchs, maestro organero y restaurador alemán, visita nuestro país. Es director técnico y artístico del taller de órganos Gerhard Grenzing de Barcelona, que desde mediados de los años 60 ha realizado más de 90 restauraciones y 140 nuevos instrumentos en tres continentes. En el conversatorio, Fuchs se referirá a su experiencia en la restauración de órganos coloniales en países de América, como Colombia, Brasil y México.
La actividad es abierta al público, a las 12 horas, y participarán Carmen Luisa Letelier y los académicos José Manuel Izquierdo, de la Facultad de Artes UC y del Centro del Patrimonio UC; Fernando Gómez, del Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Adolfo Ibáñez. Inscripciones en el correo conversatorio@amigosdelosorganos.cl.
¿Quiénes integran la Fundación Amigos de los Órganos de Chile?¿Personas de distintos ámbitos profesionales?
«Son personas que no son músicos y son personas cultas, profesionales que están interesado en este asunto y que adoran los órganos, que conocen los órganos de Europa, conocen a los organeros y han tomado contacto con toda este gente, empezando por este señor que va a venir ahora. Tenemos muchos proyectos, de dar becas para que vayan jóvenes a estudiar, de arreglar los órganos de Chile, de apoyar a los profesores de órgano que están haciendo una labor fantástico. Miguel Castillo Didier es uno de los personeros más importantes, el que más ha escrito sobre los órganos de Chile y él también está apoyando a la fundación. Ahora, hay en Chile un organero, Carlos Valdebenito, que está haciendo una labor bastante silenciosa él, un poco por su cuenta, y por supuesto que esta fundación tiene como apoyo central a Carlos Valdebenito, supongo que él va a ser una de las personas más importantes que nos van a ayudar en este en esta cruzada de conseguir los fondos y de arreglar los órganos que se pueden arreglar para que haya gente que pueda tocar. Porque los estudiantes de órgano hoy día no tienen dónde tocar, entonces hay muy pocos estudiantes porque es una una especialidad que no que no tiene ningún desarrollo, o muy poco. Ellos me invitaron, y yo, por supuesto que fui feliz, porque también me preocupa mucho ese asunto. Esto lo hago en nombre de mi hermano Miguel, que fue que fue el pionero de todo este asunto y el maestro. Fue el que peleó toda su vida por este asunto de los órganos. Yo acepté la presidencia de la fundación en nombre de Miguel».
Me parece una decisión sencillamente hermosa, porque su hermano, Miguel Letelier trabajó mucho por este tema, hizo todo lo que pudo.En cada entrevista que le hice me entregaba antecedentes y novedades de la situación de los órganos.
«A ti te consta todo lo que hizo, claro. No es mi especialidad, yo tengo otro rubro, pero siempre me ha preocupado el problema, siempre he vivido cerca del problema y lo encuentro notable. Como te digo, en nombre de Miguel yo acepté porque él hubiera sido el presidente natural y habría aceptado, por supuesto».
De todas maneras, usted ha tenido toda su vida un contacto muy cercano con el órgano, como instrumento.
«Pero no es mi especialidad en absoluto. Es cierto que yo estuve muy cerca del órgano, don Julio Perceval vivió en mi casa mucho tiempo, Miguel estudiaba, yo lo acompaña a estudiar en los órganos y le ayudaba con los fueles, pero no soy experta para nada. Pero, como te digo, me interesa tremendamente el problema y lo estoy haciendo un poco en memoria de él. Hay expertos muy buenos aquí en Chille; hay organistas y organeros que saben mucho y esta sociedad está tratando de reunirlos a todos».
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.
El director sueco debuta el 20 de octubre en el Ciclo Bach Santiago, con dos cantatas y un motete del genio barroco. Además, dirige en tres conciertos a la Orquesta de Cámara de Chile. ""Estoy tan contento por estar de vuelta y reencontrarme con todos mis amigos en Chile, tanto de la Orquesta de Cámara de Chile como de la Universidad Católica. Siempre han sido colaboraciones artísticas muy buenas", dice.
La excepcional intérprete e investigadora que ha sido premiada con el Diapaon dÓr y dirige el Museo San Colombano en Bologna, dará un recital de clavecín el 3 de octubre en la Temporada de la Fundación Guitarra Viva.
Una de las partituras más espirituales del célebre compositor estadounidense será interpretada junto al Ensamble Vocal Taktus que dirige Javiera Lara Salvador. Será el 4 de octubre en la Catedral de Santiago.
El domingo 29 de septiembre, la intérprete chilena dará un recital en Leipzig como cierre de una beca que le permitió tener en casa un clavicordio que perteneció a Herbert Collum. Abordará repertorio iberoamericano, con obras encontradas en Chile.