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Teatro

Teatro La Memoria: Mi madre nada

Daniela Castillo reimagina la memoria de su madre con Alzheimer en un trabajo colaborativo con Nicolás Lange.

En Teatro La Memoria se estrena Mi madre nada, una obra que se adentra en la relación de una madre que olvida y una hija que busca el lugar imposible donde encontrarla. En ella, la actriz y directora Daniela Castillo, en colaboración con el dramaturgo Nicolás Lange, re-imaginan la memoria de su madre con Alzheimer.

Funciones desde el 11 al 27 de julio, de miércoles a sábado a las 20 horas en Bellavista 0503, Providencia, con entrada general por $10.000 y $5.000 para estudiantes y adulto mayor. 

Mi madre nada es una excavación metafórica a la memoria de una madre que olvida. Se trata de un viaje a una ciudad imposible, donde la madre adolescente se exilió durante la dictadura. Un lugar entre el hielo congelado en el tiempo donde se pueden encontrar dos personas que se aman, una hija y una madre.

Esta arqueología nace el 2019 cuando Daniela Castillo, hija de Ximena Toro Vega, encuentra el diario de vida de su madre, donde están los últimos vestigios, trazos, y recuerdos antes de que el Alzheimer comenzara a avanzar en el cuerpo de su madre. Entonces Daniela, en su rol de actriz y directora teatral (“Humane”, “El gran silencio”), empezó a visualizar este montaje.

“No sabía qué hacer con toda la pena y con todas las cosas que pensaba al respecto, entonces empecé a escribir. Se trata de una reflexión en torno a la relación madre e hija, una experiencia de lo que es estar con alguien que está perdiendo la memoria y que es una persona tan importante como tu madre. Y eso también me hizo pensar en la memoria, la memoria de su vida y la de un país”, cuenta Castillo.

En un trabajo cocreativo junto al dramaturgo Nicolás Lange (ganador de la Muestra Nacional de Dramaturgia 2022 y Mejores Obras Literarias 2021), construyen un unipersonal íntimo donde la protagonista -la misma Daniela- busca un lugar imaginario donde encontrarse con su madre.

En la obra, la hija viaja a Rusia y a Berlín en el siglo veinte, donde su familia materna -integrantes del partido comunista y del gobierno de Allende- estuvo exiliada durante la dictadura militar en Chile.

“Queremos hacer una épica sobre alguien cotidiano, como una madre. Estamos transformando la vida de alguien en una épica extraordinaria; volvemos la vida de su madre en un gran viaje. En vez de verla como víctima de una enfermedad, hacemos un héroe de ella y vemos cómo la protagonista sigue las huellas de este viaje heroico”, explica Lange.

Y al mismo tiempo es un exilio que va más allá de las fronteras alcanzables. “Es como si ella estuviera exiliada ahora en su memoria y yo la tengo que ir a buscar. Pero no en el exilio histórico, sino en un exilio de ella. No sé dónde está y necesito ir a agarrarla a algún lugar”, profundiza la directora y protagonista.

A partir del diario de vida de Ximena Toro -que escribió desde que comenzaron los primeros síntomas del Alzheimer y donde expresó sus últimas ideas-, los creadores ahondaron en su manera de hablar, pensar y opinar para plasmar algunos extractos en escena, donde combinan poesía, dolor y humor. También se inspiraron en muchas escenas cotidianas, como el hecho de que a Ximena le encanta nadar, hasta el día de hoy. “Cuando la veo nadar siento que ella es libre. Entonces el título es un juego de palabras, porque “nada” es una acción feliz y al mismo tiempo un vacío”, revela Castillo.

En escena, la protagonista se enfrenta a la ausencia de un interlocutor y a través de las palabras y los juegos sonoros de un micrófono intenta encontrarse con ella, con su eco, con sus respuestas. “Es muy complejo hablar por alguien que no tiene palabra. Lo hermoso en el teatro es que se puede hacer lo imposible, donde Daniela busca un lugar para conversar con su madre porque no puede tener esa conversación a nivel de lenguaje en la realidad”, dice Lange. Y en lenguaje cotidiano no existe manera de hacerlo real, más que la imaginación, el único lugar de reencuentro, plantean los creadores.

Una obra sobre el tiempo, el tiempo pasado y el tiempo que vendrá. Una obra sobre qué se olvida y qué se recuerda. También sobre el miedo, pero sobre todo una historia de amor entre una madre y una hija. “Esta es la necesidad de contar cuánto uno ama a alguien. Es una oda hacia mi madre”, resume Castillo. “Es una declaración de amor, un concierto, es amoral, es muy poético a veces, muy cruel a veces, es como una obra que va desde la extrema crueldad y el extremo dolor a algo muy cursi y de ahí a algo muy épico”, concluye Lange. 

Información: Agencia Fogata.


Programa

Ficha artística

Idea original: Daniela Castillo Toro y Nicolás Lange Chamorro | Texto basado en los diarios de Ximena Toro Vega y memorias de su hija, Daniela Castillo Toro | Dirección y actuación: Daniela Castillo Toro | Diseño sonoro, microfonía y operación: Ximena Sánchez Egaña | Diseño integral: Laurène Lemaitre | Realización de vestuario:  Paulina Giglio Gutiérrez | Compositor musical: Tomas González | Producción: Inés Bascuñán Pérez | Comunicaciones: Fogata Cultura | Fotografía afiche: Pablo Hassmann | Fotografías montaje: Daniel Corvillón | Proyecto Financiado por el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Convocatoria 2024.

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