Coreografiada e interpretada por Nuri Gutés y Daniella Santibáñez, el montaje Fronteriza se pone en escena en el Centro Cultural GAM desde el 19 de julio al 4 de agosto. Las funciones se realizarán a las 19 horas de jueves a domingo en Alameda 227. Entrada general por $8.000; $6.000, para estudiantes y personas con discapacidad, y por $5.600 para personas mayores y para todos el día jueves.

Dos bailarinas y coreógrafas de generaciones distintas se unen en una propuesta coreográfica que aborda sus visiones de vida y experiencias en torno a la danza y que busca poner en crisis la noción de frontera. En Fronteriza, se busca ampliar las perspectivas en torno al cuerpo y en la percepción del paso del tiempo, que se presenta efímero, caótico y frágil.

La propuesta integra en escena a la compositora y cantautora Carolina Holzapfel, al diseñador lumínico Nicolás Jofré y un artefacto escenográfico realizado por Ignacio González. "Nos preguntamos por las percepciones y lecturas que puedan establecerse a partir de nuestras similitudes y diferencias tácticas, con el propósito de observarlas, quebrarlas, y poder variar nuestras perspectivas, creyendo que éstas -las fronteras- se pueden mover hacia sitios que son afectivos y comunes entre todas las culturas", declaran por escrito las artistas.

El montaje nace a partir de tres experiencias que la preceden: un primer encuentro en Barrio Matta del cual se desprende una primera realización audiovisual alrededor del muro que encierra el Ex Asilo de Las Hermanas de la Caridad (Barrio Matta Sur, 2020), filmado por MAEfilm (Claudio Puebla) y musicalizado por David Deflores. La segunda, con una nueva realización audiovisual filmada por Vicente Palma (Hurto Visual); y por último, la participación en el congreso de danza Tanzkongress (2022), la cual ocurrió en el espacio público, frente a la terraza Malakoff de la ciudad de Mainz, Alemania.

"La obra posee una deriva natural que está produciendo el continuo encuentro entre nosotras. Con ello vamos atestiguando, a través del cuerpo, cómo la noción de frontera se va trasladando, siendo permeada por nuestras experiencias personales y también por el contexto que nos continúa reencontrando", cuenta Daniella Santibáñez.

"También nos preguntamos sobre los cuerpos y las huellas que habitan los escenarios, de modo que al presentar nuestras diferencias, damos la posibilidad al público para que encuentre nuevas razones para detenerse a mirar a una persona de 64 años y otra de 32 intercambiando sus confidencias", agrega Nuri Gutés.

Información: Centro Cultural GAM.