Esteban Correa, el compositor que lidera innovador proyecto que instala la creación colectiva y la improvisación en el estudiantado de la Universidad de La Serena
Esteban Correa, el compositor que lidera innovador proyecto que instala la creación colectiva y la improvisación en el estudiantado de la Universidad de La Serena
mayo 28, 2024
El académico de la Universidad de La Serena trabajó con su agrupación Niño Fantasma y con el también académico Manuel Figueroa y su Orquesta Estudiantil La Serena en una obra que está en permanente creación y cuya partitura es un sitio web. El resultado de esta novedosa iniciativa se presentará el 29 de mayo.
Con una producción de medio centenar de obras, el compositor ovallino Esteban Correa Astudillo (1979) ha estrenado en Latinoamérica, Europa, Estados Unidos y Asia. Ha trabajado en los más diversos formatos, desde instrumento solo hasta grandes orquestas, y ha también combinado lenguajes y prácticas de distintas tradiciones. Entre las orquestas chilenas que han interpretado obras suyas se cuentan la Sinfónica Nacional de Chile, de Cámara de Chile, Clásica Usach, Marga Marga y Sinfónica Universidad de La Serena, además de los ensambles Taller UC, Musicahora y Xilos.
Correa ha publicado los discos Signo Macizo (2017), que es desde 2018 parte de la Naxos Music Library, y Cantos Transversales (2015), además de participar, como compositor, en el libro ilustrado y disco Los Cantos del Secano (Editores Fantasmas, 2017).
Académico del Departamento de Música de la Universidad de La Serena desde el año 2007, y formado como compositor en el Instituto de Música UC, Esteban Correa trabaja intensamente, también con su banda Septiembre. Ya han publicado los discos Antesueño (2018), La pacificación de Chile (2014) y Semilla Inadvertida (2011).
Todos estos mundos de acción se unen ahora en un proyecto de investigación que ha liderado desde el año 2020 y que vincula la música de tradición escrita con la improvisación y, simultáneamente, una práctica conjunta con estudiantes.
Se trata del proyecto de creación artística “Música Colectivo-Informal+OU”, cuyos resultados serán presentados el miércoles 29 de mayo a las 19 horas en la Sala Mecesup de la Universidad de La Serena (Larraín Alcalde 2843), en una actividad gratuita con inscripciones gratuitas aquí. Se mostrará el sitio web creado en el proyecto y se exhibirá un registro audiovisual de una parte del concierto en vivo que dieron en 2022 las agrupaciones Círculo Niño Fantasma y Orquesta Universitaria La Serena en octubre del 2022.
Sobre este trabajo particularmente innovador y que marca una real diferencia en nuestra escena, Radio Beethoven conversó con Esteban Correa.
La creación colectiva es un elemento fundamental de este proyecto que presentarán el 29 de mayo. Entiendo que la participación activa de los intérpretes en la creación musical ha sido una constante también en su carrera como creador, ¿no?
«Claro, yo me desempeño dentro de lo que es la creación convencional de música, lo que se llama composición musical, o sea, obras para orquesta, música de cámara, etcétera. Pero dentro de esa experiencia se ha abierto poco a poco la conciencia de que los aportes de los intérpretes es fundamental. Yo, al menos, no pienso que el compositor sea la persona que tenga que tener absoluta claridad, ser omnisciente, respecto del resultado musical. Muchas veces en el trabajo de los intérpretes hay muchas soluciones que aparecen de parte de ellos. Entonces, en la medida en que uno va reparando en esta realidad, se va entusiasmando con la posibilidad de darles un rol mucho más activo, y ahí aparece la improvisación como una posibilidad justamente de que los intérpretes, y los músicos en un sentido más colectivo, puedan participar de la creación».
La improvisación uno la ve bien fuerte como práctica en épocas de la música antigua, pero también en la música contemporánea.
«Claro. De hecho, hay antecedentes dentro de la tradición que dan cuenta de que la improvisación, sobre todo en la época del Barroco, y estamos hablando del 1600 al 1800, era bastante recurrente. Los compositores trabajaban en un esquema sobre el cual los intérpretes tenían bastante libertad. Eso se va perdiendo en la medida en que los compositores adquieren un rol más relevante como artistas, y en el último tiempo, yo diría que sobre todo a partir de los años 60 del siglo pasado, comienza a reincorporarse esta práctica. Entonces la improvisación, al menos para mí, es fundamental incluso para entender la historia de la música. Tener la posibilidad de desarrollarla es algo muy nutritivo también para refrescar los sonidos y experimentar en el ejercicio de la creación».
Este proyecto se ha desarrollado por varios años y tiene varias vidas. Han participado distintos ensambles y también el profesor del Departamento de Música de la Universidad de La Serena Manuel Figueroa. Hablemos de la génesis y el desarrollo del proyecto.
«El proyecto surge, como idea inicial, durante la pandemia, conversada justamente con mi colega Manuel Figueroa, quien es contrabajista de la Orquesta Sinfónica Universidad de La Serena y también tiene un rol bastante importante, acá como creador. Hemos colaborado muy bien cuando le he propuesto distintos proyectos, como por ejemplo la cantata La pacificación de Chile, que compuse y él dirigió. En el año 2020, durante la pandemia, en una conversación telefónica se nos ocurrió la posibilidad de hacer algo más o menos análogo a la cantata, pero muy distinto al mismo tiempo, que partiría de otra premisa que sería la creación ya en un sentido colectivo, y con base en la improvisación. Eso se pudo concretar de vuelta de la pandemia, a través de unos fondos que abrió la Universidad de La Serena para apoyo de la creación. Lo que hicimos en primera instancia fue un proyecto que consistió en la creación colectiva desde un grupo de improvisación en el cual participo que se llama Circo Niño Fantasma, y donde Manuel iba a tener también un rol en la creación o proponiendo ciertas ideas, y ésa sería la base para esta segunda etapa del proyecto donde se incorpora la Orquesta Universitaria de La Serena que dirige Manuel. En la primera etapa, de hecho, lo que hicimos fue crear a través de la improvisación una serie de piezas que quedaron registradas no solamente como resultado, sino como proceso en un sitio web y este sitio web justamente sirvió como una especie de partituras para que los jóvenes intérpretes de la Orquesta Universitaria pudieran familiarizarse con los sonidos, con la estética incluso de esta música y así, al momento de sumarse, pudieran estar mucho más conscientes y más claros de qué se trata».
Ahora, usted me decía que tenía similitudes con La Pacificaciónde Chile. ¿Cuáles eran las similitudes?
«La similitud está en que en La Pacificación se incorporó la Orquesta Universitaria, siempre dirigida por Manuel Figueroa. En este caso la propuesta es muy distinta porque ya no iba a haber un compositor en particular como en la cantata, sino que acá la creación iba a estar repartida en todos quienes participaran al mismo tiempo en la interpretación, incluyendo a la orquesta. Y ése fue el principal desafío. Por eso lo planteamos en dos etapas; primero creamos unas piezas a manera de esquema, de sketch, de tal forma que éstas sirvieran como base para que la orquesta de estudiante, tuviera alguna referencia de cuál podría ser el resultado al cual se podría llegar. Ahora, las piezas nuevas, por decirlo así, las que hizo la orquesta, teniendo algunas similitudes con las originales son bastante distintas».
Hay un cambio grande entre la primera etapa y la segunda, ¿no?
«Sí, claro. Un cambio que tiene que ver, por ejemplo, con la magnitud del proyecto. Porque al principio éramos un cuarteto y ahora, en esta segunda etapa, que es la que vamos a presentar prontamente, a este cuarteto se suma una orquesta, en este caso de estudiantes».
Participaron alrededor de 25 músicos. Primero los profesores Esteban Correa y Manuel Figueroa trabajaron con Círculo Niño Fantasma, que es un colectivo musical animado por la improvisación y que integran el propio Correa en guitarra y electrónica; Bastián Castillo en batería y pad de percusión; Mauricio Álvarez, en bajo eléctrico y electrónica, y Francisco Soto, en Dj set.
Luego se sumó la Orquesta Estudiantil Universidad de La Serena, que dirige Figueroa. El resultado fue una obra que se llama tal cual el proyecto, «Música Colectivo Informal», que dura en total 50 minutos, y se compone de una cantidad de piezas más breves, equivalentes a movimientos.
¿Existe una partitura de la obra, o está en permanente creación?
«No, la obra está en permanente creación, por eso mismo el dispositivo tecnológico que en este caso sería el sitio web, funciona como la partitura, a través de los registros tanto de audio y video que éste contiene».
Entiendo que el miércoles 29, cuando presenten el proyecto, habrá un amuestra y se exhibirá parte de un registro audiovisual.
«Claro. La idea es primero mostrar el sitio, lanzar ese sitio e invitar al público presente para que después del lanzamiento ingresen al sitio libremente, puedan recorrerlo y sobre todo puedan escuchar y ver la obra que está ahí contenida, que es la obra íntegra. Y el día del lanzamiento vamos a mostrar una parte de lo que es la obra, dos o tres piezas que la componen. Además de eso, con Manuel Figueroa haremos es una improvisación en vivo, a dúo de guitarra eléctrica y contrabajo».
Cuando grabaron el registro, ¿ese estreno en 2022 se hizo en un espacio de trabajo o se hizo con público?
«Se hizo con público en el Salón Mecesup del Departamento de Música de la Universidad de La Serena.
¿Cómo fue la reacción del público?
«Fue bastante buena. Muy pocos se esperaban el resultado porque hablamos de improvisación colectiva, es decir, de una improvisación que tiene parámetros muy abiertos, más cercanos a la música contemporánea que a géneros como el jazz. Entonces hubo un cierto desconcierto, pero en ningún caso una mala reacción, sino que algunas personas nos comentaron después que se habían descolocado. Pero de todas maneras muy bien recibido, muy bien acogido, se notaba ahí que compartían la singularidad de la experiencia en la realidad y que apreciaban que acá en La Serena estamos abriendo un campo en ese sentido».
En una nota de difusión del proyecto, Manuel Figueroa, quien es director artístico de la Orquesta Universitaria La Serena, declaró que “la idea fue otorgar la oportunidad a los músicos a expresarse fuera de la caja y de improvisar y trabajar otros lenguajes que están ajenos a la música tradicional”. El contrabajista agregó que “para nosotros fue súper importante crear espacios de experimentación y libertad, sobre todo aprovechando que la ciudad de La Serena es en sí un espacio que otorga mucha libertad a los creadores y las creadoras, ya sea porque está alejado de la dinámica un poco más limitante o conservadora de otros lugares”.
Esteban Correa, por su parte, destacó que «el fomento de los espacios de creación colectiva tiene una importancia radical, porque más allá de las ganas y las motivaciones particulares, y de querer participar en una experiencia como esta, tiene un sentido de trascendencia, desde un marco incluso político. Es que en un proyecto como este damos cuenta de la posibilidad o, más bien, de la necesidad de comprender que los mejores resultados en un sentido humano, se logran, a todo nivel, en la medida que nos ponemos de acuerdo y nos organizamos como colectivo”.
¿Podría profundizar en sus declaraciones sobre el componente no sólo artístico que tienen los espacios de creación colectiva, y el impacto que ello implica en jóvenes que están formándose en la Universidad de La Serena?
«Sí. De hecho, es algo que me interesa mucho. Puede ser muy interesante y muy entretenido participar como músico en la experiencia e incluso puede serlo para el público que lo presencia. Sin embargo, en la música de arte, en la modernidad, el autor está súper definido y es una persona, y eso ha objetado la posibilidad de aproximarse a la creación de otras maneras, como por ejemplo, a través de la creación colectiva, donde no reparando que existe un autor, de todas maneras a propósito de los acuerdos que se van realizando en la realización misma se puede llegar a resultados bastante interesantes desde el punto de vista musical y desde el punto de vista estético. Ese cambio de aproximación, que sería desde la figura del autor único a la posibilidad que concierne a la creación desde un colectivo, creo que concierne un tanto a lo político. Poder también dar cuenta de que cuando las personas se juntan con un mismo propósito pueden llegar a resultados también favorables en un sentido artístico».
Para organizarnos tenemos que escucharnos todos y tenemos que poder tomar las decisiones en conjunto.
«Exacto. Me he dado cuenta de que se puede establecer una analogía en otro tipo de disciplinas o desarrollos, por ejemplo, lo que pasa por ejemplo en el ámbito de la ciencia. Me he dado cuenta de que la física clásica siempre está asociada a figuras de personas, a personajes como Newton o Einstein, pero en los desarrollos últimos sobre todo en el campo de la física cuántica, las aproximaciones son muy colectivas. O sea, el ejemplo más rutilante fue el de este experimento del acelerador de partículas del CERN, donde en espera de estos resultados e investigando qué es lo que iba a pasar, en esta búsqueda había miles de físicos ahí asociados y colaborando para poder llegar a un resultado. Eso se puede analogar a este tipo de experiencias colectivas en torno a la improvisación».
Entiendo que hubo apoyo de la Universidad de La Serena para este proyecto; se ejecutó a través de fondos concursables de la universidad y además es parte de los planes del programa Escena Estudiantil, de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, ¿no?
«Claro. Quisiera destacar bastante ese apoyo que es muy importante. El proyecto de creación se hizo a través de fondos de apoyo justamente a la creación que tiene la universidad y eso da cuenta de que la Universidad de La Serena está haciendo harto hincapié en el fomento de la creación, que es algo muy valioso, muy digno de rescatar. Por otra parte está el proyecto Escena Estudiantil que es de la Dirección General de Asuntos Estudiantiles, que es muy interesante y que apoya fundamentalmente el desarrollo de las agrupaciones artísticas estudiantiles de la universidad, como lo es la Orquesta Universitaria y que nos está ayudando en todo lo que concierne a la difusión del cierre de este proyecto».
¿Qué les diría a los auditores de Radio Beethoven, como invitación a esta actividad de presentación del proyecto «Música Colectivo-Informal + Orquesta Universitaria»?
«Les diría que van a conocer un proyecto interesante y, dentro de todo, también significativo, en la medida en que se dirige a un ámbito que es quizás poco conocido, que es el de la creación musical, pero a través de la improvisación colectiva y que, además de eso, se relaciona con nuevos medios, como es la internet, un sitio web y sobre todo la posibilidad que otorga a estudiantes de la Universidad de La Serena para participar del proceso de creación a la par de los músicos profesionales».
Coordenadas 19 horas, miércoles 29 de mayo. Salón Mecesup del Departamento de Música de la Universidad de La Serena (Larraín Alcalde 2843, La Serena). Inscripciones gratuitas.
Desde música del siglo XII hasta La Pasión de Scrooge de Jon Deak y Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, pasando por célebres creaciones de Bach, Haendel, Berlioz, Liszt y Messiaen, además de la ópera Vísperas de Navidad de Rimsky-Korsakov, la cantata Navidad en Chile de Pablo Délano y una sesión jazzística de Dave Brubeck son parte de nuestra programación especial.
Además de entregar las claves de los conciertos gratuitos de Navidad que la Camerata Unab ofrece con distintos coros y solistas durante diciembre, Felipe Karadima hace un balance positivo de este año, con cerca de 90 actividades, y anticipa los hitos de 2025.
Invitado por el Instituto Italiano di Cultura, el pianista piamontés abordará un repertorio que él mismo está rescatando en dos conciertos gratuitos que dará en Los Andes y Viña del Mar, el 29 y 30 de noviembre. "Estos compositores desarrollaron una importantísima operación de aggiornamento cultural porque tradujeron y trajeron a Italia a los grandes románticos alemanes", apunta.
El lunes 25 y martes 26 de noviembre, estrenará con Luis Orlandini y Gonzalo Cuadra obras comisionadas a Eleonora Coloma y a Rolando Cori. Y, el viernes 29, Alejandro Reyes ofrecerá una lectura nueva de la 2a Partita BWV 1004 de Bach, incluyendo corales y bajo continuo, junto a Vanessa Rojas, Javier Weibel y Oriana Silva, ahondando en el desgarrador luto que vivía el compositor. Dos nuevas propuestas artísticas paralelas a su rol en el Municipal de Santiago.
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.