La década de 1940 fue testigo de una verdadera revolución en la visibilidad de las jazzistas. Las pianistas lideraron generalmente encabezando pequeños combos o tocando en solitario. Las estilistas femeninas de boogiewogie como Dorothy Donegan y Hazel Scott ganaron el estatus de celebridad en los años 40 y 50.

Dorothy Donegan, una pianista asombrosa con una técnica al nivel de Art Tatum, podía tocar cualquier cosa, y a menudo lo hacía. Sus conciertos en vivo a menudo presentaban mezclas de canciones completamente no relacionadas cambiando de uno a otro entre el boogie-woogie, el bebop y la música clásica. Grabó con poca frecuencia durante las décadas de 1940, 50 y 6os, sin ningún registro durante 1964-74. Sin embargo, sus registros no capturaron completamente sus coloridas actuaciones. Durante su última década, finalmente fue reconocida por su brillante interpretación. Puede que haya sido la pianista de jazz más subestimada.

Hazel Scott
El impresionante piano bop de Hazel Scott era sólo una faceta de los talentos que se extendían a tocar música clásica, cantar y actuar tanto en el escenario como en la pantalla, y presentar sus propios programas de radio y televisión. Scott, una niña prodigio, entró al The Juilliard School a la edad de ocho años e hizo extensas giras de conciertos por Europa, África y el Cercano Oriente antes de grabar su cita para Debut Records en 1955, está acompañada por el bajista fundador de Debut, Charles Mingus, y el baterista Max Roach.

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