Desde mediados de los ’80 que Sergio Díaz y Erik Rojas han trabajado incansablemente por llenar el dial de música. Han visto a la emisora pasar por diferentes momentos, buenos y malos, por lo que le dan al Club de Amigos un rol fundamental en el desafío de ser para el país un espacio donde la belleza y la compañía confluyen.
En algún momento deben haber coincidido en la Universidad de Chile, donde Sergio Díaz y Erik Rojas estudiaron Tecnología en Sonido, impulsados por una pasión musical que empezó, cómo no, en la infancia. Sincronías de la vida, ambos aterrizaron en la radio hacia mediados de los ’80, iniciando una reconocida y fructífera carrera.
Erick, oriundo de la Región de Valparaíso, tuvo en su colegio la posibilidad de tener un contacto cercano con la música: “Desde la educación básica fui un entusiasta participante en coros y grupos de cámara. Eso sin duda me llevó a pensar después de salir del colegio en seguir una carrera relacionada con el ambiente musical”. Sergio Díaz, por su parte, cuenta que fue su padre quien empujó su amor por los sonidos: “Él solía escuchar todo tipo de música en casa, desde valses peruanos, tangos, jazz hasta la música clásica. Así fui desarrollando un hábito y una curiosidad por los diferentes estilos, que en la adolescencia decantaron en el rock, en particular el rock progresivo, y más tarde la música electrónica”.
“El Club de Amigos ha sido de gran ayuda para nuestra emisora; con su aporte, los miembros permiten que la radio se mantenga al aire. En estos momentos en que la pandemia ha disminuido la economía de nuestro país, agradezco a ellos y su abnegado apoyo a nuestra querida Radio Beethoven”.
Erik Rojas
Tras su paso por la universidad, Sergio llegó a la Radio Beethoven primero como radiocontrolador, para luego incorporarse a labores de producción y locución de programas. Posteriormente, se agregó el trabajo de ingeniero de grabación en diversos registros editados públicamente, efectuados por músicos chilenos, tanto del ámbito docto como del jazz. Fue así como la emisora tuvo un rol formativo en él para luego transformarse también en un sustento no solo económico, sino también intelectual.
Erik Rojas, en tanto, cuenta que llegó a la estación poco después de terminar su práctica profesional en el mismo lugar. Al principio, el trabajo era más bien mecánico –organizar las tandas comerciales y los espacios de música- con cintas magnéticas y vinilos, pero muy pronto llegó la oportunidad de producir algunos espacios, “es decir, elegir la música y crear el libreto para entregar al locutor. Esto también llevaba involucrado la edición de las grabaciones de los locutores y editar los diferentes programas. Además, con el pasar del tiempo, tuvimos la oportunidad de realizar grabaciones en vivo de diferentes grupos de cámara y orquestas nacionales, ampliando nuestra discoteca con grabaciones exclusivas”.
“Se ha comprobado que, a pesar de poseer alta audiencia, la distribución de la torta publicitaria en nuestro país se ubica en los medios más obvios, masivos y muchos de ellos de escasa proyección (…) Una entidad como el Club de Amigos de la radio es fundamental en el desarrollo de un medio como este”
Sergio Díaz
El apoyo de la UC
“Se ha comprobado que, a pesar de poseer alta audiencia, la distribución de la torta publicitaria en nuestro país se ubica en los medios más obvios, masivos y muchos de ellos de escasa proyección (…) Una entidad como el Club de Amigos de la radio es fundamental en el desarrollo de un medio como este”, opina Sergio Díaz. Coincide Erik Rojas, quien lamenta que lo comercial no sea directamente proporcional a la calidad, sobre todo considerando que un medio como la 97.7 no solo emite música clásica, sino que realiza una dedicada curatoría, de forma de sorprender a los auditores con nuevos sonidos. “Solo gracias a la Pontificia Universidad Católica y la gestión de su rector nos han dado un nuevo respiro a partir de abril”, afirma el profesional. Y al igual que Sergio, Erik resalta la cercanía que el Club de Amigos de la Radio Beethoven genera con las y los auditores, así como el aporte a su sustentabilidad futura: “El Club de Amigos ha sido de gran ayuda para nuestra emisora; con su aporte, los miembros permiten que la radio se mantenga al aire. En estos momentos en que la pandemia ha disminuido la economía de nuestro país, agradezco a ellos y su abnegado apoyo a nuestra querida Radio Beethoven”.