Exequiel Gómez: "Tótem invita a conectarse con lo sensorial en un rito que invita a apreciar el silencio, el sonido, la visualidad"
septiembre 22, 2023
Hace 20 años, el bailarín inició con su colega Daniela Marini y con el compositor José Miguel Candela, un trabajo de investigación que dio origen a un montaje coreográfico pionero en el cual la música y el movimiento se retroalimentan en tiempo real. Hoy reponen Tótem, concierto corporal elecroacústico en Espacio Vitrina.
photo_cameraExequiel Gómez.
Fue una obra pionera en Chile en el uso de sensores para que la danza y la música se retroalimentaran en escena, y ahora Tótem, concierto corporal electroacústico vuelve a presentarse, a 20 años de la investigación interdisciplinaria que dio origen a esta obra, y con su elenco original.
Los intérpretes en danza Exequiel Gómez y Daniela Marini, y el compositor José Miguel Candela son los autores de esta creación escénica que tendrá funciones desde el viernes 22 de septiembre al domingo 1 de octubre en Espacio Vitrina. Es fruto de un trabajo de investigación y experimentación que los tres desarrollaron cuando los tres eran parte del Colectivo La Vitrina, y en forma paralela a su quehacer como tales.
En Tótem, concierto corporal electroacústico, el movimiento genera el sonido y el sonido produce movimiento, mediante sensores que reaccionan a la luz y a la sombra. «Aquí se empieza a concebir la sonoridad como una situación de tiempo real, donde el bailarín está condicionado a la temporalidad de lo que está sonando, generando un mundo sonoro que tiene que ver con bailar en tiempo real y con sonar en tiempo real”, ha declarado Exequiel Gómez, intérprete y director de la puesta en escena. También, que «este trabajo habla un poco de lo ancestral y un poco de lo tecnológico».
Radio Beethoven conversó al respecto con Exequiel Gómez.
¿Cómo fue originalmente el trabajo que hicieron de forma interdisciplinaria y colectiva para esta obra usted, José Miguel Candela y Daniela Marini?
«En un principio, partimos con un trabajo de investigación en el cual queríamos abordar lo tecnológico desde un lugar escénico. Para nosotros fue un descubrimiento poder hacer que estos sensores con los que trabajamos no fueran tan evidentes en su manipulación, sino que realmente pudiera existir una situación de abstracción de lo que estábamos trabajando. Originalmente, en términos coreográficos, por ejemplo, estábamos muy apegados a una partitura que José Miguel Candela había hecho, y luego fuimos dejando más abierto este campo, para permitir que el movimiento sea mucho más permeable y mucho más interpretativo por parte de los bailarines».
Hablemos del momento en el cual iniciaron esta investigación y de dónde venía cada uno de los tres.
«Comenzamos esta investigación en el año 2003, entonces fue hace 20 años, y estrenamos Tótem en 2006. La investigación partió como un laboratorio y me parece que Fundación Andes nos la financió. Luego hicimos el montaje como tal, llegamos a poder instalarlo en escena. Los tres éramos miembros del Colectivo La Vitrina desde el año 2000 y empezamos a hacer un cruce de nuestros intereses. Yo soy profesor de música e intérprete en danza, entonces quería hacer un cruce un poco más osado en relación a la sonoridad escénica, quería que los bailarines de una u otra manera fueran más responsables de lo que se escuchara. Junto con José Miguel Candela, que viene de la composición y de la música electroacústica decidimos hacer este trabajo, e invitamos a Daniela Marini a trabajar con nosotros».
Es súper interesante que ustedes estaban haciendo esta investigación y este trabajo al mismo tiempo que con la Compañía La Vitrina estaban haciendo otras cosas, que haya sido un camino paralelo.
«Efectivamente, fue así. Creo que, paralelamente al interés que tenía para nosotros el trabajo que estábamos haciendo en danza política, también estábamos trabajando en una exploración más instalada en las materias de lo que ocurre dentro de las artes escénicas; más que una situación de contenido, y que fue luego apropiándose de nosotros, desde un lugar mucho más ritual y mucho más conceptual».
¿Cómo han sentido retomar este proyecto 20 años después del inicio del trabajo de investigación? ¿Cómo se siente hoy trabajar en esto y cuán distinto es el resultado en escena?
«Queríamos ser bastante fieles a la propuesta inicial. De hecho, estamos trabajando con el mismo sistema original, a pesar de que en el mercado tú no encuentras tarjetas de sonido que ocupamos nosotros en ese momento, cuando un ingeniero hizo las cápsulas. Hoy día tu puedes comprar otros elementos que vienen hechos como para que tú hagas interacción con sonido en movimiento y sensor, pero nosotros estamos trabajando con el mismo sistema de antes; queremos ser fieles a lo que fue ese primer montaje. Ahora, ¿qué es lo que cambia? Las corporalidades ya no son las mismas que nosotros teníamos hace 20 año atrás. Hay un todo un acontecer, sensibilidad por el crecimiento y la madurez de estos 20 años. Sin embargo, somos dos artistas que nos hemos mantenido en escena durante todo este tiempo; no hablo de corporalidades que puedan ser menos o más aptas, sino que creo que ha cambiado el cómo abordamos la interpretación y tener esa sensibilidad que antes no teníamos nos da algo que es muy rico».
Un elemento muy importante para los bailarines siempre es la memoria del cuerpo, ¿no?
«Claro. Nos dimos cuenta con Daniela, cuando empezamos a remontar nuevamente, de cierta corporalidad. Empezamos a acordarnos de la esencia de lo que generaba el movimiento en ese momento, de los estímulos, de la narrativa que nosotros fuimos construyendo a partir de la coreografía, y eso es muy interesante porque también te pone en evidencia que las preguntas que tú te haces para la creación son preguntas que te acompañan toda la vida».
El remontaje de Tótem, concierto corporal electroacústico ha sido financiado por el Fondo Nacional de Fomento de las Artes Escénicas, convocatoria 2023.
Daniela Marini es bailarina, coreógrafa y académica del Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Ha desarrollado piezas escénicas que se han presentado en Chile, Argentina, México, Brasil, Alemania, España y Francia. Su último trabajo, Corazón, Anatomía la mirada de otros, fue realizado en el Centro de Creación y Residencia Nave y se presentó en el Festival Santiago a Mil 2020.
José Miguel Candela es compositor y académico del Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Ha compuesto música para cine, teatro, y muy especialmente para danza contemporánea, con más de treinta producciones en la última disciplina. Ha publicado nueve discos, cinco de ellos de electroacústica, y es fundador del proyecto SiniestroDanza.
Exequiel Gómez es coordinador del Colectivo de Arte La Vitrina y académico de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). Autor de piezas coreográficas como Granizada, Óleo, Invitación, Unidad, Relatos Paralelos, Irrevestible de Luna y Cabeza de Chancho, ha sido coreógrafo y coordinador del Grupo Espiral. Además, ha participado en los montajes Hombres en Círculo durante el Hechizo del Tiempo, Chacabuco y Carne de Cañón.
Me imagino que una de las motivaciones para remontarlo, para hacer Tótem de nuevo, es conmemorarlo, ¿no? Porque también podrían haber decidido hacer otro proyecto, ya que en estos 20 años se han hecho muchos trabajos que vinculan el cuerpo con la música en una manera más interactiva o de respuesta en tiempo real. ¿El sentido de conmemorar es importante para ustedes por la línea de trabajo que tienen vinculada a la memoria en general?
«De pronto, se trata de cuál es el trabajo que uno tiene que hacer cuando hace memoria. Nos estamos cuestionando hace rato que la memoria sea una memoria personal, porque no es algo que tú solamente recuerdas, sino que la memoria se va construyendo social y colectivamente. Y creo que es importante por lo menos señalar que si bien como tú me lo manifiestas, existen muchos trabajos hoy en día en tiempo real y con interacción de sonido o imágenes y danza, nosotros creemos que es importante también rescatar una obra que fue la primera que se hizo con una interacción de sensores y fue la primera obra que se instala en esta reflexión de la construcción coreográfica en tiempo real música-movimiento. Me atrevería a decir que es importante también que las generaciones que hoy trabajan con ese tema puedan tener acceso a esa información y tenerla como una referencia. De hecho, ahora tomamos contacto con mucha gente que ha estado trabajando con sensores y no tenía idea de que habíamos hecho esta obra. Entonces revivir Tótem es también una manera de tener un pequeño patrimonio de la danza que se ha mostrado».
¿Qué les diría a los auditores de Radio Beethoven como invitación para asistir a Tótem, concierto corporal electroacústico?
«Los invito a ver una una coreografía en tiempo real, en la cual los intérpretes bailarines estimulan sensores para trabajar la música electroacústica. Nuestro trabajo es un trabajo sensible que invita a los espectadores a conectarse con lo sensorial, a tener una experiencia en un paisaje visual donde van a encontrar un rito que invita a apreciar el silencio, a apreciar el sonido, a apreciar la visualidad».
En el fondo, es otra forma de escuchar la música y ver la danza, ¿no?
«Sí».
Coordenadas Funciones a las 20 horas del viernes y sábado, y a las 19 horas del domingo, hasta el 1 de octubre. Espacio Vitrina (Marín 0349, Providencia). Entrada general por $5.000 y $3.000 para estudiantes.
Ficha técnica Dirección: Exequiel Gómez | Intérpretes: Exequiel Gómez – Daniela Marini | Compositor: José Miguel Candela | Asistente de diseño y producción sonora: Antonia Valladares Fischer | Diseñadora integral: Matilde Videla | Producción: Heny Roig Monge | Fotografía y diseño gráfico: Rafael Edwards.
La intérprete protagoniza Amor y Justicia, película documental de Kerry Candaele. "Él encontró la similitud con Fidelio de Beethoven, pues Leonor se viste de hombre para inmiscuirse en la cárcel y rescatar del encierro a Florestán. Le hizo mucho sentido con Las últimas horas del maestro, pues también soy una mujer que se viste de hombre para rescatar a su abuelo del olvido", dice.
La coreógrafa chilena fue invitada para dirigir el montaje que celebra los 25 años de la emblemática compañía de danza independiente. Su obra, Susurros del viento, se inspira en el libro Manifiesto de Gastón Soublette y se presenta en Matucana 100.