Tras su primera gira europea, el Dúo Luco Orlandini estrenará discos y nuevas transcripciones
junio 24, 2023
"Queremos establecer este dúo como un referente a nivel internacional", dice Luis Orlandini, y lo ratifica Raimundo Luco. Tienen conciertos a fines de junio en Vitacura y en Antofagasta en septiembre. Aquí, hacen un balance de su primera gira y anticipan sus proyectos: más repertorios, discos y videos.
Tienen 34 años de diferencia. Pero hablan un mismo lenguaje, que es universal, el de la música. Se conocieron como profesor y alumno, y hoy conforman un dúo de guitarras que ha tenido una rápida maduración.
Luis Orlandini Robert (1964) es uno de los más respetados maestros de la guitarra en Chile; fue quien derrumbó las barreras sicológicas de todo un país cuando conquistó en 1989 el primer premio en el Concurso de München. Las generaciones posteriores no sólo han brillando sobresalientemente en las competencias internacionales, sino que además han consolidado una verdadera escuela guitarrística chilena, ampliamente reconocida en el mundo.
Profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y del Instituto de Música UC, Premio Presidente de la República 2007 y miembro de número de la Academia de Bellas Artes, Luis Orlandini es además director y cofundador de la Fundación Guitarra XXI. Asimismo, es un agente fundamental en el desarrollo del repertorio: él mismo ya ha estrenado más de 150 obras chilenas.
Hace nueve años, Luis Orlandini recibió un nuevo alumno en el Instituto de Música UC. Tenía quince años y era Raimundo Luco Lagos (1998). «Era muy evidente es que él tenía un gran talento natural, y es maravilloso cuando uno encuentra una persona así», recordó el maestro (ver nota aquí)
Su pupilo decidió invitarlo a ser parte del concierto que daría en el Ciclo Intérpretes del Siglo XXI del Instituto de Música UC, a fines de 2021, en función de la beca de excelencia que había obtenido y que representa, nada más y nada menos que ser uno de los mejores de su generación. Juntos, Orlandini y Luco tocaron el arreglo de Claro de Luna, de la Suite Bergamasque de Claude Debussy (ver video aquí).
En ese momento, nació el Dúo Orlandini & Luco. El maestro decía, entonces, que Luco había dado muestras de «ser un verdadero artista». De ser, «un artista de gran, pero gran proyección, de una gran cultura y de unas capacidades superlativas” (ver nota aquí). Raimundo Luco se tituló en la UC, a fines del año pasado, y en diciembre iniciará sus estudios de posgrado en Alemania.
Hasta la fecha han ofrecido una veintena de conciertos juntos, en instancias tan relevantes como el cierre de la temporada 2022 de la Fundación Guitarra Viva Ernesto Quezada, en el Aula Magna Usach. Ahora, acaban de volver de su primera gira por Europa, con financiamiento de un fondo concursable de la Dirac del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el martes 27 de junio volverán a actuar en el Festival de Música de Cámara de la Corporación Cultural de Vitacura.
Radio Beethoven conversó con los dos guitarristas respecto de la gira y su proyección como dúo de guitarras. También sobre cómo seguirán trabajando, a pesar de la distancia geográfica, así como el foco curatorial que han elegido y que se centra en las transcripciones propias de música clásico romántica originalmente escrita para el piano.
Para Luis Orlandini, el formato de dúo de guitarras ha sido mucho más que una manera de hacer música. El dúo más longevo que integra es con Romilio Orellana, pero también ha trabajado en dúo junto con sus exalumnos Rodrigo Guzmán, Sebastián Montes, Joaquín Clerch y Cristián Alvear. Igualmente, conformó un fecundo dúo con Óscar Ohlsen, productor del programa Guitarra en Radio Beethoven, que implicó en 1995 la grabación del disco de referencia Chile del Siglo XX (escuchar aquí).
La gira por Europa, que desarrollaron entre fines de mayo e inicios de junio, indica Orlandini, la fraguaron largamente. «Desde un principio quisimos que nuestro dúo se diferenciara de lo que yo había hecho antes y por eso trabajamos un repertorio específico. Una gira fue de lo primero que nos planteamos, la verdad es que estamos concretando nuestras primeras intenciones; después va a salir nuestro primer disco, que ya está grabado. En los primeros meses de nuestra formación musical establecimos muchas líneas de acción y las estamos concretando con esta primera gira».
Lo complementa Raimundo Luco: «Queríamos expandir a nivel internacional nuestros conciertos. Pensamos en Europa y establecimos primero los lugares donde íbamos a tocar y luego, cómo lo íbamos a financiar. Postulamos a un fondo Dirac del Ministerio de Relaciones Exteriores y nos lo adjudicamos. Ése fue el principal financiamiento, y se sumaron algunos aportes privados».
Iniciaron la gira el 22 de mayo y volvieron el 16 de junio. Decidieron centrarse en dos ciudades de España y tres de Alemania. En Valldemossa, que se ubica en al norte de Palma de Mallorca, dieron un concierto juntos, Orlandini ofreció una clase magistral e hicieron además una grabación en la casa de esa localidad en la cual vivió Frédéric Chopin. Registraron sus propias transcripciones de un Nocturno y un Preludio del compositor polaco. En Córdoba dieron dos conciertos, y luego pasaron a Alemania: dieron conciertos en Reutlingen, en el Estado de Baden-Wurtemberg y en el castillo de Postbauer-Heng, cerca de Núremberg. Después fue el turno de Hamburgo, donde además de una clase magistral en la Escuela Superior de Música de la ciudad dieron dos conciertos, uno privado y otro en el Instituto Cervantes. Asimismo, grabaron en el Museo Brahms una obra de este compositor alemán.
Luis Orlandini, ¿cuál es el balance que hace de la gira?
«Fue todo como había sido planificado, tuvimos siete conciertos y tres grabaciones, y además yo hice unas clases magistrales en dos lugares, así que fue ampliamente aprovechada. Hicimos contactos para futuras actuaciones por allá, así que fue un éxito yo diría muy grande en todo sentido. Artísticamente nos sentimos muy cómodos; los conciertos salieron muy bien, y la gente tuvo una recepción muy buena de lo que nosotros llevábamos. Era un desafío, sobre todo pensando en la música clásico romántica en Alemania (ríe).
¿Cómo fue la recepción por parte del público de estas versiones de esa música que es tan propia de allá, y de la música chilena, es decir de la transcripción de una Tonada de Pedro Humberto Allende y de la obra que les dedicó Óscar Ohlsen?
«Las obras chilenas fueron muy bien acogidas. La obra de Óscar Ohlsen gustó mucho porque es una música muy sincera, muy abierta, de gran espontaneidad y eso fue muy bienvenido dentro de los programas. Las obras clásico románticas, sobre todo las de Grieg y Beethoven, que son las obras fuertes del programa, tuvieron una súper buena recepción, porque la gente pudo vislumbrar que lo que nosotros hacíamos era algo serio y que buscábamos la esencia de la música a través de nuestros instrumentos, sin tergiversar en absoluto ni el contenido ni el ni el espíritu de la música. En ese sentido fue súper bien acogido el programa, tuvimos muy buenas recepciones que están por ahí certificadas incluso en algún diario (ríe)».
Para su primera gira europea, Luis Orlandini y Raimundo Luco decidieron mostrar la médula de lo que hacen como dúo: música clásico romántica en dúo de guitarras. En particular, transcripciones de obras originalmente escritas para el piano por Johannes Brahms, Claude Debussy, a través de Claro de Luna, y Edvard Grieg con su Suite Holberg. Un repertorio que complementaron, explica Orlandini, «con dos obras chilenas que son parte de nuestra identidad y que por eso uno siempre quiere mostrar». Se trata de una Tonada de Pedro Humberto Allende y del estreno de una obra que les dedicó Óscar Ohlsen: Desde mi terraza.
Es interesante Óscar Ohlsen, porque es un guitarrista muy reconocido, un formador con una larga carrera tantoacadémica en el Instituto de Música UC, como de intérprete, con grabaciones incluso, pero que también se ha aventurado en la composición y que como tal tiene obras insignes dentro del repertorio.
«Claro, lo que pasa es que Óscar Ohlsen tiene una virtud que es maravillosa: confluye que él es instrumentista, es guitarrista, y que tiene una facilidad para crear ambientes sonoros con cuestiones muy simples, como una melodía, pero con todos los recursos de la guitarra, con toda su naturalidad, y eso se agradece muchísimo. Es una pieza que tiene muy fácil llegada al público y que gusta harto».
Con la inclusión en el programa para la gira de una obra de Óscar Ohlsen me parece que se hace evidente una característica que me encanta de los guitarristas chilenos: que siempre hacen referencia a los otros como pares, a diferencia de otros ámbitos de la interpretación donde se ve mucha más competitividad. Cuando Renato Serrano ganó el primer premio en el concurso Andrés Segovia, en 2011, lo llamé para entrevistarlo y lo primero que me dijo fue que Esteban Espinoza había ganado el segundo premio, y que el entonces estudiante Luis Guevara, obtuvo el premio al intérprete joven mejor clasificado. «Entre los tres pudimos dejar bien puesto el nombre de la guitarra clásica chilena», me dijo (ver nota aquí). Todos los guitarristas chilenos hablan de los maestros y de los más jóvenes, se identifican como parte de un universo. Me parece también es un gesto en este sentido el hecho de que Óscar Ohlsen se haga presente en esta gira, porque es alguien con quien usted tocó también como dúo.
«Exacto. De hecho, el primer dúo que hice fue con él, y estuvimos muchos años tocando juntos. También fue una cuestión similar al dúo que tenemos ahora con Raimundo, porque yo era un jovencito que venía saliendo de la universidad y él era una persona consagrada. Fue similar».
¿Cómo es para usted volver a Alemania, que fue un lugar tan importante no sólo en su formación, sino también por el concurso? De alguna manera, es como su segunda casa, ¿no?
«Sí, en gran medida. Para mí es genial estar siempre yendo a un lugar donde sé que la música es respetada y valorada, un lugar donde la guitarra es, poco a poco, cada vez más incorporada, a pesar de que todavía cuesta bastante en la cultura alemana que este instrumento tenga un espacio permanente, sobre todo a nivel orquestal. Pero a la gente le gusta, le gusta harto».
Para Luis Orlandini, esta gira con Raimundo Luco tenía una característica única, distintiva. «La verdad es que yo ya lo he hecho más de una vez. Con Sebastián Montes, con Rodrigo Guzmán, con Danilo Cabaluz también, todos exalumnos, de manera que para mí no es algo extraño. Lo que sí es novedoso para mí es que esta vez con Raimundo establecimos un dúo con una diferencia generacional enorme. Pero también ha sido enorme nuestra confluencia musical. Ha sido como nunca había sido. ¡Así de buena!», asegura.
Raimundo Luco, ¿cuán interesante es para usted la sola idea de hacer una gira con el profesor Luis Orlandini a Alemania, el lugar donde él cambió la historia de la guitarra chilena, cuando obtuvo el primer premio en el Concurso de Munich, lo que produjo un cambio sicológico esencial para la escena de la guitarra chilena futura?
«Por una parte está el peso de la figura que él representa para la guitarra y para la música en Chile, pero también lo que representa para mí, como profesor. Por otra parte está lo que significa hacer con él esta gira para mí ahora que estoy comenzando mi carrera. Obtuve la beca de la DAAD y me voy a ir a estudiar a Alemania en diciembre, así que le voy a copiar (ríe)».
Luco Lagos destaca que las novedades para la gira, en términos del repertorio, fueron las transcripciones de la Suite Holberg de Grieg y el segundo y el tercer movimiento de la Sonata Appassionata de Beethoven. «Transcripciones de Beethoven para guitarra hay muy pocas, y las hicimos nosotros, así que hay un nuevo trabajo que hemos ido incorporando de hacer todo lo que podamos nosotros mismos para estar lo más seguros posibles de las versiones». Respecto de Desde mi terraza, de Ohlsen, destaca que «es una obra muy linda, en la que todo parece muy simple, pero en verdad hay una complejidad ahí que se oculta».
«Desde que partimos y no hemos parado en ese sentido, los dos tenemos grandes ambiciones y decirlo no es malo, porque la ambición te provoca, te estimula; es una estimulación positiva. Nosotros tenemos una colaboración mutua en la cual nunca hemos competido, y eso es maravilloso. Entonces nuestras proyecciones implican desarrollar discos y seguir trabajando. Ahora que Raimundo se va a ir con su beca del DAAD a Alemania, tenemos proyectado organizarnos por gira», comenta Luis Orlandini.
«El resto de este año tenemos proyectado grabar religiosamente todos los meses; ya estamos en la mitad de la grabación de nuestro segundo disco. Así que estamos adelantándonos mucho a lo que queremos hacer, y queremos lograr establecer este dúo como un grupo referente a nivel internacional», agrega el profesor del Instituto de Música UC.
Entre los próximos proyectos del Dúo Orlandini & Luco, ¿está el seguir trabajando con las grabaciones que hicieron en Europa?
«Sí. Una grabación ya la subimos a YouTube y ha tenido muy buena recepción; es de Claro de Luna de Debussy. Tenemos pendiente todavía la recepción de lo que hicimos de Chopin en Valldemossa y lo que hicimos de Brahms en Hamburgo, ya que todavía no nos ha llegado la edición, entonces no lo hemos podido mostrar. Tenemos muchos planes, entre ellos, el Concierto Madrigal que vamos a hacer en septiembre. Y vamos a completar la Sonata Appassionata de Beethoven, justamente para una nueva grabación. Haremos el lanzamiento de nuestro primer disco, que lo tenemos listo, y algunos recitales».
¿Por qué es importante para un intérprete, especialmente cuando se hace música de cámara, hacer giras?
«Una de las razones es capitalizar, en el fondo. Porque uno estudia y ensaya mucho la música, y en nuestro caso además tenemos la grabación permanente como un elemento de nuestro trabajo, y la gira nos permite hacer muchas actuaciones con un programa fijo durante un tiempo acotado, entonces es como capitalizar mejor la actividad musical que uno está haciendo, y darle un impacto un poquito mayor».
Hablemos del ejercicio de las transcripciones que están desarrollando tiene una razón en términos de repertorio, y que implica un trabajo creativo de ustedes como intérpretes. ¿Cómo se trabaja cuando son dos personas las que hacen transcripciones?
«La verdad es que es un proceso de colaboración. Hay una primera parte que es medianamente mecánica, que es pasar una partitura a dos instrumentos, pero después viene toda una etapa de colaboración donde se va viendo qué es lo que funciona bien, qué es lo que no funciona bien, si la distribución estás bien hecha, si se debe corregir, etcétera. Y ése es un trabajo colaborativo entre los dos».
¿Eso se hace tocando juntos y con papel, de las dos maneras?
«De las dos maneras, exactamente».
Raimundo Luco fue elegido uno de los 100 jóvenes líderes del año 2023 por la revista Sábado del diario El Mercurio. A fin de año viajará a Alemania, para estudiar en Stuttgart con Johannes Monno (escuchar entrevista en Guitarra aquí). «Es un profesor que conocí en uno de los festivales a los que pude ir cuando estaba en la Universidad Católica; es el profesor que más me gustó. Y justo él resultó ser una muy buena persona, hemos estado en contacto y es mi primera opción. El primero de diciembre tengo que estar en Leipzig y ahí empiezo un curso de alemán que incluye la beca y después me trasladan a Stuttgart», revela.
Entonces, tendrán que trabajar aceleradamente con Luis Orlandini, de acá a diciembre, para aprovechar bien estos meses, como dúo, ¿no?
«Sí. Una de las cosas que hemos conversado desde que nos enteramos de esta noticia es reafirmar el lugar que este dúo implica en nuestras vidas. Personalmente, y sé que para Luis también, este proyecto es sumamente central. Entonces, como el dúo tiene prioridad, pensamos en cambiar el formato en el que estamos trabajando para el futuro, es decir, comenzar a pensar constantemente en el formato de giras, ya sean de un mes o de un par de semanas. Si es en Latinoamérica, yo tendré que ver cómo me costeo el pasaje, y aprovechar de hacer una gira concentrada de conciertos».
¿Qué destacaría de los proyectos posteriores a la gira?
«El concierto que vamos a dar el 1 de septiembre con la Sinfónica de Antofagasta; tocaremos el Concierto Madrigal, el mismo que hice para el concierto de título, y eso me tiene muy entusiasmado. También estamos viendo conciertos con orquesta para el próximo año».
Justamente el Concierto Madrigal fue una de las obras de Raimundo Luco que Raimundo Luco interpretó en su concierto de título, en septiembre del año pasado. La tocó junto con Luis Orlandini, su profesor hasta entonces. Pero en vez de abordarla a través de una reducción con piano, como suele hacerse, convocó a más de 30 estudiantes del Instituto de Música UC e instrumentistas profesionales, y le solicitó al profesor Alejandro Reyes que se hiciera cargo de la dirección en un programa que incluyó, además, el Concierto de Aranjuez (ver nota aquí).
Ahora, Luco y Orlandini repetirán el Concierto Madrigal con la Sinfónica de Antofagasta y su director titular, Christian Veza, en un programa que suma el estreno de La furia de los Andes, de Manuel Bustamante, obra comisionada por los 60 años del elenco, y la Sinfonía Italiana de Mendelssohn (más información aquí).
Hablemos del trayecto que han vivido juntos como dúo. ¿Cómo se siente ahora que ya llevan más de un año y medio como dúo?
«Me siento con más confianza. Mi evolución musical, en el escenario, se ha visto muy nutrida por la relación que tengo con Luis Orlandini, por la amistad, por la confianza que me da y que también me daba cuando era mi profesor. Siento que eso me ha servido mucho, a nivel personal, porque se traduce en tener más confianza».
Luis Orlandini, pensando en los futuros músicos que puedan surgir entre los niños que escuchan la Radio Beethoven, puede ser bueno enfatizar la idea de que para un intérprete musical existe un componente relevante de talento, pero además hay mucho trabajo detrás y es un trabajo constante. A usted y a Raimundo Luco los he visto todos los viernes en el patio central del Campus Oriente UC, durante varios años, trabajando. Los he visto a las seis de tarde, cuando ya no hay nadie más, y siguen trabajando. Ese trabajo permanente que implica harto esfuerzo y que tiene que ser continuo en el tiempo, es una parte fundamental de la carrera de un músico, ¿no?
«Absolutamente. O sea, nosotros sin estudiar, no funcionamos. Yo lo digo a mis 59 años, que podría decir: ‘Ya estudié mucho’. Pero no es así; hoy en día tengo que estudiar mucho igual (ríe). Y me alegra mucho porque eso me hace muy feliz, además. Además de ser una instancia de compartir, de crear por medio de la música, cuando nosotros nos juntamos a ensayar la verdad es que lo pasamos muy bien».
En el concierto que darán el martes 27 de junio en la Parroquia Los Castaños, ¿presentarán un resumen del programa de la gira o habrá algo nuevo?
«Es prácticamente lo mismo, salvo que en el caso de Brahms vamos a incluir ahora el Tema con Variaciones del opus 18, que es una obra un poquitito más grande, en vez del Intermezzo, y sacamos a Pedro Humberto Allende, porque tenía otra función en la gira. Pero el resto queda exactamente igual».
¿Le gustaría invitar a los auditores de Radio Beethoven al concierto del 27 de junio en la Parroquia Los Castaños?
«Claro, quisiera invitarlos muy especialmente al concierto que daremos el martes 27 de junio en Vitacura con Raimundo Luco, mostrando un repertorio especialmente atractivo para dúo de guitarras, donde lo central es la música clásica romántica transcrita para dos guitarras desde las obras originales para piano. Tocaremos obras de Beethoven, Grieg y otras, incluida también la primera obra que nos escribió al dúo Óscar Ohlsen».
Coordenadas 19 horas, Parroquia Los Castaños (Vitacura 7401). Acceso liberado. Más información aquí.
Son 25 canciones escolares de fines del siglo XIX e inicios del XX que el académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano encontró revisando ferias y persas, y que incluyen un Himno de Enrique Soro que hoy siguen cantando exalumnas de una escuela normal. Las piezas fueron grabadas y editadas las partituras, y se podrán descargar. El proyecto se presenta el 27 de diciembre.
Desde música del siglo XII hasta La Pasión de Scrooge de Jon Deak y Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, pasando por célebres creaciones de Bach, Haendel, Berlioz, Liszt y Messiaen, además de la ópera Vísperas de Navidad de Rimsky-Korsakov, la cantata Navidad en Chile de Pablo Délano y una sesión jazzística de Dave Brubeck son parte de nuestra programación especial.
Además de entregar las claves de los conciertos gratuitos de Navidad que la Camerata Unab ofrece con distintos coros y solistas durante diciembre, Felipe Karadima hace un balance positivo de este año, con cerca de 90 actividades, y anticipa los hitos de 2025.
Invitado por el Instituto Italiano di Cultura, el pianista piamontés abordará un repertorio que él mismo está rescatando en dos conciertos gratuitos que dará en Los Andes y Viña del Mar, el 29 y 30 de noviembre. "Estos compositores desarrollaron una importantísima operación de aggiornamento cultural porque tradujeron y trajeron a Italia a los grandes románticos alemanes", apunta.
El lunes 25 y martes 26 de noviembre, estrenará con Luis Orlandini y Gonzalo Cuadra obras comisionadas a Eleonora Coloma y a Rolando Cori. Y, el viernes 29, Alejandro Reyes ofrecerá una lectura nueva de la 2a Partita BWV 1004 de Bach, incluyendo corales y bajo continuo, junto a Vanessa Rojas, Javier Weibel y Oriana Silva, ahondando en el desgarrador luto que vivía el compositor. Dos nuevas propuestas artísticas paralelas a su rol en el Municipal de Santiago.
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.