La Universidad de Santiago de Chile celebra 173 años de existencia. Uno de los hitos de esta conmemoración será con dos de sus cuerpos artísticos estables, confirmando así la vocación pública de la ex Universidad Técnica del Estado: una institución que dicta carreras musicales, pero que sí sostiene a varios elencos profesionales dedicados a la investigación y la creación artística, agrupaciones que entregan a la ciudadanía de forma gratuita una programación cultural de primer nivel.

La Orquesta Clásica Usach y el Coro Sinfónico Usach ofrecerán dos conciertos el miércoles 6 y el jueves 7 de julio, a las 19:30 horas, en el Teatro Aula Magna Usach (Víctor Jara 3659). Ambos cuentan con entrada liberada, previa inscripción, pero los cupos presenciales se agotaron en sólo un par de días desde que fueron abiertos.

La obra elegida es la Sinfonía n°9, Coral, de Ludwig van Beethoven, una de las obras que marcaron un antes y un después en la historia de la música.

Por ello, la Usach decidió instalar una pantalla gigante en la vía pública en su frontis, en Alameda 3336, a la salida del metro Estación Central. Además, el concierto del 6 de julio se transmitirá en directo desde las 19 horas, cuando se abran las puertas al público, a través de Radio Usach (94.5 FM) y STGO TV (señal digital 50.1).

La dirección general estará a cargo del titular de la Orquesta Usach, David del Pino Klinge y los solistas serán la soprano Patricia Cifuentes, la mezzosoprano María José Uribarri, el tenor Felipe Gutiérrez y el barítono Pedro Alarcón. Se suma, por cierto, el trabajo de Andrés Bahamondes como director titular del Coro Sinfónico Usach.

Radio Beethoven ha conversado con el maestro David del Pino Klinge al respecto.

¿Cómo ha sido el trabajo de preparación de la Novena de Beethoven?

«Siempre que uno enfrenta la Novena hay una expectación de todos los músicos. Es siempre un acontecimiento la Novena. En este año 2022, que se están haciendo tantas Novenas en el mundo, yo mismo acabo de hacer una en Argentina hace un mes, tiene un significado especial porque de alguna manera las orquestas e instituciones la utilizan como un símbolo de la vuelta a la vida después de dos años de pandemia. Es por eso que hay tantas Novenas programadas en el mundo durante el año 2022. Así como la que hice hace un mes en Argentina, tuvo el mismo simbolismo y una gran emotividad, y aquí es exactamente lo mismo. La orquesta de la Usach está en un espléndido momento, no lo digo como director de la orquesta sino objetivamente hablando, y Andrés Bahamondes ha reunido a un coro sinfónico también muy hermoso, así que los ensayos están transcurriendo con mucho entusiasmo y también con minuciosidad».

Esta obra de Beethoven le dice algo a todo el mundo; a los que conocen repertorio y a los que no, a los que han ido a salas de concierto y a los que no. Es una obra que le sigue hablando a la gente en el día de hoy. ¿Por qué es tan vigente la Novena?

«Es que el conflicto del ser humano viene de tiempos inmemoriales. El conflicto del hombre contra el hombre, ya sea por peleas por terreno, por peleas raciales o enfrentamientos de grupos familiares, tribales, esta triste historia de la humanidad de siempre enfrentarse es antiquísima. Entonces cuando viene un texto como el de Schiller, que se hizo especialmente universal gracias a la música de Beethoven, con la famosa frase de ‘Todos los hombres serán hermanos’, esa frase le da un sentido universal de permanente esperanza. De la realidad de nunca llegar a la meta, pero siempre intentarlo, de siempre tener la esperanza de llegar. La igualdad del ser humano, una igualdad que va más allá de lo social, de lo económico, de lo racial, del idioma. Porque el ser humano es igual a otro ser humano ,y eso hace que la obra de Beethoven cobre este valor tan universal. Yo no sé si el poema de Schiller, la Oda a la alegría, sería tan conocido, supongo que no, si no se hubiera combinado genialmente con la música de Beethoven y si Beethoven no le hubiera puesto esta música tan emotiva, tan intensa que le colocó al texto».

David del Pino reconoce que el cuarto movimiento que incluye la Oda a la alegría de Friedrich Schiller, con la famosa melodía que la musicalizó Beethoven, es reconocida por una enorme cantidad de gente. Pero es enfático: La sinfonía misma, con sus cuatro movimientos, dice, «es un monumento a la humanidad».

El director detalla: «Tiene un primer movimiento inmenso que, para resumirlo de alguna manera, es un cántico pétreo a la parte amarga, a la parte oscura, a la parte inhumana de la humanidad. O sea, justamente al problema de las relaciones humanas y de las guerras y de las desigualdades. El segundo movimiento es un alivio en medio de todo esto, es una danza, y el tercer movimiento, que para mí es el corazón de la obra, porque el cuarto será el más célebre, no hay ninguna duda, pero el tercer movimiento para mí es el canto más logrado de Beethoven en transmitir su propio corazón. Su alma, su personalidad, su corazón se muestran a través de este tercer movimiento que tiene no solamente una gran belleza, porque decir sólo belleza sería un poco frívolo, ya que tiene una gran profundidad, una tremenda sinceridad, por supuesto, momentos de dolor, que al mismo tiempo van de la mano con una esperanza permanente. El tercer movimiento es para mí el corazón de la obra y de una belleza tremenda. Y eso nos hace llegar claramente a lo que todo el mundo espera, que es el cuarto movimiento con la emotividad y los brillantes coros de Schiller. Eso hace que esta obra sea tan universal, porque no solamente es el cuarto movimiento, es una visión del ser humano completa desde el primero hasta el cuarto».

Esta obra nos demuestra de manera manifiesta que Beethoven, además de ser un genial músico y un gran compositor, es un humanista y un intelectual de peso, ¿no?

«De eso no hay ninguna duda. Cuando Beethoven muere en Viena, la ciudad colapsa, y la ciudad colapsa no solamente con la gente de Viena, sino con muchas delegaciones que venían de otros lugares para su funeral, y esto es una cosa que hay que entenderla, por el respeto y el renombre que tenía Beethoven como un defensor de las libertades, de los derechos, de la igualdad entre los humanos, desde su posición un poquito rezongona y revolucionaria, pero respetada. En esa época, las melodías de Beethoven podrían ser cantadas por algo de público que las había escuchado en vivo, pero no existían medios de radiodifusión, por lo tanto, él no era popular tanto por la melodía de su Quinta sinfonía o de la Novena, sino por la personalidad que tenía. Una personalidad que se centra y se concentra en su permanente y vigorosa defensa de la igualdad del ser humano, de los derechos y de la rebeldía que tenía contra todo aquello que dividiera al hombre en clases sociales. Eso lo demostró durante su vida, incluso en momentos de cierta incomodidad, pero siempre fue consecuente con eso».

¿Qué le diría a los auditores de Radio Beethoven, a modo de invitación a sumarse a este concierto de aniversario de la Usach?

«La Novena siempre es una alegría escucharla. De eso no hay dudas, aquí y en todas partes del mundo. Cuando uno dice ‘¿volvemos a programar la Novena?’ La respuesta es siempre ‘¡por supuesto!’. La gente siempre la quiere escuchar. Además, éste es un año muy especial, donde la Novena ocupa un lugar en muchas programaciones musicales en el planeta, como un simbolismo de vuelta a la vida después de los dos años de silencio durante la pandemia. Por último, y ésta es una invitación más especial de mi parte, tanto la orquesta como el coro de la Usach estamos preparando una versión muy especial, muy minuciosa, muy detallada y por supuesto, creo yo, muy emotiva».

Coordenadas
6 y 7 de julio, 19:30 horas. Teatro Aula Magna Usach (Víctor Jara3659). Inscripciones en Extension.usach.cl. Transmisión en directo desde las 19 horas por Radio Usach(94.5 FM) y STGO TV (señal digital 50.1).

Por Romina de la Sotta Donoso | 05-07-20222.