La periodista, que diariamente conecta a los artistas con el público a través de Panorama Cultural, comparte los hitos de su incansable trayectoria difundiendo la cultura en Chile.
photo_cameraFoto: Félix Rodríguez.
“En mi casa no se oía música que no se considerara valiosa. Cuando se escuchaba música, se escuchaba”, comenta, categórica, la periodista y conductora de Panorama Cultural, Romina de la Sotta. En ese entorno estimulante nació su amor y respeto por las humanidades, el arte y las ciencias, valores que ha desplegado a lo largo de una carrera profesional dedicada a la difusión de la cultura.
“Nunca se escuchó música por ‘diversión’ o por dejar la radio prendida; nunca el televisor estuvo prendido, sino que se estaba viendo un programa, algo que se decidía ver, y había muchas cosas que no se veían, porque no eran un aporte o porque se burlaban mucho de la gente”, recuerda la comunicadora. Sus padres le daban todo el tiempo del mundo para sumergirse en sus pensamientos y sensaciones frente al arte: “Nunca me apuraron. Cuando íbamos a un museo, por ejemplo, con mis hermanos nos quedábamos pegados una hora frente a un cuadro, y ellos esperaban pacientemente, porque era el tiempo dedicado al museo. Siempre había mucho respeto al tiempo de experimentar”.
“Cualquier persona entiende que [la radio] es un bien cultural, un bien privado de uso público; tiene un rol público real en la formación musical, en la educación y la cultura, porque hay un trabajo que se hace con mucho cariño y dedicación.
Romina de la Sotta
Prácticamente desde su egreso de la universidad que su carrera ha estado ligada al mundo de la cultura, aunque también exploró otras áreas, como Espectáculos. Estuvo en medios como el desaparecido “El Metropolitano”, también en “La Cuarta”, “La Tercera” y “El Mercurio”, donde trabajó 11 años. Hoy se desempeña tanto en Radio Beethoven como en el Instituto de Música de la Universidad Católica.
Una comunidad que quiere ser parte
Esta no es la primera experiencia de Romina en la emisora. Entre 2002 y 2008, cuando esta se encontraba ubicada en calle Garibaldi, comenzó con Panorama Cultural. Poco a poco fue haciendo crecer el espacio, incorporando cuñas de entrevistados y comentarios. También hizo microprogramas de ciencia, salud y tecnología, las efemérides de Un día como hoy y reportajes, experiencia que luego desembocó en el programa Artefactos, los domingos a las 11:00. En él, Romina entrevistó a creadores como Raúl Ruiz. Tenía mucha libertad: “Así es la radio, por eso es buena: siempre se la ha dado harta autonomía a la gente, porque se va observando el trabajo de alguien y se confía en esa persona, se le permite desarrollarse”.
“Me ha tocado conocer [a algunos amigos y amigas] en conciertos, y son personas muy orgullosas de su contribución, y no hace ninguna diferencia que sea de más o menos plata: ellos están orgullosos y felices, porque sienten un compromiso grande.
Romina de la Sotta
En ese entonces, los auditores iban mucho a la casona ñuñoína. “A mí me pusieron en el primer piso, así que tenía que contestar el timbre. Todo el día había gente, todo el día. Iban a preguntar algo, a hablar con los auditores, a preguntar cosas, a conversar. También llamaban por teléfono para preguntar cosas. ‘No alcancé a escuchar Panorama Cultural, porque había mucha fila en la panadería, ¿me lo puede repetir?’” También para decirle que hablaba muy rápido. “La primera semana que hice Panorama Cultural llamaban todo el día para reclamar. Yo a todos les respondía lo mismo: ‘Yo sé que hablo rápido… pero yo creo que puedo mejorar. ¿Usted esperaría un mes a ver si mejoro?’” Le tocaba, asimismo, abrir la puerta, y recuerda especialmente y con mucho cariño un sencillo regalo que le llevó una auditora que vivía lejos de la comuna de Ñuñoa: una simple caja de té. “Me dijo ‘es que yo creo que usted tiene que tomar té’. Y se pegó el pique desde super lejos”, rememora Romina. “Ese té es de los más ricos: es el gesto de querer ser parte”.
Esta conexión está en sintonía con la tristeza que generó el cierre y el entusiasmo que han despertado iniciativas para evitar que eso vuelva ocurrir, como el Club de Amigos. Respecto de lo primero, la profesional considera que esa pena fue generalizada, y se dio no solo entre los cercanos al medio de comunicación, sino que entre la población general: “Cualquier persona entiende que es un bien cultural, un bien privado de uso público, tiene un rol público real en la formación musical, en la educación y la cultura, porque hay un trabajo que se hace con mucho cariño y dedicación. No es un wurlitzer que no te diga nada de las obras que vas a escuchar, no es despersonalizado, no es un playlist, es todo lo contrario”. En cuanto a lo segundo, la decisión de apoyar a la emisora a través del club no la sorprendió, porque entre la audiencia de la estación el sentido de pertenencia y comunidad es fuerte: “Me ha tocado conocer [a algunos amigos y amigas] en conciertos, y son personas muy orgullosas de su contribución, y no hace ninguna diferencia que sea de más o menos plata: ellos están orgullosos y felices, porque sienten un compromiso grande. Entonces, a mí me parece que era un resultado esperable, porque hay mucha gente que quiere a la radio y que haría lo que fuera por ella”.
Romina le envía un saludo a las y los auditores de Radio Beethoven, y en especial a quienes forman parte de su Club de Amigos para aportar así a que la estación continúe su labor por siempre.
A meses de que se cumplan cinco años de la nueva vida de Radio Beethoven en la UC, el rector Ignacio Sánchez hace un balance y revela el impacto que tuvo la decisión de resucitar la emisora. Además de anunciar nuevas señales en regiones, ratifica su compromiso con la radio más allá de su período como rector.
Hasta diciembre, Radio Beethoven emitirá especiales de los programas La Ópera, Archivo Maestro y Palabras bajo la Pauta. Una escucha que complementan los testimonios de la soprano Miryam Singer y los críticos de ópera Juan Antonio Muñoz y Mario Córdova.
Los propios amigos del club serán convocados a grabar frases radiales para fortalecer esta comunidad, cuyo aporte es fundamental y representa en torno al 50% de las operaciones de la emisora. La meta es incorporar a más auditores de regiones y también a más jóvenes.
Un ciclo dedicado a Gabriel Fauré, una breve historia del jazz, música colonial chilena y grandes obras para descubrir y redescubrir, además de grandes invitados. Anticípese a los hitos de seis programas para los próximos meses.
Verónica Beza, César Toledo y Natalia Ulloa, ganadores previos del concurso del Club de Amigos de Radio Beethoven, siguen atesorando esta experiencia que ahora vivirá un nuevo auditor o auditora, esta vez con los altos estándares del nuevo estudio.
Estrenos, rescates e hitos del repertorio interpretarán artistas como Luis Toro Araya, Marcelo Lombardero y Stephanie Praduroux y las principales orquestas del país. Se escucharán obras maestras de todos los tiempos y música chilena.
La Universidad Católica sigue abriendo espacios para la cultura. El arte de los pueblos originarios ahora dialoga con la artesanía y la pintura patrimonial chilena tiene casa. Los juguetes nacionales recorren los campus y una escultura rapanui vive en San Joaquín.
En el VIII Encuentro del Club de Amigos de Radio Beethoven, la soprano Magdalena Amenábar habló del rol de la voz en la música e interpretó piezas musicales junto al laudista y tiorbista Eduardo Figueroa.
En esta columna, Gonzalo Saavedra rememora sus personales conversaciones con Patricio Bañados, a quien entrevistó en su programa La Música que cambió mi vida hace un año.