Carmen Gloria Larenas y el renovado quehacer del Teatro Municipal
octubre 20, 2021
La directora del Teatro Municipal de Santiago hace un balance del retorno presencial y confirma su compromiso con la música chilena y los nuevos públicos.
photo_cameraCarmen Gloria Larenas, directora del Teatro Municipal de Santiago. Foto: Patricio Melo.
Las artes escénicas han estado entre los sectores más golpeados por la crisis sanitarias, y no sólo por la imposibilidad de recibir a público presencial durante largos meses, sino porque el trabajo mismo de los elencos se vio fuertemente restringido.
En agosto pasado, el Teatro Municipal de Santiago reabrió sus puertas en un ensayo de la Orquesta Filarmónica de Santiago y su director residente, Pedro-Pablo Prudencio, como parte de la preparación de la Quinta Sinfonía de Beethoven, que será poco después interpretada en una de las piezas del espectáculo del Ballet de Santiago Trilogía+1.
Luego, a inicios de octubre, fue el turno de Francisco Rettig, como director invitado, y un programa que incluyó la Sinfonía Desde el Nuevo Mundo de Antonin Dvorák y el estreno mundial de una obra de Diego González, con funciones a lo largo de dos semanas. Ante el aforo reducido, se estrenó también una nueva modalidad de ubicación del público y de los elencos en la Sala 360°.
Ahora, Pedro-Pablo Prudencio vuelve al escenario en esta modalidad de Sala 360°. Desde el sábado 23 hasta el sábado 30 de octubre dirige a la Filarmónica en un programa 100% romántico, con el Concierto para violín, de Piotr Ilich Tchaikovsky y la Sinfonía Romántica, de Enrique Soro. Entradas desde $2.500, aquí.
En paralelo, como parte del programa Municipal Delivery, hasta el 29 de octubre se puede disfrutar en streaming un recital de piano de Andrés Maupoint, en obras de Franz Liszt, Cecile Chaminade, Claude Debussy, Franz Schubert y Frédéric Chopin. Es gratuito, con opción de donación voluntaria, y se puede ver aquí.
Radio Beethoven conversó con Carmen Gloria Larenas, directora general del Teatro Municipal de Santiago, sobre esta innovación escénica y el proceso de retorno del público presencial. También respecto de los nuevos públicos que se están consolidando justamente por la nutrida oferta digital que desarrollaron en pandemia a través del Municipal Delivery, y del compromiso del Municipal de Santiago con la música chilena.
¿Cómo ha sido el retorno del público presencial hasta ahora? Varias personas que fueron al primer ensayo y a las funciones de Trilogía +1. me han comentado que cuando partió la Quinta de Beethoven con la Filarmónica fue emocionante.
«Sí, ha sido emocionante, creo yo, para todas las personas, tanto los trabajadores del teatro y los artistas, como también el público. Lo que nos tiene muy felices es que hemos visto que ha llegado una cantidad de públicos nuevos, que no necesariamente iban antes de la pandemia al teatro, y creo que eso es fruto del trabajo que se hizo digitalmente en pandemia, y hoy día estamos viendo cómo eso, gracias a Dios, genera un efecto en la parte presencial. Así que estamos muy ilusionados también de lo que viene y de lograr llenar el teatro con el aforo reducido que tenemos hoy día. Estamos muy contentos y entusiasmados, y con mucha esperanza de que este regreso ya va a ir por un camino de estabilidad y aumentando los aforos en el futuro también».
Respecto del trabajo digital en pandemia, los números del Municipal Delivery son impresionantes. Tuvieron ocho millones de asistentes entre los conciertos, charlas y otros espectáculos virtuales, sólo en sus primeros cuatro meses. ¿Cuál es el balance que hacen de esta experiencia?
«Lo más interesante es la experiencia, como bien tú dices. Por un lado están los números, por supuesto, pero también creo que haber entendido, con el pasar de las semanas y los meses, que lo digital no era un objetivo en sí mismo, sino que lo digital era un medio, esa comprensión le dio mucho más sentido. El objetivo no era crear un producto digital artístico, que también tiene mucho valor, por supuesto y que también lo hicimos, sino que entender que el esfuerzo que había detrás, de las ideas que se implementaron, de la labor por ejemplo educativa y de perfeccionamiento que hicimos o de las propuestas artísticas que se desarrollaron, tenían como objetivo final poder seguir vigentes y acompañar sobre todo en los momentos más duros de la pandemia. Ser una fuente de consuelo y de compañía para las personas que peor lo estaban pasando. Esa comprensión de que era un medio más que un fin, siento que a todos en el Teatro Municipal nos dio una mística, un objetivo que nos hacía sentido de una manera más profunda, y creo que eso es una de las explicaciones de por qué lo que hicimos digitalmente tuvo los números que tú mencionabas antes».
Ustedes acaban de estrenar la Sala en 360°, que es una forma innovadora de hacerse cargo de los aforos reducidos en un teatro que tiene también un valor arquitectónico y patrimonial, y al mismo tiempo, cuidar la salud de los artistas y del público. ¿Por qué decidieron hacer esta disposición?
«Decidimos hacerlo porque el foso de orquesta que tenemos en el Teatro Municipal, por sus dimensiones, no permite distribuir a los músicos de la orquesta con las medidas sanitarias necesarias. Por lo tanto, la pregunta era cómo hacemos para poder retomar lo que nosotros hacemos idealmente. Porque están los conciertos, pero también el ballet y la ópera, que también cuentan con orquesta, habitualmente en el foso. La primera opción era remover entre la fila A y la I, para poder poner ahí unas plataformas y distribuir de esa manera a la orquesta. Tuvimos la ayuda, muy valiosa, del Consejo de Monumentos Nacionales, quienes nos apoyaron en el tránsito de este proyecto y, ya recibidas todas las aprobaciones pudimos llevarlo adelante. El resultado ha sido muy interesante porque la orquesta termina al centro de la sala y eso hace que la experiencia, tanto visual como auditiva de los distintos lugares de la sala, sea distinta y sea muy interesante. Hay personas en balcones laterales, por ejemplo, que han disfrutado muchísimo de estar tan cerca de la orquesta y de poder ver a los músicos y sus partituras. La nueva modalidad que estamos inaugurando ahora con los conciertos es poner en el escenario butacas, que se pueden comprar por supuesto, para poder ver a la orquesta y la propia sala desde ese otro lugar. Esto ha abierto posibilidades que no esperábamos; la verdad, nos fuimos dando cuenta al andar de que esto era posible, y esperamos que sea una nueva manera de acercarse y disfrutar de la música de la Orquesta Filarmónica».
A inicios de octubre, con Francisco Rettig como director invitado, el programa que abordó con la Filarmónica reunió un clásico, un moderno y el estreno de una obra chilena, en una muestra de diversidad que la directora del Municipal de Santiago califica como «muy valiosa».
Del 6 al 13 de noviembre, Rodolfo Fischer conducirá a la Filarmónica en un programa particularmente atractivo: abrirá con Leni Alexander, una de las compositoras fundamentales de nuestro país en el siglo XX, y su obra Equinoccio; el Concierto para trompeta, de Joseph Haydn; y la Segunda Sinfonía de Johannes Brahms (desde $2.500).
Todo indica que este renovado y enriquecedor ejercicio curatorial será una constante. «Es muy importante, desde ahora en adelante, poder aprovechar al máximo el atractivo que tienen ese tipo de obras y mezclarlas con obras más contemporáneas, especialmente de autores chilenos», revela Carmen Gloria Larenas.
Hablando de la incorporación de música y músicos nacionales, ¿cuán relevante es para ustedes contar como batutas invitadas con figuras como Francisco Rettig, que acaba de actuar con la Filarmónica de Santiago, o con Rodolfo Fischer, que lo hará próximamente?
«Lo primero, es darse cuenta de la cantidad de directores chilenos vigentes de altísimo nivel que hay, tanto residentes en Chile, como en el extranjero. Ahí hay un valor importante. Y lo otro es que es muy valioso para los músicos de la Orquesta Filarmónica también ir cambiando de mano, y tener al frente, en el podio, a diferentes directores que tienen metodologías, exigencias y énfasis diferentes; eso hace que la misma orquesta vaya progresando mucho en su sonoridad. Creo que eso, a largo plazo, para la orquesta es un valor muy importante, y por eso es importante mantener la estructura también de directores invitados».
Acabamos de tener en el Municipal de Santiago el estreno mundial de una obra chilena, Cantos de la noche, de Diego González. ¿Cuán relevante es para este teatro, como la casa de ópera más importante del país y como un escenario central también para la música y el ballet, hacerse parte de todo lo que es hoy la música nacional, en cuanto a intérpretes y compositores? ¿Cuál es el compromiso del Teatro Municipal de Santiago con la música chilena?
«Creo que siempre ha habido un compromiso, pero probablemente ha sido insuficiente. Hoy día, a la luz de todo lo que hemos vivido en esta pandemia, de lo difícil que ha sido para el mundo cultural en general el poder transitar por esta pandemia, tanto para las organizaciones como para los artistas, es cada vez más importante poderles dar un espacio y atención a creadores chilenos que finalmente son los que pueden ir marcando la diferencia en el desarrollo musical de nuestro país y de las próximas generaciones. Me refiero a intérpretes y a creadores, compositores de obras musicales y de óperas, y también coreógrafos. Creo que hoy día más que nunca es importante poner énfasis en desarrollar ese talento que hay en Chile, y dentro de las posibilidades que nosotros tenemos ojalá ir al máximo en ese rango de oportunidades que podemos dar».
Entre los próximas propuestas habrá dos recitales de piano de Luis Alberto Latorre, el 4 y 7 de noviembre, con obras de Erik Satie, Claude Debussy y Franz Liszt (desde $2.000). Para fin de año, en tanto, se programó al Ballet de Santiago con una versión renovada de Cascanueces, cuya coreografía será de su director artístico, Luis Ortigoza, mientras la escenografía y el vestuario serán de Jorge Gallardo. Las funciones se realizarán entre el 18 y 30 de diciembre (desde $3.000).
Entiendo que ya tienen programada una ópera en formato de concierto. ¿Qué nos puede adelantar al respecto?
«Sí, vamos a tener una ópera en concierto que es Don Giovanni, en el mes de noviembre. Que sea en concierto significa que no tiene escenografía ni vestuario asociados; la orquesta va a estar en el lugar del que hablábamos antes y los coristas y los solistas van a estar en el escenario como corresponde. Escogimos ese título de Mozart porque nos dimos cuenta de que podíamos tener un magnífico elenco de cantantes nacionales que pudiera interpretarlo, y claramente hoy día la prioridad para nosotros es poder retomar la ópera, en primer lugar, y en segundo poder dar la mayor cantidad también de oportunidades a los artistas de la ópera que fueron muy golpeados durante estos 18 meses de pandemia».
Las funciones de Don Giovanni se realizarán entre el 27 de noviembre y 4 de diciembre, bajo la dirección de Pedro-Pablo Prudencio, y con Jorge Hevia en clavecín. Habrá dos elencos: se alternarán Patricio Sabaté y Javier Weibel como Don Giovanni, Carolina García-Valentín y Andrea Aguilar en el papel de Donna Anna, Gonzalo Quinchahual y Felipe Catalán en el de Don Ottavio, Paulina González y Patricia Cifuentes como Donna Elvira, Sergio Gallardo y Matías Moncada en el rol de Leporello, Marcela González y Vanessa Rojas en el de Zerlina, Homero Pérez-Miranda como Commendatore y Pablo Santa Cruz y Nicolás Suazo en el papel de Masetto (desde $3.150).
¿Quisiera saludar a los auditores de Radio Beethoven?
«Claro. Creo que Radio Beethoven y toda su comunidad de auditores son cada día más importantes para los espacios culturales como el Teatro Municipal de Santiago y para muchos otros que existen en Santiago y en Chile, para poder conectar con las expresiones artísticas que nosotros desarrollamos. Así es que la invitación es a que volvamos presencialmente a todos estos espacios, lo que hacemos, tanto quienes gestionamos estos espacios como los artistas, que protagonizan todo lo que se hace, la verdad es que es para los públicos. Y sin los públicos, la verdad es que es muy difícil encontrarle un sentido importante a lo que hacemos, así es que quedan todos invitados para lo que queda de este año 2021 y por supuesto para el año 2022 al Teatro Municipal y también a todas las otras propuestas artísticas, las otras organizaciones, espacios más grandes o más chiquititos, con más o menos tradición, que lo hemos pasado la verdad que de manera muy desafiante en esta pandemia. Pero aquí estamos, dispuestos a volver a llegar al corazón de las personas con las propuestas artísticas que tenemos. Así que esta es una invitación general, generosa y de mucha alegría también de poder volver».
Sus palabras traslucen un sentido de colaboración y de entenderse como parte de un sector cultural que ha sido fuertemente golpeado en la pandemia, un sector que trabaja desarrollando propuestas artísticas para el público. Para la ciudadanía, finalmente.
«Así es. De hecho, yo creo que ha quedado tan de manifiesto lo importante que son los públicos, al menos para espacios como el nuestro en esta pandemia, porque la verdad es que todo toma sentido en la medida en que hay un otro que recibe lo que tú quieres comunicar. En esta pandemia, cuando las salas estaban cerradas o vacías, uno decía ‘guau, qué difícil es poder hacer lo que nosotros hacemos sin tener un otro al frente’. Y yo creo que se renovó el compromiso de los artistas y de quienes gestionamos espacios con esos públicos. Todo el mundo tuvo una compañía muy importante a través de la parte artística, y no hablo sólo de las artes vivas escénicas, sino que también de la literatura, de las series, del cine, en fin, son todos productos artísticos que sufrieron muchísimo en esta pandemia. No sólo en Chile, sino que en todo el mundo. Entonces ahí quisiera yo que hubiera una valoración todavía más profunda y de mayor compromiso, y que esta relación entre los públicos y los espacios y los artistas sea cada vez más rica, más profunda y que tenga cada día mejor proyección. Si eso pasa, no tengo dudas que un sector que ha sido tan golpeado como éste realmente va a levantarse mucho mejor y más rápidamente; con más mística y con más ganas».
Ustedes, como teatro, continúan con una nutrida programación en streaming a través del programa Municipal Delivery, gratuito en su gran mayoría. ¿Están pensando en un público nuevo que ya incorporó esta posibilidad como parte de su vida en pandemia, no?
«Sí, es muy cierto, porque efectivamente es muy difícil hoy día, y tampoco queremos hacerlo, el dejar de lado a ese público que visibilizamos en pandemia a través de lo digital. Porque efectivamente lo digital llegó a personas que se unieron a nuestra comunidad. Llegó a un montón de personas que viven lejos de Santiago, es decir que no es que no quieran venir, sino que no pueden porque hay una brecha ahí de territorio, o bien que por una brecha económica no podían venir al teatro. Entonces el Municipal sigue y va a seguir desarrollándose para los próximos años de manera híbrida. Evidentemente con ciertos criterios, porque lo presencial es lo central para nosotros, pero de todas maneras vamos a seguir, como seguimos ahora, en la plataforma digital, con actividades, la mayor parte de ellas gratuitas, para que las personas y los públicos que no puede venir al Teatro Municipal, por la razón que sea, sí tengan aun así acceso a lo que nosotros hacemos. Eso, para nosotros, es muy importante y no lo vamos a olvidar».
Pienso no sólo en los adultos que ahora tuvieron acceso a través del streaming al quehacer del Municipal, sino sobre todo en los hijos de esas personas, niños que probablemente sí irán al teatro en el futuro. Hay una proyección ahí de futuro que es importante.
«Así, es. Como tú dices, tal cual. Es muy importante porque las primeras experiencias marcan muy profundamente a todas las familias y cuando marca profundamente a los más chiquititos y a los jóvenes, la verdad es que tiene un valor enorme, cuando los marca positivamente. Porque es un público que probablemente vaya a disfrutar evidentemente de todo tipo de música, no sólo de la música de arte, de lo que uno propone, pero sí va a tener un rango bastante más amplio de lo que va a disfrutar y eso tiene mucho valor hoy día».
Me consta que mucha gente sueña con ir al Municipal, como un anhelo, y ahora en pandemia el teatro los visitó en su casa. Ésa es una nueva forma de decirles a muchas personas que son bienvenidos al teatro.
«Nosotros estamos felices en el teatro, imagínate, son 164 años de historia, de muchas cosas, no sólo artísticas. No sólo es un espacio artístico y creativo, sino que también es un espacio social, y es un espacio político en muchos sentidos. Desde ese punto de vista, es un teatro que ha estado al lado de las evoluciones y de los momentos más fáciles o difíciles del país. Para nosotros es muy importante que las personas se sientan ojalá orgullosas de este teatro, que tiene tanto significados diferentes, diversos. Espero sinceramente que siga siendo así por muchísimos años más».
Desde música del siglo XII hasta La Pasión de Scrooge de Jon Deak y Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, pasando por célebres creaciones de Bach, Haendel, Berlioz, Liszt y Messiaen, además de la ópera Vísperas de Navidad de Rimsky-Korsakov, la cantata Navidad en Chile de Pablo Délano y una sesión jazzística de Dave Brubeck son parte de nuestra programación especial.
Además de entregar las claves de los conciertos gratuitos de Navidad que la Camerata Unab ofrece con distintos coros y solistas durante diciembre, Felipe Karadima hace un balance positivo de este año, con cerca de 90 actividades, y anticipa los hitos de 2025.
Invitado por el Instituto Italiano di Cultura, el pianista piamontés abordará un repertorio que él mismo está rescatando en dos conciertos gratuitos que dará en Los Andes y Viña del Mar, el 29 y 30 de noviembre. "Estos compositores desarrollaron una importantísima operación de aggiornamento cultural porque tradujeron y trajeron a Italia a los grandes románticos alemanes", apunta.
El lunes 25 y martes 26 de noviembre, estrenará con Luis Orlandini y Gonzalo Cuadra obras comisionadas a Eleonora Coloma y a Rolando Cori. Y, el viernes 29, Alejandro Reyes ofrecerá una lectura nueva de la 2a Partita BWV 1004 de Bach, incluyendo corales y bajo continuo, junto a Vanessa Rojas, Javier Weibel y Oriana Silva, ahondando en el desgarrador luto que vivía el compositor. Dos nuevas propuestas artísticas paralelas a su rol en el Municipal de Santiago.
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.