Al fortalecimiento de la escena nacional, que se ha extendido a los ámbitos aficionado y escolar, y a la significativa producción discográfica chilena, se refiere el editor de la plataforma de referencia de la música antigua en Chile, que cumple 13 años.
photo_cameraEnrique Vasconcelos.
Nació como un blog, en mayo de 2008, creado por Alonso Montecino, entonces estudiante de Pedagogía en Música. Cuando él se radica en el extranjero, asume la dirección del proyecto el también profesor Enrique Vasconcelos. Hoy, Musicantiguaenchile.cl se sostiene como la única plataforma nacional dedicada por completo a la música antigua que es realizada por intérpretes chilenos dentro y fuera del país.
Uno de los puntos interesantes es que dan cuenta de la actividad de todos los actores de esta escena: desde agrupaciones escolares, estudiantes universitarios hasta músicos profesionales, pasando por conjuntos emergentes y amateurs. En este sitio se despliega abundante información respecto conciertos, festivales, clases magistrales, venta de instrumentos y artículos en la prensa, así como lanzamientos discográficos y publicaciones de investigadores.
Hay dos líneas más de acción. Por un lado está el trabajo directo en la gestión de eventos organizados por agrupaciones emergentes; por ejemplo, ahora en pandemia forma parte de la organización de dos encuentros virtuales de música antigua a nivel nacional. Por el otro, está su programa radial Al Modo Antiguo, que lleva seis años al aire a través de la radio comunitaria San Joaquín, con una emisión semanal, siempre los lunes a las 23:00 horas, en el dial 107.9 FM y en Radiosanjoaquin.cl, así como podcasts en Spotify.
Por todo ello, el editor de Musicantiguaenchile.cl Enrique Vasconcelos, es un testigo privilegiado del estado de salud de la escena actual de la música antigua en Chile. Así que conversamos con él.
Fundador del Festival Escolar Metropolitano de Música Antigua, en 2009, y en 1999 del conjunto de música antigua del Liceo Experimental Sede Barroso, donde enseñó hasta 2019, es profesor en la Universidad Alberto Hurtado y flautista delensamble de flautas dulces Triada.
Usted asumió la dirección del sitio web en 2015. ¿Qué es lo que ha cambiado desde entonces en esta plataforma?
«Lo que cambia es la presencia en la escena nacional. El blog consistía en una incipiente entrega esporádica que hace su fundador, Alonso Montecino; luego se comienza a buscar información, los músicos y las agrupaciones comienzan a considerar el espacio virtual y hacerlo propio, como espacio de encuentro y comienzan a enviar mucha información. Entonces ya no solamente buscamos información sino que también recibimos información. Siempre hay personas comunicándose; el flujo de información es mucho mayor».
Eso también tiene que ver con la vitalidad actual de la música antigua en nuestro país. ¿Cómo ve, hoy día, esta escena, comparada con 20 años atrás?
«Hoy día, con pandemia o sin pandemia, la música antigua en Chile se ha fortalecido gracias a la incorporación de nuevos músicos a la escena, principalmente músicos aficionados y músicos que tienen doble militancia, en el sentido de que son músicos sinfónicos también y se han incorporado a la interpretación de música antigua. Entonces ya no es un grupo pequeño de músicos especializados que se dedican a la difusión de este repertorio, desde una visión profesional, especializada y musicológicamente hablando, correcta, sino que también se empiezan a incorporar músicos aficionados y llega también el mundo escolar, como una etapa de formación. Todo esto permite que el circuito, la escena y el repertorio tengan mayor circulación porque ya no se necesita esperar un festival de música antigua con músicos profesionales, sino que también uno puede escuchar música antigua en su colegio, o con el grupo de amigos que hacen una especie de house music, y que después eso lo llevan a un escenario».
¿Ha notado otros cambios más, por ejemplo, en el acceso a los materiales?
«Sí. Antiguamente tú tenías que esperar que una biblioteca te autorizara para entrar y ver sus partituras, y si no eras estudiante de esa universidad no tenías acceso. Ahora, con los medios globalizados de tecnologías de la información, uno puede entrar a todas las bibliotecas, puede conseguir facsímiles y comprar las partituras. Hoy en día la luthería ya no es un impedimento. Antes, la posibilidad de tener instrumentos de calidad era muy restringida; ahora tenemos luthieres en Chile, y además se puede comprar por eBay instrumentos en el extranjero».
¿Hay menos restricciones, entonces, a la información misma?
«Exactamente. Los tiempos han cambiado y hay mayor acceso a la información, tanto de partituras como de libros y textos. Y también el mundo de la musicología ha cambiado mucho mucho desde los años 90, con Víctor Rondón, Alejandro Vera, Guillermo Marchant. Todo es muy distinto de lo que pasaba hace 20 años, el nivel de flujo que tiene la información y la actividad de música antigua en Chile».
Esta vitalidad de nuevos actores aficionados y escolares también es el resultado de una cierta consolidación institucional del sector. Hay más festivales de música antigua que nunca, investigaciones de musicólogos chilenos que son premiadas internacionalmente, como las del profesor Alejandro Vera, y varios conjuntos con décadas de trayectoria, como Syntama Musicum de la Usach, que superó los 40 años, y Estudio MusicAntigua UC, que tiene 28 años. Todo esto parece ser que ha excedido el ámbito profesional, por su propio crecimiento, ¿no?
«Sí. Ha excedido ese ámbito y se han incorporado nuevos agentes culturales».
Además, está el impacto que ha generado el retorno de una serie de músicos chilenos que hicieron brillantes carreras en el extranjero, y que ahora retornaron a vivir y a trabajar en el país, como Raúl Orellana y Cristián Gutiérrez.
«El retorno de estos músicos ha sido muy importante, muchos de ellos se incorporaron en orquestas o conjuntos y están trabajando en la formación de nuevos músicos La crítica que siempre se hace es que en Chile hay pocos espacios de formación y precisamente estos músicos que han retornado han permitido generar estos nuevos espacios para que los músicos interesados comiencen a explorar y a introducirse en estos nuevos instrumentos antiguos. Coincido contigo sobre la profesionalización de la música antigua en Chile, que se da en los años 60 cuando Sylvia Soublette y su gente entran a la Universidad Católica. Eso es un hito importante para la música, que las universidades, los centros académicos comiencen a considerar esta música para hacerla como parte de sus planteles. Tenemos en el año 1978 a Syntagma Musicum, de la Usach y que está vigente, y el EMA, el Estudio MusicAntigua UC, que también es gran referente, así como otros que no dependen de universidades ,pero que sí tienen una institucionalidad un poco más clara a través de fundaciones o corporaciones. Por ejemplo, la Orquesta Nuevo Mundo de la Región de O’Higgins, la Orquesta de Mundos Reunidos de Valparaíso y los conjuntos de la Fundación Villanueva de La Serena. Es decir, también ha existido un trabajo en el ámbito de la gestión cultural bien importante, y que revitaliza y fortalece el movimiento a nivel nacional. Entonces están las instituciones, la gestión cultural y el movimiento amateur, todo eso le da fuerza a este movimiento que estaría cumpliendo poco más de 60 años en Chile».
¿Es posible, hoy en día, hacer una lista de 15 conjuntos en Chile? Tenemos a Syntagma Musicum y Estudio MusicAntigua, también a Les Carillons, Terra Australis, lo que está haciendo Cristina Gutiérrez en la UCV…
«Muchos más. Hay presencia de música antigua a nivel nacional. En Punta Arenas hay un ejemplo importantísimo del profesor Jean Hoyos y la Casa Azul del Arte, que tiene a Sur Canoris, un conjunto maravilloso de niños y jóvenes; tienen ellos presencia hace bastante tiempo allá, hace unos diez años, me aventuraría a decir. También en Puerto Natales; hay un cornetto, un español que es José Antonio Martínez, y que enseña instrumentos antiguos allá. En Antofagasta también hay grupos, están en todos lados. Esto se ha ido diseminando de una manera increíble, es bonito cómo se ha ido distribuyendo la música antigua y no solamente en Santiago se da todo, en regiones también se está dando y tienen circuitos, una escena y una actividad propios en sus regiones. Si uno examina las actividades que están en el sitio Musicantiguaenchile.cl, se puede ir dando cuenta de que no solamente en Santiago pasa todo. Hace poco entrevisté para el programa Al Modo Antiguo, que es también parte de Musicantiguaenchile.cl, a Wladimir Carrasco que está haciendo música antigua en Valdivia, desde el conservatorio de la Universidad Austral».
¿Hablemos del programa Al Modo Antiguo. Cuál es su periodicidad y extensión?
«Al modo antiguo sale todos los días lunes a las 11 de la noche en el dial de Radio San Joaquín, 107.9 FM. Es una radio comunitaria que se la jugó por tener música distinta. Como radio comunitaria, comunica muchas noticias locales, tiene música, programas misceláneos y el director Jaime Oyaneder se la juega por tener un programa de música docta. Ya vamos en el sexto año, y este año hemos comenzado a hacer ciclos. Era un programa para difundir discografía, yo leía algunas reseñas y datos básicos de la grabación, pero el grueso del programa era la música que fue grabada en un disco. Creo que ya he recorrido el 90% de la discografía en Chile de música antigua en ese programa, con todos los discos a los que he tenido acceso, que ha sido alrededor de 80 discos más menos. Entonces este año como no hay muchos discos de ahora grabados en pandemia, pues solamente Cristián Gutiérrez ha grabado dos discos, he optado por hacer entrevistas vía zoom; capturamos el audio y editamos una entrevista con músicos. Hemos hecho tres ciclos, Mujeres y música antigua en Chile, Música antigua en Valparaíso, y el tercero que se está desarrollando ahora, Cuerdas pulsadas históricas, intérpretes nacionales. Se ha recibido bien porque es un poco la herencia y el legado que nos dejó el profesor Octavio Hasbún con Música Arcana, en Radio Beethoven. Después que el profesor Hasbún deja su programa queda un vacío en la difusión de este tipo de música. Entonces yo, de una u otra manera he querido tomar esa instancia para poder colaborar con los músicos nacionales, enfocándome en los músicos chilenos, tanto en el extranjero como residentes en nuestro país. De alguna manera yo también soy parte del circuito, también hago un poco de música antigua, participo en algunas agrupaciones».
Ustedes también tienen un grupo de Facebook muy participativo.
«Sí, el grupo de Facebook busca lo mismo, colaboración, asociarme con los músicos para que sientan que tienen un espacio de difusión, porque lamentablemente en los medios tradicionales no hay mucho. Todos estos espacios nacen por eso, para poder colaborar con los músicos en la difusión».
Volvamos un poco a la producción discográfica. Tal vez no mucha gente sabe que en Chile se producen muchos discos de música de tradición escrita. Hay un problema de circulación, pero hay músicos profesionales que diseñan una curatoría, estudian y preparan ese repertorio y graban propuestas muy interesantes. Pensando en la música antigua, me parece que en tiempos previos a la pandemia se publican cerca de ocho o nueve discos de música antigua en Chile, ¿no?
«Sí. Más menos. Estoy trabajando en un catálogo discográfico de la producción fonográfica de música antigua en Chile, desde 1965, con los primeros discos que lanza el Conjunto de Música Antigua de la Universidad Católica, hasta el último disco de Cristián Gutiérrez que fue hace unas semanas, por Fundación Guitarra Viva. Ya tengo anotadas alrededor de 90 producciones chilenas, de distintos formatos, vinilos, CD, DVD, cassette. A partir de los años 90, con el impulso que les da el Fondo Nacional de la Música, es increíble que hay muchos discos grabados con financiamiento Fondart. Efectivamente hay años en que salen seis, siete discos de música antigua en Chile».
El estudiante de piano de la Universidad Austral y su colega Alejandra Veloso grabaron diez obras del compositor alemán en el disco Valdivianische Musik. Algunas son para piano solo y otras para piano a cuatro manos. Lo lanzarán el 21 de noviembre en Valdivia y el 29 en Concepción.
"Ellos superaron los límites de lo que se consideraba posible en el piano", indica Boris Giltburg y añade que en las sonatas que interpretará el 26 de noviembre "hay un cuento que la música quiere transmitir al público". El célebre pianista también entrega detales de sus grandes proyectos: la integral de Beethoven y El clave bien temperado.
El director chileno destaca la flexibilidad de la orquesta penquista, que lo eligió como su titular a sólo mese de su debut con la agrupación. Luis Toro Araya adelanta que planea hacer ópera y que es primordial darle espacio a los compositores nacionales jóvenes. Este mes está en Chile: el 7 y 8 de noviembre, vuelve a dirigir a la Sinfónica Universidad de La Serena, en los Wesendonck Lieder de Wagner, Beethoven y Schubert. Y después conduce a la Sinfónica UdeC.
El director y fundador de esta agrupación que tiene 20 años de existencia, hace un positivo balance de las recientes alianzas que han hecho y los nuevos públicos que están acerándose a una temporada que continúa e 23 de octubre con tres solistas nacionales. "Hemos tenido muchos solistas de muy buen nivel, con el apoyo de varias embajadas", comenta.
La obra fundamental del siglo XX será presentada en la 60a Temporada de Cámara UC el 22 y 23 de octubre, celebrando así los 150 años del natalicio de Arnold Schoenberg. El director chileno residente en Suiza, además, dirige a la Sinfónica Nacional Juvenil en la Séptima de Beethoven.
El director sueco debuta el 20 de octubre en el Ciclo Bach Santiago, con dos cantatas y un motete del genio barroco. Además, dirige en tres conciertos a la Orquesta de Cámara de Chile. ""Estoy tan contento por estar de vuelta y reencontrarme con todos mis amigos en Chile, tanto de la Orquesta de Cámara de Chile como de la Universidad Católica. Siempre han sido colaboraciones artísticas muy buenas", dice.
La excepcional intérprete e investigadora que ha sido premiada con el Diapaon dÓr y dirige el Museo San Colombano en Bologna, dará un recital de clavecín el 3 de octubre en la Temporada de la Fundación Guitarra Viva.
Una de las partituras más espirituales del célebre compositor estadounidense será interpretada junto al Ensamble Vocal Taktus que dirige Javiera Lara Salvador. Será el 4 de octubre en la Catedral de Santiago.
El domingo 29 de septiembre, la intérprete chilena dará un recital en Leipzig como cierre de una beca que le permitió tener en casa un clavicordio que perteneció a Herbert Collum. Abordará repertorio iberoamericano, con obras encontradas en Chile.